DONDE VOY [5] OMEGAVERSE +19

¿No tienes miedo?

Hago esto por todas las aves que nunca tuvieron la oportunidad de volar.

Lana del Rey

Joselyn G.

Me doy un ligero golpe con la mesa en el rostro para despertarme, no quiero dormir. Si duermo tendré pesadillas que siento que se hara realidad, le doy un trago a mi café para que este me de energía para enfrentar la larga noche y de la misma manera le doy una calada al cigarro.

Tengo el diario en frente de mi y no puedo y no consigo entenderle para nada. Quiero saber que hacer, nadie me da una jodida instrucción de algo y es muy difícil ser una líder.

Enfoco mis ojos al diario y avanzo a otra página.

Solo quiero entender el que somos, la diminuta existencia del ser humano ante este gran cosmo del cielo y del infierno.

Solo quiero encontrar mi armas, esas armas y solo así mantendré el poder y solo así seré invencible.

Esa noche me atormenta, la noche que le vendí el alma al Diablo, esa noche me persigue.

¡ESA NOCHE!

Sentí como algo me tocó el hombro al leer esa última frase escrita con sangre, es sangre real.

Me quedan muchas incógnitas mientras avanzo, dijo que le vendió el alma al Diablo pero que es inocente, también menciona que esas armas pertenecen a la familia Grace, que todas son de el a excepción del Anillo  si es así ¿cómo es que se perdieron? Y la lanza es de siglos atrás no creo que haya existido un antepasado mío que la haya creado.

Esa lanza fue usada para atravesar a Jesús en la cruz, creo y si mal no recuerdo le atreveso una costilla y la sangre al hacer contacto con Cristo se hizo poderosa.

Incluso rumores apuntan que en la segunda guerra mundial Hitler la buscaba.

No cabe duda que entre psicópatas se entienden. Leo el conjuro que está ahí y hay un dibujo diabólico, es un ser parecido a dragón con alas de Ángel y rostro humano y detrás de el esta como difuminado un cielo oscuro y abajo hay como una especie de marea, no se que sea.

Maldita sea, el cigarro se acaba y yo tomo al cajetilla y esta vacía. Se acabaron otra vez es la segunda caja en el día.

Me pongo de pie para estirarme un poco.

—¿No puedes dormir? —. Madre mía que casi me da un infarto.

Esta Horus parada en la puerta, ni escuché cuando la abrió. Joder, tengo los nervios de punta y ella hace eso.

—Si no me mata Arthur lo harás tú si sigues apareciendo de la nada—. Voy al baño para lavarme los dientes.

Me quito todo el sabor del café y el aliento del cigarro. Debo de tratar de dormir aunque sea por momento, quince o veinte minutos así le hacía en el internado cuando tenías que hacer todas las putas guardias.

Horus se para en el marco del baño a brazos cruzados y veo que esta tensa. Ninguna la esta pasando bien Horus.

Lavo mis dientes, limpio mi rostro y me hecho mi crema para reducir la ojeras aunque no veo resultados.