Memories

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Minho y Felix esperaron a que llegara la cena, unas pizzas que compartieron con gusto, y una vez que el mayor de los cuatro se aseguró que sus amigos estaban bien alimentados luego de aquel largo día preparó las cosas para la pijamada.

Ni siquiera lo habían invitado a quedarse, pero por si mismo había comenzado a hacer todo y ninguno de los dos lo detuvo, después de todo, hacía varios días que no se veían y ambos necesitaban compañía.

-Tortolitos, tienen que bañarse - les recordó el pelirrojo mientras preparaba el pequeño espacio en la sala/comedor para él y Felix, tenían un par de sacos de dormir y unas mantas, si bien sus amigos parecían mucho más relajados de cuando recién habían salido de la comisaría, Sunoo estaba muy pegado a Sunghoon, y lo abrazaba mucho, evidentemente necesitando de su contacto-. Vayan los dos, mientras terminamos de limpiar y ordenar todo con Lixie.

- ¿Quieres bañarte, Sunnie? Yo te acompaño, lindo - dijo Sunghoon, su sonrisa coqueta y su tono amable y suave hicieron al mayor ruborizarse, Sunoo asintió levemente-. Perfecto, prepararé las cosas.

El Pelinegro buscó toallas para los dos, y preparó sus pijamas, Sunoo esperó pacientemente, y el menor ofreció bañarlo primero, la ducha no era muy amplia pero entrarían los dos de pie con comodidad.

- Ehm... ¿Puedo bañarme sin sacarme la ropa? - murmuró Sunoo - ¿Como antes?

Sunghoon estaba un poco sorprendido de escuchar aquello, más no demasiado, volver a recordar las cosas debía ser muy pesado para su esposo así que entendía que aquello podría pasar.

- Claro que si, bebé - respondido el pelinegro , dejó un beso en su frente-, quítate la ropa que sientas que puedes quitarte, Sunoo, ¿Quieres ayuda?

Sunoo negó, se quitó el abrigo solo, junto con los zapatos y las medias, luego dudó un momento en si quitarse su pantalón o no, al ver que traía unos bóxers tipo shorts y eran bastantes largos cubriendo más, sintió que podía sacarselos, quedando solo con una remera y su ropa interior.

Sunghoon notó las manos temblorosas de su pareja y tenía ganas de llorar, sabiendo que por más que fuera algo tan mínimo y que ayer habrían echo sin problemas, ahora tenían que hacer un esfuerzo de nuevo para algo tan normal.

- Creo que así está bien - dijo Sunoo, el pelinegro asintió con una leve sonrisa.

- Bien, ¿Quieres que entre contigo a la ducha? - Sunoo asintió con un puchero adorable-. De acuerdo, ¿Quieres que me desvista o que me quedé con algo de ropa?

- Con ropa también... - murmuró -. Por favor, no quiero ver nada... Nada que me pueda hacer pensar en eso.

- Lo sé, lindo - dijo el menor -. Y obvio que lo haré, amor.

De la misma forma que el pelinegro, Sunghoon se dejó su remera puesta, junto con sus bóxers, que eran más cortos que los que usaba su novio, ya que Sunoo prefería los que eran como unos shorts y Sunghoon los otros.

-¿Está bien así?- preguntó Sunghoon, solo para asegurarse que estaría bien para su lindo novio, Sunoo asintió, tenía las mejillas muy rojas.

- Sí... Estás muy lindo - dijo el mayor.

- Gracias, amor, tu eres precioso y estás tan precioso como siempre- dijo el menor, haciendo que Sunoo riera un poco por el cumplido, Sunghoon dejó leves besos en su rostro, esperaron que el agua de la ducha se calentara lo suficiente, para que después el menor se encargara de colocar shampoo y hacer suaves masajes en la cabeza de su amor hasta hacer espuma.

Con mucho cuidado que no le entrara nada a los ojos lo enguajo y luego aplicó un baño de crema, y lo dejó que actuará unos minutos mientras él hacía los mismos pasos consigo mismo pero más rápido.

Bañarse con ropa no era tan incómodo como podía parecer, y Subghoon se dedicó a bromear que se estaban ahorrando en lavandería y deberían hacerlo más seguido, distrayendo a su novio lo suficiente como para hacerlo reír unas cuantas veces.

Por más que Sunoo quería aparentar estar bien frente a sus amigos, había quedado muy sensible luego de las declaraciones, lo notaba en como se apartaba a Felix cuando estaba muy cerca de él, o como se quedaba junto a Sunghoon como buscando protección, de algo que estaba en su propia mente.

Sunoo sabía que ninguno de sus amigos ni Sunghoon le harían algo malo, sabía que no debía tenerle miedo a su propio cuerpo desnudo o al de Subghoon, ya lo había visto antes y lo había disfrutado inclusive, pero ahora todo le volvía a dar una sensación extraña en su panza que lo ponía nervioso, como si de un momento a otro las cosas vuelvan a cambiar a peor.

- ¿Puedes cambiarte solo? - cuestionó Sunghoon, cuando ya habían terminado con la ducha, Sunoo asintió-, de acuerdo, cámbiate tranquilo, yo no voy a mirar - dijo, antes de darse vuelta en la ducha y quedarse mirando la pared, tiritando con un poco de frío por la ropa mojada sobre su cuerpo.

Sunoo sonrió ante el gesto, rodeó su cintura con fuerza en un abrazo apretado.

- Gracias - murmuró con una vocecita adorable, Sunghoon tenía ganas de comerlo a besos.

Sunoo se cambió y cuando terminó le aviso a Sunghoon, el castaño le dijo que podía salir y él iría en cuanto se pusiera el pijama, Sunoo solo asintió y salió del baño, y se quedó en la sala comiendo helado de postre hasta que el pelinegro regresó para sentarse a su lado, haciéndolo sentir protegido, igual que siempre.