⁰⁷⁴

125 20 0
                                    

Cuando Sunghoon despertó, confundido, sin recordar que había pasado, al voltear al primero que vió fue al pelinegro con un cuaderno en sus manos

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Cuando Sunghoon despertó, confundido, sin recordar que había pasado, al voltear al primero que vió fue al pelinegro con un cuaderno en sus manos.

—Jong...

— Park, ¿Hace cuánto no te cortas las uñas?

— Hmm... ¿Dos semanas? N-no... — se levantó de la camilla, su vista se fijó en los vendajes en sus muñecas y en el suero que se insertaba en su piel un poco más arriba, a la altura de su codo.

De pronto recordó lo que había hecho, rasguñando sus muñecas preso del miedo mientras lloraba, todo eso mientras su novio le rogaba que lo dejara salir... A buscar a su mejor amigo.

— ¿Y Sunoo? ¿Lix? ¿Dónde-?

— Responderé esas preguntas sólo para que tú puedas responder las mías luego — dijo el pelinegro—. Rastrearon la localización de Felix gracias al celular que llevaba encima, la policía pudo avisar a otra patrulla que logró retener a sus captores a tiempo, Felix está bien, está en la habitación de Sunoo en este momento.

— Ay... Gracias a Dios... — Sunghoon volvió a llorar, de alivio.

— La policía actuó rápido porque sabe que son conocidos de ustedes, y están involucrados en un caso muy importante y mediático en este momento, Sunghoon — dijo Felix—. Ya sabes, cuando hay cámaras y medios involucrados la gente suele moverse más rápido... — Jongseong suspiró, él solía recibir casos complicados, y no todos tenían la acción policial que tenía el caso de Sunoo, él desearía que todos fueran así—. Pero volviendo a ti, Park... Te juro que busqué con qué te habías autolesionado cuando te llevaron al hospital, hasta que me di cuenta que no había ningún objeto... Creí que te lo habías llevado, pero no te dejarían entrar con nada de eso al hospital.

— Jongseong, ¿Puedo ir a ver a Sunoo?

— No, Park, eso está fuera de mis manos— dijo el pelinegro—. Podría pasarle un mensaje, ¿Qué quieres decirle?

— Quería pedirle perdón...

— ¿Perdón por qué? No hiciste nada malo. Hiciste lo que tenías que hacer, hiciste lo correcto.

Sunghoon hizo silencio.

— Pero podría haber hecho todo mejor.

— ¿Como qué? Por ejemplo.

— Que no tendría que haber dejado que Minho y Felix nos visitaran anoche — Jongseong de inmediato notó los dedos del pelinegro toqueteando las vendas sobre sus muñecas —. Que no tendría que haber dejado que se vayan quizás... Y que no tendría que haber sido tan bruto con Sunoo cuando él se sentía mal... ¿Y si lo lastimé? ¿Lo hice, verdad?

— Tu hiciste lo que podías hacer para mantenerlo a salvo, Sunghoon, si Sunoo salía del departamento, ¿Qué podría pasar? Y tú no sabías que ellos podrían ir por tus amigos, ¿Y si encontraban a Sunoo de nuevo? ¿Y se se perdía buscando a Felix? Todas las opciones al salir del departamento eran malas, tú no sabías que lo de Felix podía pasar.

— Sí, lo sabía, me lo dijeron y-

— Hay una gran diferencia entre que te lo digan a qua sepas que va a pasar, tú no puedes ver el futuro, podría pasar, o podría que no— dijo Jongseong, intentando hacerlo entrar en razón —. Ahora, yo tengo una pregunta, ¿Recuerdas lo que te hiciste en las muñecas? ¿Recuerdas ese momento?

Sunghoon negó, no recordaba nada más que los gritos de su novio, y esa terrible sensación de culpa que le helaba hasta los huesos.

Recordaba esa comezón en sus muñecas, tanto que se sentía como un ardor, ardor que comenzaba desde el interior de su pecho y recorría todo su cuerpo, haciéndolo sentir nada más que culpa, mucha culpa... Solo buscaba una forma de quitar esa culpa de su interior.

— Sunghoon está bien llorar, de verdad, si necesitas llorar... Solo hazlo— Jongseong acomodó su silla cerca de la camilla del pelinegro, Sunghoon notó la humedad de sus mejillas en cuanto su psicólogo limpió su rostro con unas servilletas de papel que sacó de su bolsillo.

Jongseong lo dejó llorar y Sunghoon no dijo más nada, se sentía indefenso y pequeño, cansado, muy confundido, preguntándose cuando podría volver a sentirse bien, cuando podría tener algo de felicidad... Felicidad que le durará más de dos horas.

En ese momento, al igual que en otras ocasiones, pensaba que nunca podría ser completamente feliz.

En ese momento, al igual que en otras ocasiones, pensaba que nunca podría ser completamente feliz

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
MemoriesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora