20. Reconciliación

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Temo estaba acostado en su cama llorando mientras miraba una foto de Ari y él cuando se casaron, se veían tan felices que Temo temía de que toda esa felicidad en un momento se acabara. Estuvo llorando por un buen rato hasta que se quedó dormido.

Más tarde Ari había llegado del trabajo, encontró la casa en silencio y subió al cuarto donde encontró a Temo aun dormido, se sentó a su lado mientras lo miraba con tristeza.

-Nunca dudes que solo te amo a ti- le dijo Ari y le dio un beso en la frente.
-¿Ari?- dijo Temo al despertarse-. ¿Eres tú?
-Perdón Temo, no quería despertarte. Hoy dormiré en la sala.
-Espera Ari.

Ambos estaban frente a frente mirándose con tristeza, pero eso cambió cuando Temo besó a Ari. Era un beso necesitado por ambos porque no les gustaba pelearse y mucho menos ahora que eran esposos, sin dejar de besarse se abrazaron.

-Perdoname Tahi- dijo Temo mirándolo-. Perdón por comportarme así y poner en duda nuestro matrimonio.
-Tranquilo mi amor, tranquilo- dijo Ari acariciando su rostro-. Claro que te perdono y nunca me iré de tu vida porque te amo.
-Me da miedo que algún día por mis celos ahora si te quieras separar de mí.
-Nunca va a pasar eso porque sin ti yo no vivo.

Continuaron un rato más abrazados en profundo silencio ya que solo querían sentir que siempre estarían el uno para el otro. Después de unos minutos una sonrisa apareció en el rostro de Temo y miró a Ari, quien también sonrió.

-Esa hermosa sonrisa la quiero ver siempre- dijo Ari.
-Siempre y cuando tú seas el motivo de ellas- dijo Temo.
-Te amo mi cosita hermosa.
-Yo te amo más, te amo de aquí a la luna y de regreso con pasos de caracol.
-Ay amor, eso sonó muy lindo. Oye, ¿sabías que cuando un pingüino encuentra a su pareja estarán juntos toda la vida?
-No lo sabía.
-Ahora que ya lo sabes, ¿te gustaría ser mi pingüino?
-Si mi pingüinito.

Volvieron a besarse, pero este beso ahora era muy apasionado y lentamente se fueron acostando sobre la cama. Ari besaba el cuello de Temo mientras este comenzaba a quitar su playera, pero en pocos segundos ambos ya no tenían nada puesto.

-Te amo precioso- dijo Ari contra los labios de Temo.
-Te amo mi amor.

Hacían el amor como nunca lo habían hecho, lento y con todo el amor del mundo. Sus pieles rozaban ya que era lo que querían, sentirse. Cambiaron de posición y Ari con Temo encima de él besaba su pecho, acariciaba su espalda y le recordaba lo mucho que lo amaba.

Cansados pero felices ya se encontraban acostados pero mirándose de frente, fue una bonita reconciliación. De repente Ari soltó una pequeña risa.

-¿De qué te ríes?- preguntó Temo.
-Del súper regaño que el jefe le dará mañana a Mariana por lo que trató de hacer- dijo Ari.
-¿Le contaste a tu jefe?
-Si. Después de que te fuiste me escuchó llorar y le platiqué lo que había sucedido, entonces mañana hablará seriamente con Mariana.
-Perdón amor, no sabía que esto te iba a poner mal.
-Tranquilo Tahi, ya no pienses en eso porque estamos juntos.

Se dieron un beso y sin dejar de abrazarse cayeron dormidos profundamente, estaban felices de seguir juntos.

Felizmente casadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora