Daphne
25 de diciembre. Navidad.
Sí, ya estábamos en Navidad. Solían ser unas fechas que me gustaba mucho porque se pasaba tiempo en familia, sobre todo cuando íbamos con nuestros abuelos o venían ellos. Era divertido cantar canciones navideñas o simplemente reírnos aun sentados en la mesa. También me gustaba mucho la parte de los regalos, ver como a todos se les iluminaba la cara.
Hoy, como la única familia que tenía era Aquiles, su abuelo y mis amigos, habíamos decidido pasar tiempo con todos. Por la mañana íbamos a ir a un bar a tomar algo con todos los amigos y ya después iríamos a pasar el día con su abuelo. No pensábamos dejarlo solo en esas fechas.
Al levantarme, me uní a Aquiles para hacer el desayuno. Pusimos música y bailamos y cantamos. Después de lo que pasó en la presentación del libro no habíamos vuelto a la editorial. Él no había vuelto allí porque estaba entretenido en la investigación y yo no había vuelto porque no podía soportar las miradas de mis compañeros. Ness me llamó dos días después para preguntarme si estaba bien y le aseguré que tardaría un tiempo en volver. Como ella sabe muy bien mi trabajo, se lo he delegado a ella hasta que vuelva.
Alex me llamó al día siguiente y me dijo que si me necesitaba allí iba a estar. Derek se cabreó mucho, no conmigo sino con la gente del local. ¿Cómo habían conseguido meter la grabación? Por lo demás todo seguía igual. Fui algunas tardes con Aquiles a la OFSP, pero me volvía bastante pronto o me distraía muy rápido.
Aquiles se había encargado de distraerme en todo momento. Me había hecho reír y cuando estaba con él se me olvidaba todo lo que estaba pasando. En cuanto a mi embarazo, algunas mañanas tenía náuseas que intenté disimular y esconder de Aquiles. Me he tomado las vitaminas cada día y me estaban yendo de maravilla. Ya había superado el segundo mes y había acordado en vernos de nuevo justo cuando empezara el año.
No había vuelto a sangrar, y tal como me dijo el doctor Pierson, no estaba haciendo nada de esfuerzo.
En cuanto a Cronos, Aquiles ya se había encargado de enseñarle algún truco. A mí me daba pena porque era muy pequeñito, aunque crecía muy rápido. Ya sabía dónde podía mear y donde no. Todavía no lo habíamos sacado a la calle. Hoy saldría por primera vez de casa.
—Dame el chocolate, Daphne— me miró con una sonrisa, intentando ponerse serio.
—No quiero— sonreí divertida.
—No te acerques.
—Claro que si— dije dando pasos hacia él.
—Daphne...
—Aquiles...
Me paré delante de él, porque el muy listillo se acorraló contra la isla de la cocina. Me paré delante y metí el dedo en el chocolate. Me advirtió con la mirada, pero a mí me daba igual. Subí el dedo y le puse chocolate en la nariz y en las mejillas Me puse de puntillas y me lo llevé con besos.
—¿Para esto quieres el chocolate?
—Estás rico con chocolate— me reí y me aparté.
Continuamos haciendo el desayuno. Hoy Aquiles había pasado de hacer un desayuno saludable. Hoy nos permitirá comer algo con más calorías, era una fecha especial. Aquiles se encargó de todo aquello que tuviese que ver con el fuego mientras yo preparé un batido.
Cronos correteaba feliz por la casa, pero donde más le gustaba estar era en nuestros pies. Casi nos tropezamos un par de veces por su culpa. Él también tenía sorpresa hoy. Ayer me pasé por una tienda canina y le compré unas chuches especiales de navidad. Me hizo mucha ilusión. Además, le compré un regalo.
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HAZLO CONMIGO
RomanceDaphne Fox vive en Nueva York después de haber perdido a su familia en un accidente muy trágico que le dejo consecuencias. Ella sintió que estaba sola hasta que lo conoció. Aquiles Price, un hombre frío e imponente, de hielo, entrará en su mundo pa...