|Reescribiendo| El Pilar de la Nieve ❄️ (KNY X Oc)

Capítulo XXII

Quince días habían pasado del cumpleaños de Muichiro, y ahora Fuyuka se encontraba combatiendo con Masaru para comprobar su progreso. El combate terminó cuando ella tumbó a Masaru al suelo y tocó su cuello con la espada de madera.

—Treinta a quince —puse la espada de madera sobre mi hombro—, has mejorado Masaru, antes ni siquiera podías ganarme un combate —lo ayudé a levantarse—. Vamos a descansar.

—Sensei no me engañé, sé que solo he ganado once —dijo mientras nos sentábamos—. Aún me falta tener su velocidad y resistencia para poder vencerla. Además, solo he podido aprender siete posturas de las doce que creo.

—No te desanimes, no es necesario que te las aprendas todas, sino que sepas cómo utilizarlas —le di unas palmadas en la espalda.

—Sensei —me volteo a ver—, antes de que se me olvide, ¿hay algo que quería preguntarle?

—De acuerdo, dime —lo invité a que continuará.

—¡Caw! —el graznido de Yuko lo interrumpió—. Nueva misión-avisó en el hombro de Masaru.

—¿Es en serio? —gritó resignado— Sensei, nos vemos, cumpliré la misión con éxito —se despidió y se fue.

Por favor, regresa sano y salvo.

—Tranquila Fuyuka —Yuki se posó en frente de mí—. Se ve que estás preocupada por Masaru, pero él estará bien. Después de todo, tú lo elegiste para ser tu sucesor.

—Sí, tienes razón. Confío en que regresara —le sonreí—. Yuki, ¿podrías buscar a Himejima-san y decirme dónde se encuentra?

—Claro, pero ¿para qué lo quieres?

—Para darle su regalo de cumpleaños, Himejima-san no es alguien a quien le gusten los festejos.

—Tan amable como siempre —comentó feliz por mi respuesta—, volveré enseguida.

¿Quién en su sano juicio entrena en el día de su cumpleaños?

Pensé mientras subía la montaña donde entrenaba Himejima. No muy lejos de donde estaba, logré escuchar el sonido de la cascada.