Ari ya estaba recuperado y regresó a trabajar, Temo se quedaba en casa o en veces visitaba a su papá. Pero si algo no dejaba de hacer eran sus pasteles y postres, ya iba mejorando.
Hoy era un hermoso día, especialmente para esta pareja porque cumplían un mes como esposos. La alarma del celular de Temo comenzó a sonar, lo cual despertó a Temo y era raro para él que la alarma sonara cuando no la había puesto para levantarse temprano. Al girarse para tomar su celular de la mesita de noche se encontró con una sorpresa.
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-¿Y esto?- dijo Temo sonriendo al mirar esas hermosas flores. -Un detallito para la persona que más amo- dijo Ari dándole un beso en la mejilla-. Feliz primer mes de esposos, Tahi. -Feliz primer mes de esposos, amor. Te amo.
Se unieron en un beso lleno de amor y sin separarse se acostaron sobre la cama, no tenían intención de llegar a otra cosa pero sabían que esa noche sería romántica. Se separaron con pequeños besos y se miraron con una sonrisa.
-¿Te gustaron las flores?- preguntó Ari. -Si Tahi, son muy hermosas- dijo Temo sonriendo-. Yo también te tengo una sorpresa. Pero esperame aquí mientras la término. -Claro. Aprovecharé para bañarme.
Se dieron otro beso y cada quien se fue por su rumbo.
Temo se encontraba en la cocina preparando el desayuno para ellos dos, estaba feliz de dar un nuevo avance junto al amor de su vida. Ya todo estaba colocado en la mesa y justo en ese momento Ari bajaba.
-Ya está el desayuno, Tahi- dijo Temo señalando a la mesa.
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-¡Wow Tahi, todo se ve delicioso!- dijo Ari besando nuevamente su mejilla. -Hoy cumplimos nuestro primer mes como esposos y quiero disfrutar este día contigo.
Un abrazo y un beso era lo único que necesitaban para demostrar su amor en ese día. Terminaron de desayunar y fueron a su cuarto para ponerse ropa fresca ya que tenían pensado hacer un picnic en el patio de su casa. Colocaron una manta en el pasto y encima una cesta de la que sacaron comida. Se sentaron para poder disfrutar de ese día de campo.
Comían algunos bocadillos que prepararon, tomaban agua fresca y también probaron el postre que Temo había preparado.
-De verdad haces los mejores postres del mundo- dijo Ari sonriendo. -Gracias Tahi, al saber que te gustan me da más motivación para seguirlos preparando- dijo Temo. -Serás el mejor pastelero.
Terminaron de comer y se acostaron para ver las nubes, Temo se abrazaba a Ari. Cerró sus ojos ya que se relajaba al escuchar los latidos del corazón de Ari, pero se relajó más al sentir que el rizado le hacía piojito.
-Acabo de recordar algo- comentó Temo. -¿De qué te acordaste?- preguntó Ari besando su frente. -Este picnic me recordó al que tuvimos en nuestra cita especial. -Fue un hermoso momento a pesar de lo que sucedió. Ahora tenemos un picnic siendo esposos y el próximo que tengamos será siendo una hermosa familia. -Yo sé que si Tahi.
Fue un día muy bonito entre cariños y besos, todo había salido perfecto porque disfrutaban de su compañía.
Ya se estaba haciendo tarde así que recogieron todas las cosas para meterlas a la casa. Ari abrazaba a Temo de la cintura y él solo acariciaba su mejilla mientras se miraban con amor.
-Fue un día increíble, gracias amor- dijo Temo. -Tú mereces esto y más por estar a mi lado todo este tiempo a pesar de los malos momentos que hemos pasado pero nunca haz dejado de amarme- dijo Ari-. Te amo demasiado amor. -Yo también te amo demasiado, Tahi.
Se volvieron a besar pero ahora de una manera intensa pero con mucho amor. Ari cargó a Temo y se fueron a la habitación, se quitaron toda la ropa y se acostaron en la cama donde hicieron el amor.
-Te amo bebé- dijo Ari besándolo. -Te amo guapo- dijo Temo correspondiendo al beso.
Ambos cayeron rendidos, fue otra hermosa noche en la que sellaron su amor y sus almas se volvieron una misma.
