CAPÍTULO 1

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Daphne

Me encanta mi trabajo, pero últimamente, es demasiado agobiante. Tenemos muchas cosas que entregar y cerrar muchos contratos antes de que acabe el mes.

Pero no me puedo quejar. Trabajo de algo que me encanta —aunque sea de vez en cuando agobiante—, encima me pagan bastante bien y estoy en uno de los mejores puestos, por no decir el mejor.

—Bombón —me llamó Derek cuando entraba por la puerta de mi despacho. Somos amigos desde que entré en la empresa. Nos llevamos demasiado bien y siempre estamos de buen rollo.

—Dime, bombón —le contesté del mismo modo.

—¿Cuánto te queda para acabar? —se sentó en las sillas que tenía delante de mi escritorio.

—Media hora ¿por qué?

—Vamos a ir a un bar...

—¿Un bar cualquiera o a uno de tus bares? —le pregunté.

Derek es bastante... sexual. No suele ir a bares normales, sino, según me ha explicado, son bares un poco más subidos de tono.

—Como me conoces —me sonrió.

—Por desgracia, demasiado —me reí.

—Bueno, vamos a ir con Elliot, Jace y Alex. Iremos a un bar normal —me informó.

Nunca he ido a ninguno de esos bares, o como se llamen, a los que va Derek aunque siempre me invita. No soy de ese estilo.

De hecho, tengo pareja, aunque nunca salimos. Somos más de pasar la noche viendo una película y hablando. No somos muy...fogosos.

—Está bien —le dije.

—Paso a buscarte en media hora —dijo, levantándose para salir de mi despacho.

Me pasé esa media hora editando una novela. Sí, trabajo en una editorial y me encanta. Desde pequeña me encantaba leer e incluso intenté escribir un libro. Soy la encargada de la editorial, vamos que soy la jefa. Pero aparte de dirigir, me encanta editar y leer las historias que nos llegan de los autores. Así que hago doble trabajo.

Derek forma parte de la sección de números. Se encargan de lo que viene a ser la contabilidad y esas cosas que yo no entiendo mucho por qué nunca se me han dado bien las matemáticas, pero es el encargado de ese departamento y como soy la encargada, siempre hacemos bastantes reuniones juntos, y con los encargados de los demás departamentos. 

En media hora, siendo puntual, apareció de nuevo Derek para recogerme. Ya era bastante tarde, era de noche, y la mayoría de los empleados se habian ido a casa.

—Bombón, recoge tus cosas que nos están esperando —me dijo, mientras me cogía la chaqueta del perchero.

Una vez me puse todo y cogí el bolso, cerré la puerta de mi despacho con llave y nos fuimos para el ascensor. Los pasillos de la empresa estaban todos oscuros, afirmando que ya no había nadie y nosotros éramos los últimos.

Cuando llegamos a la planta baja, las puertas del ascensor se abrieron y me dejaron ver a las tres personas que nos estaban esperando.

—¿Qué tal el día? —me preguntó Alex en cuanto le di un abrazo.

—Bastante bien ¿y a ti?

—Bueno, un poco ajetreado, pero bien.

Saludé a mis dos otros compañeros y fuimos directamente a un bar cerca de la empresa.

Derek es muy atractivo, y cuando digo muy, es muchísimo. Es alto, tiene un poco de barba y su pelo moreno perfectamente peinado en un tupé. Las facciones son masculinas, con una mandíbula muy recta y una nariz también recta. Sus ojos, esos ojos marrones tan bonitos. Y ya ni hablo de su cuerpo. Siempre va con traje y eso le convierte en el hombre más irresistible del maldito mundo. Está tremendamente bueno. Encima, su carácter juega mucho a su favor.

HAZLO CONMIGODonde viven las historias. Descúbrelo ahora