Capítulo XXIII

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—Con esto doy por terminada la segunda reunión de los Pilares, pueden retirarse —finalizó un poco débil Oyakata-sama y todos comenzaron a irse—

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—Con esto doy por terminada la segunda reunión de los Pilares, pueden retirarse —finalizó un poco débil Oyakata-sama y todos comenzaron a irse—. Tengen, Fuyuka, ¿hay algo que les esté preocupando? Si no les molesta, ¿quisieran hablar conmigo sobre ello?

Tengen mi hizo una señal para que hablara primero.

—Seré breve Oyakata-sama, desde hace cuatro días no he tenido ninguna noticia de Masaru —dije tranquilamente—. Por favor, permítame ir a salvar a Masaru y completar esa misión.

—Permiso concedido, te mandaré todos los detalles esta noche, confío en que rescataras a Masaru —acepto mi petición con su sonrisa habitual.

Hice una reverencia y me retiré para que Tengen se sintiera a gusto.

Yo por mi parte mandé a Yuki a qué descubriera el lugar de la misión para ir y no perder tiempo.

—La misión de Masaru estaba cerca del Distrito Rojo —informó Yuki.

—Ya veo, tal vez Tengen aún no se haya ido, le diré que nos vayamos juntos. Yuki, ¿sabes en dónde está?

—Creo que lo vi dirigirse a la finca Mariposa.

A la finca Mariposa, eso es raro de su parte, usualmente él casi nunca se lastima y si llegara herido de alguna misión sus esposas lo atenderían.

¿Preocupado? ¿Sus esposas? ¿Distrito Rojo? ¿Finca Mariposa? ¡Mierda! Tengo que apurarme.

—¡Tengen, solo tienes tres segundos para bajar a Aoi! —le grité y la soltó en un instante, las demás niñas asustadas vinieron hacia mí en busca de protección y luego me alejé para hablar con Tengen.

—¿Qué haces aquí, Fuyuka? Pensé que irías a rescatar a Masaru.

—Y eso haré, su misión estaba cerca del Distrito Rojo, así que te acompañaré.

—Está bien, vayamos para allá.

Zenitsu, Tanjiro e Inosuke se pararon detrás de nosotros.

—¿Adónde vamos, viejo? —preguntó la voz de Inosuke.

—Al lugar más extravagante de todo Japón, de la lujuria y la avaricia —se giró a mirarlos—. El Distrito Rojo donde vive el demonio.

—¿El Distrito Rojo?

La inocencia se Tanjiro es impresionante.

—Ya sabes, ese sitio. ¿No lo sabes? —tartamudeo Zenitsu con la cara roja.

—¡Atentos! Yo soy un Dios y ustedes son desechos. Para empezar, métanse eso en la cabeza. Si digo que sean perros, eso serán. Si digo monos, serán monos. Estén pendientes de mi humor en todo momento y esmérense adulándome. Lo diré otra vez, yo soy un Dios —Tengen decía todo eso mientras hacía distintas poses.

Al oírlo mi mente quedó en blanco, Tanjiro levanto la mano y Tengen le dio permiso de hablar:

—¿El dios de que, exactamente?

—Buena pregunta, tienes potencial — asintió varias veces—. Soy el Dios de lo vistoso, el Dios de las festividades.

—Yo soy el rey de la montaña. Un placer, Dios de las festividades —todos lo miraron raro.

—¿Qué dices? Me das escalofríos —lo desprecio Tengen.

¿De qué te quejas, es igual a ti?

—¿Cómo dices? —Inosuke sintió la necesidad de atacarlo.

—¡Para, Inosuke! —por otra parte, Tanjiro retenía a Inosuke.

—No hay tiempo que perder —en ese me cargó como tenía a Aoi hace unos segundos—. Vamos, síganme.

—¡Tengen, bájame! —le grité mientras avanzábamos, pero no me hizo caso. A lo lejos vi como los chicos nos seguían sin dudarlo.

 A lo lejos vi como los chicos nos seguían sin dudarlo

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|Reescribiendo| El Pilar de la Nieve ❄️ (KNY X Oc)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora