Felizmente casados

8. El inicio de una nueva etapa

Un nuevo día comenzaba para el matrimonio Corcega López, después de que hablaron con la familia desempacaron lo que llevaron a la playa y después de cenar cayeron profundamente dormidos porque estaban muy cansados.

Esa mañana Ari quiso abrazar a Temo pero sintió su lado de la cama vacío, no se encontraba en el cuarto, se escuchaban ruidos en la cocina así que supuso que estaría ahí. Se levantó y caminó hasta la cocina, desde la puerta observaba a Temo aun en pijama mientras preparaba el desayuno. Se acercó a él para abrazarlo y besar su cuello.

-Buenos días precioso- le dijo Ari.
-Buenos días mi amor- respondió Temo y le dio un beso en los labios.
-Huele delicioso, ¿qué preparas?
-Unos huevitos rancheros.
-Que rico. ¿Te ayudó en algo?
-Solo a preparar la salsa, lo demás ya casi está.

Ari acató la orden de su esposo y preparó la salsa, también preparó un rico café para ambos. Ya con su desayuno preparado se sentaron a disfrutarlo y no necesitaban nada más que su compañía.

-¿Dónde compraste las cosas?- preguntó Ari.
-Aquí cerca hay una tienda, ahí podemos comprar las cosas que se nos vayan acabando mientras hacemos el súper.
-¿Y fuiste en pijama?
-No empieces de celoso porque si fui pero no había nadie en la tienda más que el encargado. Y tú no te quejes porque tú salías a tirar la basura en pijama cuando vivíamos en México.
-Punto a tu favor.

Continuaron desayunando y al terminar lavaron los trastes para después subir a cambiarse. Temo ya había hecho una lista de lo que comprarían y se reunió con Ari en la sala.

-¿Listo?- le preguntó.
-Si Tahi, vamos- dijo Temo.

Subieron a su auto y se fueron al supermercado. Durante el camino Ari parecía tener una preocupación porque sus manos le temblaban y eso lo notó Temo.

-¿Estás bien, Ari?- preguntó Temo.
-Si Tahi, ¿por qué?- dijo Ari controlando sus nervios.
-Te noto nervioso.
-No te preocupes amor, de verdad estoy bien.

Temo no estaba del todo convencido por la respuesta de su esposo pero tomó su mano para brindarle confianza y le dio un beso en la mejilla.

Después de unos minutos llegaron al supermercado y tomaron un carrito para ir echando las cosas que necesitaban. Compraban muchas cosas como frutas, verduras, carnes, condimentos, productos de limpieza y muchas otras cosas más.

-¿Qué más falta?- preguntó Ari.
-Creo que nada- dijo Temo-. Conforme nos vayan faltando cosas voy haciendo una lista para comprar la siguiente vez que vengamos.

Ya con todas las cosas necesarias fueron a la caja a pagar y subieron todo al auto. De regreso a casa la angustia volvió a Ari y Temo quiso hablar con él en cuanto llegaran.

Llegaron en unos minutos, Ari estaba por abrir la cajuela pero Temo lo detuvo.

-Ey- le dijo y acarició su rostro-. ¿Qué te pasa Tahi? Te noto preocupado y no me gusta que estés así.
-Perdón Tahi, me siento un poco mal- dijo Ari un poco triste.
-¿Por qué mi amor? Sabes que puedes confiar en mí porque en eso está basado nuestro matrimonio.

Ari respiró y al ver a Temo encontró en su mirada la confianza suficiente para contarle.

-Voy a comenzar a buscar trabajo porque no quiero que tú solo lleves todos los gastos- comentó Ari.
-Tahi, no tiene nada de malo en que busques trabajo y yo apoyo las decisiones que tomes. Y si piensas que lo vas a hacer para no ser una carga dejame decirte que no lo eres, es solo que estamos comenzando una nueva etapa y con ello vendrán decisiones que nos ayudarán mucho. Te apoyo Tahi y yo sé que encontrarás un buen trabajo.
-Gracias Tahi, realmente necesitaba escuchar esas palabras de ti.

Estuvieron abrazados un momento y luego comenzaron a sacar las bolsas del auto para acomodar todo lo que habían comprado. Ahora si ambos podían iniciar una nueva etapa.