DONDE VOY [5] OMEGAVERSE +19

Presencias en el hogar 5/6

Llama mi nombre y sálvame de la oscuridad.

Evanescence

Freya G.

He capturado a Lee Dong-Jung, ya veo la luz de nuevo. Por fin después de tanto rezarle al mismo Diablo se hizo lo que pedí.

Que felicidad tengo, ya no tengo ese pendiente más.

—Mamá ¿de verdad tenemos que irnos? Puedo tomar un año sabático—. Dice Evan con tranquilidad.

El estudio es algo importante y no quiero que mi hijo deje de estudiar. Tiene la oportunidad de estudiar pues somos millonarios y podemos darle la oportunidad, el no tiene la necesidad de descuidar sus estudios. Y dos el mentado año sabático no es bueno, se te olvidan conocimientos, se te pierde la costumbre de levantarse temprano y ese "año sabático" se vuelve otro años sabático y otro, tras otro.

—No, nada de año sabático. Debes de estudiar Evan, tienes un gran potencial y tu un día vas a heredar una gran fortuna y no solo eso, tienes que hacerla crecer y necesitas conocimientos—. Joss y Evan son el futuro y mi nieto Samuell la cara de la nueva dinastía.

Me siento en el sofá y invito a mi hijo sentarse a mi lado. El lo hace enseguida, Joselyn hablo conmigo, más bien me regaño y lo agradezco.

Estoy descuidando a mi hijo, el no puede con todo. Tan solo tiene 14 años y estos finales de mes cumple los 15 años, el aún necesita un hogar.

El aún necesita a su madre.

—Te pareces a tu papá—. Acaricio unas cuantas hebras de su cabello idéntico al de mi difunto esposo.

Mis hijos, mis dos niños se parecen a los Rybak y mi Joselyn se parece mucho a los Grace.

—Ojalá fuera lo más parecido a él. Entonces ¿qué dices? Aparte yo quiero entrenar, deseo ser más fuerte—. Dice el lleno de convicción.

El es pupilo de Horus, todos los días sin falta va entrenar con Horus. Me desagrada la idea pero reconozco que Horus es una gran guerrera que puede pasarle esas virtudes a Evan.

—No, ya dije. Nada de años sabaticos. Quiero y deseo que estudies Evan. Evan ¿hay algo que desees hacer? ¿Conocer? ¿Comer? —. He desperdiciado mucho tiempo.

Sus ojos me contemplan, es una mirada dulce y llena de melancolía pero a la par que es de amor y ternura dirigida a mi. Tengo la fortuna de ser madre de unos niños maravillosos.

—¿Estas bien mamá? —. Me pregunta con cariño.

El me toma una mano y siento su apoyo, eres un gran niño Ethan.

Me doy cuenta rápido de mis pensamientos, que bueno que no lo dije en voz alta. Lo hubiera hecho sentir muy mal.

—Lo estoy cariño. Descuida—. Miento.