Capítulo IX

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Entre todos logramos separar a Sanemi de Tomioka, aunque ahora Tomioka no tendrá permitido acercarse durante un tiempo a Sanemi

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Entre todos logramos separar a Sanemi de Tomioka, aunque ahora Tomioka no tendrá permitido acercarse durante un tiempo a Sanemi. Luego de eso hablé con Mitsuri, Shinobu, Obanai y Kyojuro, este último en nuestra conversación dijo algo que jamás debió haber dicho.

Por eso salí de la mansión Ubuyashiki corriendo mientras Obanai me perseguía gritándome:

—Fuyuka, ¿a dónde crees que vas?

Aceleré mi paso, pero no me di cuenta de que tenía las cintas de mis botas desatadas y tropecé, cayendo al suelo.

—¡Auch! —me quejé en el suelo—, y respondiendo a tu pregunta me dirigía a mi región.

—Eso ya lo sé —llegó a mi lado y me dio la mano para ayudarme a levantarme.

—Entonces, para que preguntas —dije ya de pie.

—No me refería a eso —se acercó a mí y agarro mis cachetes—, lo decía porque esta vez no te me vas a escapar.

—Escapar... no sé de qué estás hablando, Obanai —desvíe la mirada a la derecha.

—No lo sabes, entonces tendré que refrescarte la memoria —comenzó a apretar mis cachetes—, el año pasado, cierta personita me dijo que me ayudaría a encontrar el regalo perfecto para Kanroji, pero al final no le di nada y sabes por qué —me soltó los cachetes—. Pues resulta que la personita se desapareció por un mes y regreso diciendo, «la misión estaba muy lejos, por lo que tarde en ir y regresar»—imito una voz más aguda—. En ese momento le creí, pero después me enteré de que esa personita fue directamente a entregarles sus regalos de cumpleaños a Rengoku, a la Tsukugo de Kocho y a Kanroji ¿qué tienes que decir al respecto, Fuyuka?

Kyojuro, te aprecio, pero no debiste de haber dicho nada.

—En mi defensa, tú te vuelves alguien insoportable cuando se trata de Kanroji —protesté mientras me sobaba mis cachetes—. Además, tú no me regalaste nada por mi cumpleaños.

—¿Ah? Claro que sí lo hice.

—Un pastel quemado no cuenta.

—Pero, la intención sí.

—La "intención" dices, Obanai, ese pastel ni siquiera era para mí y lo sé porque ni siquiera sabías el día de mi cumpleaños.

—Pues en mi defensa —puso una mano en su pecho—, tú nunca lo mencionaste, además después lo compense regalándote esa capa que llevas puesta.

Señaló la capa que llevaba puesta.

—Y este cumpleaños te di un pastel, y esta vez no estaba quemado.

—Bueno, tú ganas —suspiré—esta vez si te ayudaré a encontrar un regalo para el cumpleaños de Mitsuri.

—Bien, la búsqueda comienza ahora.

—Ahora, pero si todavía falta un mes y medio.

—Sí, pero el regalo perfecto necesita tiempo y dedicación. ¿Verdad, Kaburamaru? —la serpiente asintió con la cabeza—. Aparte tenemos suerte de que nuestras regiones estén juntas, por lo que iremos por el mismo camino —comenzó a correr—, no te quedes atrás.

—Ya voy —comencé a correr a la par de Obanai.

Mientras caminábamos pensé en el día de cuando fuimos a buscar los calcetines para Mitsuri.

Un año y medio atrás...

 Un año y medio atrás

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|Reescribiendo| El Pilar de la Nieve ❄️ (KNY X Oc)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora