Why would I be? || Ron Weasley.

13

Pov ________.

Luego de que vimos a Draco en la ventana caminamos de vuelta al castillo con sigilo.

— Hagrid siempre quiso un dragón — explico Harry.

— Nos lo dijo cuando lo conocimos — agrege de igual forma.

— es una locura, y ahora malfoy lo sabe — susurro Ron.

— No lo entiendo ¿es malo? — pregunto Harry confuso —

— Es malo — dijimos Ron y yo al unísono viendo a la profesora McGonagall.

— buenas noches — dijo de manera seria y detrás de ella salió el rubio con una sonrisa burlona.

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— Nada, repito, nada, justifica que un estudiante camine en la escuela por la noche — regaño la profesora — por penalización por sus actos les quitaré 50 puntos.

— ¿50? — pregunte horrorizada junto con Harry.

— A cada uno — agrego — y para asegurarme que nos se repita, los 5 recibirán un castigo.

En ese momento mire de reojo a Malfoy que se le borró la sonrisa rápidamente.

— disculpe profesora, tal vez escuche mal ¿dijo los 5? — pregunto con el ceño fruncido.

— escucho bien señor Malfoy,  pesar de sus intenciones igual estaba fuera de la cama a horas inadecuadas, al igual que sus compañeros será castigado.

Draco nos miro de manera mala y enojado mientras nosotros le sonreímos triunfantes.

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Salimos al patio de la escuela de camino a a la cabaña de Hagrid acompañados de Filch, pues era hora del castigo.

— es una pena que no se castigue como antes — se quejo el hombre — hace tiempo los colgaban de los pulgares con una cadena, como extraño esos gritos.

Llegando frente a la cabaña de nuestro amigo este salio medio triste y con una lámpara.

— esta noche cumplirán su castigo con Hagrid — informo Filch — tiene un trabajo que hacer en el bosque prohibido, son todos tuyo Hagrid.

El hombre no dijo niuna palabra solo dejo salir un pequeño sollozo de su parte.

— ay porfavor... ¿sigues lamentando lo que paso con el dragón? — pregunto el celador.

— Norberto se fue — sollozo — Dumbledore lo envió a Rumania, una Colonia.

— alégrate Hagrid vivira con otros Dragones — alento Hermione y yo asenti.

— Estará feliz — agregue intentando animar a mi amigo.

— Pero tal vez no le guste el lugar — contradecio — ¿que para si lo otros Dragones lo agreden?, solo es un bebé recién nacido.

— Por favor compórtate como debes — gruño Flich — en un momento entrarás a el bosque, necesitarás tu valor.

— el bosque? — pregunto Draco — ¿lo esta diciendo de broma? Nadie entra ahí, los estudiantes lo tienen prohibido y hay... hombres lobos.

— No solo hay hombres lobo en ese lugar, te lo puedo asegurar — dijo Filch — hasta luego.

El celador se retiró dejándonos con un Hagrid desanimado.

— Bueno, andando — anuncio el hombre y nos adentramos al bosque.

Estaba muy oscuro y mientras más nos adentramos mas escalofríos me daban.