Al día siguiente los Aristemo se encontraban preparando todo para la reunión, prepararon poca comida ya que los demás llevarían algo. Ari acomodaba una mesa y sillas en el patio mientras que Temo metía algo al refrigerador.
-¿Qué haces Tahi?- preguntó Ari. -Preparé un rico postre- dijo Temo-. Espero que me haya quedado bien y que a todos les guste. -Yo seré el primero en probarlo y estoy seguro que te quedó delicioso.
Ari besó la mejilla de Temo y continuó acomodando las cosas en el patio, no era mucho lo que faltaba.
Un rato después tocaban la puerta y Ari fue a abrir, ya habían llegado los primeros invitados que eran Pancho, Susana, Crissanta, Axel y los niños.
-Tropa López reportándose- dijo Pancho con su típica risa-. ¿Cómo están Aristofanes? -Hola suegro, estamos bien- dijo Ari-. Temo está allá en el patio. -Hola Ari, que bonita casa- dijo Susana-. ¿Cómo les va en su vida como esposos? -Nos ha ido bien, incluso cada día estamos más enamorados. -Vengan, vamos a jugar en el patio- sugirió Lupita.
Poco a poco fueron llegando todos y pasaban al patio donde platicaban hasta que llegó la hora de la comida. Los niños comían en la terraza mientras que los grandes en la larga mesa centrada en el patio platicando cualquier tema.
-Y cuentenos, ¿se están adaptando a su nueva vida como esposos?- preguntó Axel. -Si, y sinceramente es una etapa hermosa- dijo Ari abrazando a Temo por los hombros. -Pero sabemos que no todo será color rosa porque llegarán momentos en que tendremos problemas de pareja- dijo Temo-. Pero nuestro amor se encargará de resolverlos. -Eso es lo importante en un matrimonio- dijo Daniela-. Y con lo enamorados que ustedes están será más fácil resolverlos. -¿Y cuándo llegarán mis bisnietos?- preguntó doña Imelda. -Si hijos, recuerden que Imeldita y yo no seremos eternas por lo cual queremos llegar a conocer a nuestros bisnietos- dijo Crissanta. -Ya hablamos de eso y les aseguramos que llegarán a conocer a sus bisnietos.
La pareja juntaron sus frentes al recordar ese sueño de ser padres que pronto cumplirían y Ari dejó un pequeño beso en la punta de la nariz de Temo causando ternura en todos, especialmente en los Oppas.
El rato pasó, todos ya habían terminado de comer así que ya era la hora del postre y Temo fue por él.
-Bueno familia, llegó la hora del postre- dijo colocándolo en la mesa-. Espero que les guste.
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-¿Qué es Temo?- preguntó Linda con curiosidad. -Es una gelatina de mango con queso crema.
Temo cortó buenas porciones de aquel postre y lo repartió a todos, tal como lo dijo Ari fue el primero en probarlo, la expresión en su rostro lo decía todo.
-¿Qué tal me quedó?- preguntó Temo riendo por la cara de Ari. -Me quedé sin palabras- dijo Ari-. Lo único que puedo decir es que sin volviera a nacer me volvería a casar contigo porque cocinas rico. ¡De verdad está delicioso, amor! -Gracias Tahi. -Te quedó muy rico- dijo Susana-. Deberías dedicarte a vender postres porque la verdad se te venderían muy rápido. -Me encantaría Susanita, pero no creo que llegara a ser bueno haciendo postres. La experta es doña Blanca. -Para eso somos una familia, Temo- dijo doña Blanca-. Yo te puedo enseñar a hacer postres, incluyendo el pastel de chocolate auténtico de Oaxaca y mil leches. -Gracias doña Blanca.
Pasaron una linda tarde en familia, contaban anécdotas, reían y los niños jugaban. Esos momentos eran los que Ari y Temo ya extrañaban junto a su familia, momentos que seguirían pasando cuando la familia creciera más.
~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~• Guapuritas, espero que les esté gustando la historia. Ya saben que todos los momentos que sucederán serán de mucho amor y habrá uno que otro donde tengan intimidad. Pero como ando corta de ideas me gustaría saber ¿qué momentos les gustaría que pasaran? Pueden ser momentos entre ellos, de Ari en su nuevo trabajo o de Temo en casa.
