Aquiles
La primera vez que la vi sabía que no era como las demás. Me atrajo algo de ella que a día de hoy todavía no sé lo que es.
Sabía que por su bien y el mío lo mejor era ir cada uno por su lado, pero no pude. Lo intenté, pero necesitaba volver a encontrarme con ella.
Nunca solía repetir, porque nunca me había hecho falta, pero con ella...todo fue diferente.
Tenía la necesidad de saber de ella, de que estuviera bien.
Cuando la tengo delante, no pienso, solo actuó. Es como una jodida droga, no puedo parar de probarla. Necesito de ella.
Nunca me había pasado esto con una chica, no después de ella.
Pero Daphne... Me encanta, simplemente.
Es fantástica en todos los sentidos y me da rabia que haya tenido que pasar por todo lo que ha tenido que pasar.
Lo de su ex me tenía demasiado cabreado. Quería hacer algo en cuanto me enteré de que la pegó, pero en ese momento ella era más importante. Ya me encargaré del ex.
Pero sentía que, habiendo dejado su relación, ella estaba más libre. Aunque me preocupaba sobre todo después de haberme encontrado esas pastillas en su baño. Había tres botes vacíos y eso no me dio buena señal.
Encima, cuando me enteré de que había estado en un psiquiátrico, las alarmas se me dispararon.
Esta chica me empezó a importar más que cualquier otra, y no quería perderla y que le pasera algo.
No me lo puedo permitir.
Quería haberme quedado con ella durante la noche, cosa que no suelo hacer con nadie, pero así la mantendría vigilada y yo estaría más seguro y menos preocupado. Pero la verdad es que estuvo bastante bien durante todo el día.
Despertar con ella fue una de las mejores decisiones que tomé. Se levantó tan bonita.
Es tan inocente que puede que sea eso lo que me atrae de ella.
La pequeña discusión que tuvimos de camino al trabajo, fue sobre lo mismo. Ella se negaba a hacer lo que hacíamos porque temía acabar teniendo sentimientos por mí, y yo lo entendía. Ella acababa de salir de su única relación y no había acabado para nada bien, pero no podía dejar de estar con ella. Cuando me preguntaba que qué estamos haciendo o que eramos, no sabía qué decirle. No tenía ni idea de que estabamos haciendo o de lo que eramos, simplemente me dejaba llevar cuando estaba con ella.
Después, tenerla en mis brazos es de las mejores sensaciones. Tengo la necesidad de envolverla y protegerla.
Me lo pasaba muy bien con ella. Es muy cabezota y a veces me revienta un poco que lo sea, pero me encanta provocarla y a ella, a mí.
No supe en qué pensaba en el momento en el que la subí a mi hombro, pero no me importó nadie más que no fuera ella. Estaba bien sintiéndola. A parte de tener su culo en mi cara que eso ya fue la guinda del pastel.
Me encanta provocarla y que se moleste conmigo. También me encanta cuando se resiste, pero no lo consigue y cae desesperada, como lo hago yo.
Daphne es adictiva.
***
El día pasó bastante rápido. Me llamaron para las últimas preparaciones para la celebración de esta noche, y fui un momento a mí "empresa de seguridad" a acabar de mirar unos informes.
No sabía nada de Daphne desde ayer. Le envié un mensaje diciéndole que pasaría a por ella a las ocho.
Tenía ganas de verla con el vestido que eligió, aunque yo no lo pude ver. Me moría por verla en un vestido.
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HAZLO CONMIGO
RomanceDaphne Fox vive en Nueva York después de haber perdido a su familia en un accidente muy trágico que le dejo consecuencias. Ella sintió que estaba sola hasta que lo conoció. Aquiles Price, un hombre frío e imponente, de hielo, entrará en su mundo pa...