29. En el hotel

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Los cuatro llegaron al hotel, al entrar se encontraron con Kika y el jefe en el vestíbulo por lo cual se acercaron a saludarlos.

-Hola chicos, ¿ya están listos?- dijo Kika sonriendo.
-Listisimos- dijeron ambos.
-Hola muchachos- dijo el jefe saludándolos y también saludó a los acompañantes de la pareja-. Ahorita les haré entrega de las llaves de sus habitaciones y una vez que se instalen pueden descansar un rato o ir a desayunar. A las 2 iremos al lugar donde será el concierto y ensayen, Ari.
-Si señor- afirmó Ari.

Las llaves de sus habitaciones fueron entregadas y fueron a dejar sus cosas, la habitación de Polita y Eduardo estaba enfrente de la de los Aristemo.

-Muchachos, vamos a bajar a desayunar ¿vienen con nosotros?- dijo Eduardo.
-En un rato iremos a desayunar, aunque dormimos muchas horas tenemos un poco de sueño- dijo Temo.
-Está bien, descansen un rato- dijo Polita-. Pero desayunan algo porque no quiero que al rato en el ensayo se me estén desmayando.

Los Aristemo entraron a su habitación, dejaron sus maletas en un rincón y Temo se acercó a Ari, juntaron sus frentes mientras se miraban con amor.

-¿No tenías sueño?- preguntó Ari.
-No, solo fue un pretexto para estar contigo- dijo Temo cerrando sus ojos ya que disfrutaba de las caricias que Ari daba en su cara-. Sé que hace unos días hicimos el amor pero hoy nuevamente te necesito.
-Yo también te necesito, mi amor.

Sus labios se encontraron y formaron un beso apasionado lleno de mucho amor. Temo comenzó a subir la camisa de Ari hasta quitarla por completo y dejándola caer al suelo, el rizado hizo exactamente lo mismo con la camisa de Temo, acariciaba su torso.

-Te amo- dijo Ari sin dejar de besarlo.
-También te amo- dijo Temo contra sus labios.

Se quitaron las últimas prendas y cayeron con cuidado en la cama, Ari besaba todo el cuerpo de Temo para después regresar a sus labios.

-¿Estás listo, amor?- preguntó Ari.
-Si amor- dijo Temo sonriendole.

Ambos se miraron a los ojos y Ari penetró lentamente a Temo para evitar lastimarlo haciéndolo soltar un gemido. Temo enredó sus piernas alrededor de la cintura de Ari mientras seguían con el acto.

-Eres mi vida, Temo- dijo Ari acariciando su rostro.
-Y tú mi razón de vivir, Ari- dijo Temo entre jadeos.

Temo besó el cuello de Ari y este lo penetraba con más velocidad. Los dos llegaron al clímax y dejaron escapar un fuerte gemido, Ari salió de Temo para acostarse a su lado. Sin decir nada solo se miraban con una sonrisa, Ari entrelazó su mano con la de Temo y la besó.

-Estuviste perfecto, amor- dijo Ari.
-Gracias Tahi, tú también estuviste maravilloso- dijo Temo
-Hago cualquier cosa solo para ver esa hermosa sonrisa en tus labios.
-Esa sonrisa solo aparece cuando estoy contigo, eres la razón por la que sonrió todos los días.
-Te amo Temo, gracias por llegar a mi vida y llenarla de alegría.
-También te amo Ari, nunca te vayas de mi lado.
-Nunca mi amor.

Ambos se abrazaron y Ari besó la cabeza de Temo, sus párpados, su naricita, sus mejillas y uno más en sus labios. Su beso se vio interrumpido por un ruido que provenía del estómago de Temo, ambos rieron.

-¿Ya tienes hambre?- preguntó Ari.
-Si Tahi, no hemos desayunado- dijo Temo.
-Yo también ya tengo hambre, vamos a desayunar algo antes de irnos al ensayo.

Se arreglaron y bajaron al restaurante donde se encontraron con Polita y Eduardo que todavía no terminaban de desayunar.

-Hola muchachos, ¿durmieron bien?- preguntó Eduardo.
-Si Eduardo, solo necesitábamos dormir otro rato- dijo Temo.
-Y ahora a alimentarse para tener energía al rato- dijo Ari.

Los Aristemo comenzaron a desayunar y platicaban con los dos adultos sobre cualquier tema que los hiciera reír, aunque ellos se sentían felices por lo que había pasado hace unos momentos en la habitación.

Al terminar de desayunar llamaron un uber para irse al lugar donde ensayarían, Ari estaba tan emocionado que en ningún momento soltaba la mano de Temo.

-Tranquilo Tahi, todo va a salir bien- dijo Temo riendo.
-Lo sé Tahi, pero en verdad estoy muy emocionado- dijo Ari y sin previo aviso Temo le robó un beso-. Gracias amor, era lo que necesitaba.
-Mis besos siempre te tranquilizan.

Felizmente casadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora