Capítulo V

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—... Y por eso logré acabar con el demonio —me explicó el chico de cabello negro con dos cicatrices en su mejilla izquierda.

—¡Entonces Kumeno, fue un demonio difícil!

—Por supuesto que sí, pero trabajar duro tiene su recompensa porque logré ascender de rango Mizunoto a... —flexionó su brazo derecho y en el dorso de su mano marcaba su rango—, Mizunoe, ¿Y tú Fuyuka?

Hice lo mismo, mostrando en el dorso de mi mano una marca diferente a la suya, haciendo que Kumeno gritara.

—¿¡Qué!? Ya eres rango Tsuchinoto.

—Pues eso dice, ¿no?

—Claro que lo dice, ¿cómo avanzaste tanto en tan solo cinco meses?

—Matando demonios, supongo.

—¡Ah! Olvídalo, ya descubriré que haces diferente —expresó de manera sería la cual no duró mucho al ver una casa de té—. ¡Oh! Vamos a comer algo Fuyuka, escuché que su dango tricolor es extremadamente delicioso —menciono mientras me tomaba del brazo, arrastrándome junto a él.

—Está bien —de todas formas, ya es la hora de la comida, al llegar a la casa de té nos sentamos y un camarero vino por nuestro pedido.

Mientras esperábamos nuestra comida, en eso vimos a un cazador acercarse hacia nosotros a decirnos una petición por parte de Oyakata-sama, la cual consistía en encontrar a la persona que cazaba demonios sin siquiera ser un cazador.

Mi mente quedó en blanco unos segundos, para luego hacerse un montón de preguntas que obviamente no tendrían respuesta, pero también tenía algo claro, al ser una petición de Oyakata-sama la cumpliré. El chico se retiró justamente cuando nos entregaron nuestra comida, le dimos las gracias al camarero y empecemos a comer.

Después de un rato, Kumeno había terminado su comida y empezó a hablar de manera seria y preocupada a la vez sobre esa persona.

—Fuyuka, debemos encontrar pronto a esa persona, ¿qué pasa si se llega a encontrar con una de las Doce Lunas Demoníacas? O ¿si llegan a atacarlo en grupo? —antes de que hiciera otra pregunta le di un golpe en la cabeza.

—Cálmate, para empezar las Doce Lunas Demoníacas son difíciles de encontrar incluso para los Pilares y, por otro lado, los demonios jamás atacan en grupo —al terminar de decir eso, continúe comiendo.

—Tienes razón, gracias Fuyuka y como agradecimiento pagaré tu comida.

—No es... —se fue antes de poder contestarle. Cuando regresó ya había terminado mi comida, le iba a dar el dinero que pago, pero en ese momento apareció Yuki junto con el cuervo de Kumeno.

—Adiós, Fuyuka, nos vemos luego.

—Igualmente, Kumeno —me despedí y Yuki se posó en mi hombro izquierdo.

|Reescribiendo| El Pilar de la Nieve ❄️ (KNY X Oc)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora