CAPÍTULO 7

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Daphne

El sábado llegó con rapidez... La verdad es que la semana pasó con bastante calma y sin ningún imprevisto.

No volví a ver a Aquiles desde que dijo que se marchaba para atender su otra empresa. Yo estuve bastante ocupada con la editorial y en acabar algunas cosas importantes y contratos. Además, la chica que organiza la celebración de la semana que viene, se presentó en varias ocasiones para hablar sobre el tema.

El día que llegó Luke, era supertarde y no lo pude ver, y por cuestiones laborales, tampoco lo vi durante la semana.

Pero eso se acaba hoy, porque insistió en ir a cenar por ahí, como me dijo la última vez que lo vi. Me dijo que me pasarían a buscarme, ya que él me esperara ya en el restaurante. También me dijo que tenía que ir bastante formal así que opte por un vestido verde de seda con una abertura en el lateral derecho, dejando ver mi pierna y lo combiné con uno de mis mejores tacones negros y uno de los bolsos que me regaló él.

Sobre las nueve de la noche, llegó un chofer para recogerme y poco después llegué a un restaurante muy bonito y elegante.

Entré y me llevaron con Luke que estaba sentado en una mesa con una vela y un centro de mesa de rosas muy bonito, encima de un mantel blanco. Él iba con un traje que le quedaba como anillo al dedo y su pelo rubio perfectamente peinado.

Cuando me vio, me sonrió con una de esas sonrisas que me ponía continuamente. Yo le respondí de la misma manera, pero me resultó un poco forzado.

Desde que volvió, me pareció bastante bien no haber tenido la oportunidad de verlo y me ayudó a entender que es lo que quiero y lo que no. De alguna manera, aclaré algunas de mis dudas. Pero ahora verlo delante, me vuelve a revolver las cosas.

—Hola— le saludé y me agaché para darle un beso en la mejilla, para saludarlo. Seguidamente me senté en el asiento delante de él.

—¿Qué tal estás? — me sonrió.

—Muy bien, mucho trabajo, pero bien— le miré intentando aclarar las dudas y confusiones que me surgieron—. ¿Qué tal el trabajo?

—Muy bien. El viaje nos ayudó a cerrar un contrato importante.

—Me alegro— forcé una sonrisa.

Me sentía incómoda No sé si era porque mi cabeza estaba luchando contra las dudas, o porque de verdad el ambiente estaba tenso.

Nos pusimos a mirar la carta y poco después un camarero nos vino a tomar nota de nuestros pedidos.

Estuvimos hablando mientras llegaba la comida de temas triviales, pero mi cabeza seguía haciendo de las suyas. Después comimos con tranquilidad unos platos que estaban de muerte y finalmente pedimos una tarta de queso de postre.

—Espérame aquí. Tengo una sorpresa para ti— me dijo Luke antes de levantarse, poco después de haber acabado de cenar.

Me quedé bastante confundida. No entendía nada. Se había ido así sin más y me había dejado sola en una mesa. La verdad es que no sé qué puede estar planeando, pero no me gustan las sorpresas.

Odio no saber qué es lo que me espera, no me gusta no saber o tenerlo todo controlado. Me pone nerviosa y más habiendo tomado una decisión respecto a Luke.

Durante toda la cena le he estado dando vueltas. Quiero a Luke muchísimo. Me ha ayudado muchísimo siempre y siempre se lo tendré agradecido, pero no llega más allá.

Y de alguna manera siento que lo estoy mintiendo y me estoy mintiendo a mi misma. Le he sido infiel y no me arrepiento. Quiero decir, me arrepiento de haberlo hecho, por Luke, pero no me arrepiento porque me he dado cuenta de que no quería seguir así.

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