Capítulo IV

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Desde que tengo memoria, mi única meta en la vida, ha sido ayudar a las personas con mi conocimiento en plantas medicinales; en cambio, ahora lo hago con mi fuerza

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Desde que tengo memoria, mi única meta en la vida, ha sido ayudar a las personas con mi conocimiento en plantas medicinales; en cambio, ahora lo hago con mi fuerza. A pesar de tener el mismo propósito, no es la manera de como quería realizarlo. Mamá, papá y hermano creen que algún día lograré mi meta.

—Si quieres lograrlo —empecé a escuchar una voz—, ¡despierta de una vez! —grito una voz malhumorada que conocía bien; Yuki. Y antes de poder abrir mis párpados, sentí como Yuki picoteaba mi cabeza.

Comencé a moverme para protegerme del picoteo de Yuki, el cual termino conmigo en el suelo.

—¡Ya estoy despierta, contenta! — exclamé un poco molesta hacia ella, mientras me levantaba del suelo.

—No, tienes que prepararte para tu próxima misión, ya son más de las 7:30 a.m. —me regaño Yuki, quien estaba arriba de mi cama—. Además, no dijiste que irías a la finca Mariposa.

—Sí, lo dije —le respondí a Yuki, a la vez que me dirigía a mi armario para sacar mi uniforme y dejarlo en la cama—. Iré cuándo termine de bañarme, después de todo, Oyakata-sama aún no te ha dicho cuál será mi siguiente misión, ¿cierto?

Observé a Yuki negando con su cabeza y fue hacia la ventana.

—Ahora que sé dónde estarás, iré a la sede y volveré para darte tu siguiente misión —habló Yuki más calmada y yo solo asentí con la cabeza—. Bueno, nos veremos en un rato.

Fue lo último que escuché y fui a bañarme. Después de eso, me puse el uniforme y fui a la finca Mariposa. Espero no causarle ningún problema a Shinobu por mi visita inesperada, la mayoría de las veces le aviso con tiempo cuando iré a visitarle; ya que ella se encarga de curar a los heridos en las batallas contra los demonios. Las únicas veces en las que no aviso, es cuando algo le llega a pasar a mi Tsuguko o a mí; pero, ya es poco probable por las seis Lunas Menguantes (inferiores). Por otra parte, si me enfrentará a una de las seis Lunas Crecientes (superiores), no solo terminaría con heridas graves, sino también muerta.

Pare de pensar en eso, al estar enfrenté de la puerta, decidí abrirla para ver si había alguien que le pudiera avisar a Shinobu sobre mi llegada, al entrar me quite las botas dejándolas a un lado de la entrada. Para mi suerte, divise a Aoi yendo a una habitación cerca de donde estaba, sin embargo, antes de tan siquiera saludarle está en cuanto me vio, se fue corriendo. Bueno, quizás no era buena suerte, esto ya lleva tiempo sucedido con Aoi, aunque en el pasado no era así y aún no sé el porqué de su comportamiento conmigo.

—Ara, buenos días, Fuyuka —me saludo una pelinegra con puntas moradas y un broche del mismo color.

—Buenos días —saludé de igual manera—. Por cierto, Shinobu, sabías ¿qué iba a venir?

—Pues verás, vi a Aoi corriendo como si escapara de algo y eso solo sucede cuando vienes —dijo Shinobu con su característica sonrisa, en cambio, yo solo suspiré, no recuerdo haberle hecho o dicho algo malo para que siempre huya de mí en cuanto me ve—. No te preocupes Fuyuka, la verdad es porque Himejima-san me avisó que vendrías por el hermano menor de Shinazugawa-san.

|Reescribiendo| El Pilar de la Nieve ❄️ (KNY X Oc)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora