-Amor, ya vámonos- dijo Ari desde la sala. -Ya voy- dijo Temo saliendo del cuarto.
La feria ya había comenzado y ese día que Ari había descansado ambos decidieron ir. Ya arreglados se vieron en la sala, se sonrieron y tomaron sus manos.
-¿Nos vamos? -Si Tahi, vámonos.
Salieron de su casa y subieron a su auto para irse a la feria, estaban emocionados ya que irían después de tanto tiempo pero ahora siendo esposos.
En pocos minutos llegaron, dejaron el auto en un estacionamiento público y caminaron unos pocos metros hasta llegar. Al llegar había mucha gente, muchos puestos y algunos juegos mecánicos.
-¿Qué quieres hacer primero?- preguntó Ari. -Lo que sea, pero que sea junto a ti- dijo Temo tomando el brazo de Ari y mirándolo con una sonrisa. -¿Vamos a los juegos de destreza? -¡Si!
Ari y Temo se dirigieron al área de los juegos de destreza donde jugaron algunos, jugaban en uno que tenían que tirar una pequeña torre de vasos con una pelota. Ambos reían ya que no podían derrumbarla, pero cuando Temo lanzó su segunda pelota todos los vasos cayeron.
-¡Lo logré Ari!- dijo Temo emocionado. -¡Bien, amor!- dijo Ari también emocionado y cargó a Temo dándole varias vueltas, en ese momento iba pasando un señor que vendía esquites-. Y como premio te ganaste unos esquites. -Gracias Tahi. -Puede elegir el premio que quiera- dijo el señor del puesto.
Temo miraba todos los premios que no sabía cuál elegir. En ese momento recordó la primera vez que fue con Ari y le regaló la alcancía, ahora él le regalaría algo. Eligió un peluche que le pareció muy tierno y después de que se lo entregaron se fue con su esposo.
-Aquí están tus esquites, amor- dijo Ari al dárselos-. ¿Qué ganaste? -Esto- dijo Temo al mostrarle el peluche, era un gallo.
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-¡Que bonito! -Me alegra que te guste porque es para ti. -¿Neta? ¡Gracias Tahi!
Después de que Ari le diera un beso a Temo por el regalo continuaron jugando en otros juegos hasta que llegaron a su favorito, tiro al blanco con globos.
Ari sonrió y al parecer la sonrisa de Temo le fue de buena suerte porque a los tres lanzamientos reventó tres globos. Temo abrazó a Ari por su triunfo y besó su mejilla.
-Elija su premio- dijo el señor del juego.
Ari eligió un oso de peluche muy bonito y se lo regaló a Temo así como él le regaló el gallo.
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Continuaron divirtiéndose en la feria, veían algunos espectáculos que daban en un escenario y subieron a algunos juegos mecánicos. Se estaban divirtiendo mucho. Ya estaba atardeciendo y subieron a la rueda de la fortuna, Ari pasó su brazo por detrás de Temo para abrazarlo y entrelazar su mano con la de él. El juego comenzaba a andar y la pareja disfrutaba del paseo mirando el atardecer.
-Esto es tan lindo- dijo Temo recargándose en el hombro de su esposo. -Cualquier momento contigo ya es lindo- dijo Ari recargando su cabeza con la de Temo-. Te amo. -Te amo más.
En aquel juego un joven y feliz matrimonio se besaban con todo el amor del mundo.
