Era un día como cualquier otro en casa de los Corcega, los adultos platicaban mientras los niños estaban en la escuela. Alguien tocaba la puerta y Linda fue a abrir, eran los Aristemo.
-Hola primos, pasen- los saludó Linda.
-Mis niños, que gusto que vinieran- dijo doña Imelda-. Sientense, saben que están en su casa.
-Gracias abuela- dijo Ari-. Pero solo vine a traer a Temo porque yo ya me voy.
-¿Tan temprano, hijo?
-Si, tengo mucho trabajo en la disquera pero el día que descanse vengo a visitarlos. Al rato vengo por ti Tahi, te amo.
-Y yo a ti, que tengas un lindo día- dijo Temo.Se dieron un beso y Ari se fue, Temo soltó un suspiro por lo enamorado que estaba de Ari. Estaba tan perdido en las nubes que por un momento olvidó que estaba en casa de los Corcega.
-¡Cuauhtémoc príncipe de los aztecas!- gritó Polita.
-Perdón, me fui por un momento- dijo Temo sonrojado.
-Ese grito de mi consuegro nunca falla. No pensé que el Aris te tuviera tan enamorado.
-Es el amor de mi vida. ¿Qué quería que hiciera?Los presentes rieron por ese comentario y Temo se sentó a tomar un chocolate que doña Blanca le había invitado, a pesar de que ya había desayunado aun le quedó espacio en su estómago para una pieza de pan.
-¿Y a qué debemos tu visita, Temo?- preguntó Eugenio-. No pienses mal, sabes que nos agrada recibirlos aquí.
-Gracias don Eugenio- dijo Temo-. Pero la razón por la que también vine es para hablarles sobre el cumpleaños de Ari.
-Ay si hijo, justamente estábamos hablando de eso y decidimos hacerle una fiesta sorpresa- comentó Polita.
-¿Y qué le vas a regalar, Temo?- preguntó Daniela.
-Será una sorpresa, pero también quiero prepararle algo y para ello necesito su ayuda doña Blanca.
-Claro Temo, para eso somos familia- dijo doña Blanca-. ¿En qué te puedo ayudar?
-El día que fueron a la casa dijo que me enseñaría a hacer postres y por eso vine, el día del cumpleaños de Ari quiero prepararle un pastel. ¿Me podría ayudar?
-Claro que si. Vamos a la panadería porque allá está todo lo que ocupamos.Ya estando en la panadería Blanca y Eugenio sacaron todos los ingredientes para el pastel, a Temo le prestaron un uniforme de panadero para que pudiera cocinar.
-Muy bien Temo, es importante que las cantidades de los ingredientes sean exactos porque si le falta o se te pasó tu pastel puede salir mal- explicó Eugenio.
-Pero lo importante es que un pastel debe hacerse con mucho amor así como el que Ari y tú se tienen- dijo doña Blanca.Comenzaron con la elaboración de aquel pastel, Temo anotaba las cantidades de los ingredientes y el proceso de elaboración, no perdía ni un detalle. Cuando el bizcocho estuvo horneado lo dejaron sobre la mesa para que se enfriara antes de decorarlo.
-No es nada complicado- comentó Temo.
-Ahora intentalo tú solo- dijeron Eugenio y Blanca.
-Espero que me salga.Temo comenzó con la elaboración de su pastel mientras que los dos adultos lo supervisaban, terminada su mezcla la vació sobre un molde y lo metió al horno.
-Listo- dijo Temo satisfecho-. La verdad no es tan difícil como pensaba.
-Entre más practiques mejor será el resultado- dijo Eugenio.Minutos después los bizcochos ya se habían enfriado y era momento de decorarlos. Eugenio y Blanca decorarían el primer bizcocho para que Temo pudiera decorar el que hizo, lo observaba pensando en cómo decorarlo hasta que una idea se le ocurrió y lo comenzó a decorar.
-¡Wow Temo, te quedó muy bonito!- dijo doña Blanca al ver el pastel ya decorado.
-Gracias doña Blanca, aunque fue mi primera vez decorando uno- dijo Temo.
-Para eso son las prácticas- dijo Eugenio-. Puedes comenzar con decoraciones sencillas y cuando menos lo esperes tus decoraciones ya serán como la de un pastelero profesional.Esas palabras de los tíos Corcega hicieron que Temo descubriera su profesión y ahora ya estaba listo para preparar cualquier pastel.
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Felizmente casados
Fiksi PenggemarAri y Temo se acaban de casar. Ahora siendo un matrimonio su amor será mucho más grande, en una serie de momentos lo descubrirás