5. Luna de miel parte 3

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Un nuevo día comenzaba en la playa de Cancun y un joven matrimonio aun dormía pues se habían dormido muy tarde después de su momento romántico.

La luz del sol entraba por la ventana y pegó en el rostro de los chicos obligándolos a despertarse.

-Que molesto sol- se quejó Ari-. Yo quiero seguir durmiendo y abrazando a mi esposo.
-Yo también quisiera estar todo el día acotadito contigo, pero ya tenemos que levantarnos porque nos espera otro día maravilloso en este lugar- dijo Temo despertándose y antes de levantarse le dio un beso a Ari-. Buenos días amor.
-Buenos días mi vida. ¿Dormiste bien?
-Fueron pocas horas pero dormí de maravilla y más con lo que pasó ayer. ¿Tú cómo dormiste?
-Dormí bien, pero lo mejor fue despertar otro día más a tu lado.

Ari acarició el rostro de Temo y le dio un pequeño beso. Finalmente decidieron levantarse, se bañaron y después de cambiarse bajaron a desayunar.

Se dirigieron a la piscina del hotel ya que querían refrescarse un rato, se sentaron en dos camastros y se pusieron protector solar. Ari no podía evitar acariciar la cintura de Temo.

-¿Ya te dije que me encanta tu cintura?- dijo Ari besándole el cuello.
-Me lo dices todo el tiempo, especialmente cuando hacemos el amor- dijo Temo volteandose para darle un beso en los labios-. Oye amor, tengo sed ¿me puedes traer una bebida?
-Si mi amor, ahorita te la traigo.

Se dieron otro beso, Ari se fue por las bebidas y Temo se puso a revisar sus redes sociales. De pronto un mesero se acercó a donde estaba sentado Temo, llevaba una bebida.

-Su bebida, joven- le dijo el mesero.
-Disculpe, yo no pedí nada y mi marido fue a traerme una bebida- dijo Temo confuso-. ¿La mandó él?
-No sé si sea su esposo pero es aquel joven.

El mesero señaló a un hombre de cabello oscuro y ojos verdes que se encontraba cerca de la barra de bebidas. Al cruzar con la mirada de Temo le guiñó el ojo y este decidió ignorarlo ya que sabía las intenciones de él.

-Una disculpa, pero no puedo aceptar algo de alguien que no conozco- dijo Temo con seguridad.
-No se preocupe joven y perdón por molestarlo- dijo el mesero con amabilidad.

El mesero se retiró y casi enseguida llegó Ari con las bebidas, la sonrisa se volvió a plasmar en el rostro de Temo.

-Tu bebida, amor- dijo Ari al entregársela.
-Gracias Tahi- dijo Temo.

Acercó el rostro de Ari al suyo para besarlo, el hombre que le había mandado la bebida a Temo se sintió celoso al ver esa escena y se acercó a donde estaban ellos.

-¿Por qué lo estabas besando?- preguntó esa persona a Ari.
-¿Hay algún problema?- preguntó Ari con enojo-. Yo puedo besar a mi esposo cuando yo quiera.
-¿Tu esposo? Me vas a disculpar pero este bombón es mi novio.
-¡¿Perdón?!- dijo Temo enojándose por ese comentario-. Yo no te conozco y si estabas pensando en coquetearme no va a funcionar porque estoy casado con este guapo hombre.
-No entiendo por qué estás casado con él, mejor deberías estar con alguien como yo. Ven guapo, vamos a pasarla bien.

El hombre quiso tocar a Temo pero Ari lo alejó bruscamente y le dio un golpe en la cara.

-¡Ni se te ocurra acercarte a mi esposo porque no vuelvo a responder!- gritó Ari enojado.
-Ya escuchaste a mi esposo, largate de aquí- dijo Temo enojado.

El tipo se fue de ahí, Temo volvió a sentarse y cubrió su rostro con sus manos mientras suspiraba con frustración, Ari se acercó a él.

-Perdón Ari, no sabía que esto iba a pasar- dijo Temo.
-No te preocupes Tahi- dijo Ari sonriendole-. No estoy molesto contigo porque le dejaste claro a ese tipo que soy tu esposo y prometimos que habría más confianza en nuestro matrimonio.
-Es cierto Tahi, y una persona no hará que no disfrutemos de nuestra luna de miel.

Compartieron un lindo besito y después se metieron a la alberca para refrescarse un poco.

Sin duda habían pasado un día genial, después de nadar se cambiaron para ir a pasear y en algunas tiendas compraron regalitos tanto para ellos como para su familia cuando regresaran. Esa noche después de cenar fueron a una fiesta en la que bailaron mucho, algunas chicas querían sacar a bailar a Ari pero el rechazaba la invitación y les aclaraba que estaba casado con Temo. Más noche regresaron a su habitación pero como aun no tenían sueño aprovecharon para hacer el amor.

Felizmente casadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora