¿Cómo sesiente estar sin mi? Estoy tan molesto con las cosas que haces ¿tí no estás sufriendo o sí? Estoy tan preocupado por ti. No, yo no soy el malo.
KYO
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Adonis F.
Vuelvo a patear el maldito costal con mucha fuerza que termino reventando este.
El sudor baja de mi cuerpo, lo empapa por completo, me quito la camisa y la lanzo en alguna parte, veo mi cuerpo en el espejo. Joder, tengo el doble de músculos que Horus y aún así esa ella es más fuerte.
Aún me tiembla la mano al solo recordar lo que vi. Me siento furioso, irritado y frustrado entre otras cosas al solo pensar que no pude hacer nada.
Quería detener ese combate pero no pude, sabía que si me metía iba a morir. Ni siquiera mi vista pudo alcanzarlos, ambos eran tan veloces y fuertes. Tan solo me quedé ahí temblando, maldita sea.
—¡Joder! —. Grito enojado y rompo el espejo de un puñetazo.
Estoy por debajo de Horus y eso me emputa y jode demasiado, no se que me molesta más que Horus sea tan fuerte o que no haya podido hacer nada, que me haya puesto a temblar como un cobarde.
Yo no soy así maldita sea más sin embargo no pude hacer nada.
¿En qué momento Horus se fortaleció tanto? ¿En qué momento pudo hacerle frente a un ser supernatural y sola?
Se supone que un ser supernatural está por encima de nosotros, matar a uno es un mérito enorme, se necesita como cincuenta lobos para vencer algo así.
Luego ella se transformó en algo extraño pero se que se hizo más fuerte para después verse como una bestia espeluznante.
Me río al recordar mi tembladera. Hasta podría jurar que estoy por debajo del demonio.
—¿Todo en orden? —. Yo me asusto un poco al oír esa voz.
Es mi padrino y tiene un rostro sumamente inexpresivo pero noto su irritación.
—¿Qué hace aquí? —. No lo esperaba.
El entra a la sala de ejercicios y toma entre sus manos uno de los vidrios que rompí. Los observa de manera detenida y fija su mirada azul en mi.
El gran Ventura, el emperador más longevo y a la misma vez más terrible, mi padrino no es muy piadoso con los enemigos.
—Vine porque me tenías preocupado con tu última llamada. Vine a ver que clase de mierdero estás haciendo y no me digas que no. Tanto tu como el muerto Amadeus y la insensata de Horus se las arreglan para cagarla cuando están cercas—. Me río al oír eso. —No te rías.