Felizmente casados

16. Visita sorpresa

Ya faltaba un día para el cumpleaños de Ari, todo ya estaba organizado para la fiesta sorpresa.

Una mañana Temo había llegado a la disquera ya que Ari había olvidado su almuerzo en casa, pero quiso aprovechar ese momento para que fuera una visita sorpresa.

-Buenas tardes, ¿te puedo ayudar en algo?- preguntó Kika.
-Buenas tardes, ¿dónde se encuentra Aristoteles Corcega?- dijo Temo.
-Se encuentra en una junta pero ya no falta mucho para que termine... Espera, ¿tú eres Cuauhtémoc?
-Si, ¿cómo me conoces?
-No te conocía en persona pero alguien que te ama mucho me ha platicado de ti y es un placer para mí conocer al esposo de mi amigo Aristoteles.
-¿Ari te ha platicado sobre mí?
-Si y cada que habla de ti le brillan los ojos por lo enamorado que está.

Temo no podía describir la felicidad que sentía al saber que Ari hablaba bien de él y en su trabajo.

Pasaron algunos minutos, minutos en los que Temo y Kika estuvieron platicando para conocerse mejor. Al saber que comenzaba a surgir una amistad Temo tuvo una idea.

-Oye Kika, ya que eres amiga de mi esposo tengo el honor de invitarte a la fiesta que le haremos mañana por su cumpleaños- dijo Temo.
-Gracias Temo, estaré presente mañana- dijo Kika.
-¿Mañana es el cumpleaños de Ari?- preguntó una chica y los dos amigos asintieron-. ¡Que emoción, espero que Ari me invite a su fiesta y estoy segura que la pasaremos bien juntos!
-Ni le busques Mariana, Aristoteles está casado.

Los celos comenzaban a prenderse en Temo, pero en un momento se esfumaron cuando vio que Ari se encontraba cerca de donde estaban ellos, además de sorprenderlo quiso dejarle claro a Mariana que Ari era su esposo.

-¡Tahi!- lo llamó.
-¡¿Tahi?!- dijo Ari sorprendido al verlo y se acercó-. ¿Qué haces aquí?
-Quise sorprenderte y además dejaste tu almuerzo en casa.
-Gracias amor, y si fue una gran sorpresa porque ya comenzaba a extrañarte.

Ambos se fundieron en un hermoso beso sin importar que los demás los vieran, pero al saber la orientación de Ari los miraban con ternura, a excepción de Mariana que sentía celos.

-¿Por qué lo besa?- preguntó Mariana celosa.
-Yo te dije que es casado y él es su esposo- dijo Kika con burla.
-¡Ash!

Mariana se retiró y Kika después de burlarse continuó mirando a la pareja que se seguía besando.

-¿Y qué hiciste en este rato mientras salía?- preguntó Ari.
-Solo platiqué con Kika y ya nos hicimos amigos- dijo Temo.
-Me encanta escuchar eso, mi esposo y mi mejor amiga ya son amigos.
-¿Todo bien Aristoteles?- preguntó el jefe.
-Si jefe, todo bien. Mire, le presento al amor de mi vida y mi inspiración para escribir mis canciones, mi esposo Temo.
-Hola, mucho gusto.
-Mucho gusto Temo. Dejame decirte que te sacaste la lotería al haberte casado con alguien tan talentoso como Aristoteles.
-El afortunado fui yo jefe. Oiga, ¿no habría problema si llevo a Temo a conocer el lugar?
-Claro que no, adelante. Solo no quiero que hagan algo de lo que no me quiera enterar.

El jefe se despidió de la pareja y estos se fueron a dar el recorrido. Ari le mostraba cada lugar y eso le emocionaba a Temo porque sabía que en ese lugar su esposo estaría cumpliendo sus sueños.

-Y esta es mi oficina- dijo Ari al abrir la puerta.
-Está increíble amor y veo que le pusiste tu personalidad- dijo Temo.
-Lo único que me falta es traerme algún instrumento. Ya veré que compro más adelante porque el teclado lo quiero dejar en la casa.

Estuvieron platicando por un rato más hasta que Temo vio la hora y era momento de irse porque tenía cosas que hacer.

-Ya es hora de irme Tahi- dijo Temo.
-¿Tan pronto mi amor?- dijo Ari formando un puchero.
-Si, tengo que hacer unas cosas porque mañana es un día muy especial.
-Está bien Tahi, te vas con cuidado. Te veo más tarde en la casa.
-Si mi amor, te amo.
-Y yo a ti mi vida.

Se dieron un beso y Temo se fue a casa para comenzar a preparar todo lo de la fiesta de Ari.