Capítulo XXVII

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—Hmm, ya veo

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—Hmm, ya veo. La seis, la Luna Creciente más débil, deberíamos de estar celebrando —regañaba Obanai a un Tengen lastimado—. Debería elogiarte o algo así.

—No, realmente no necesito tus halagos —contestó sin dudarlo.

—¡Es cierto! Llegaste muy tarde, ¿de verdad venías? —le reclamó Suma.

—Sssss —siseo Kaburamaru, asustando a Suma y a Hinatsuru.

—Lo siento, es mi culpa que Obanai llegará tarde —dije sin muchos ánimos.

—No se culpe Fuyuka-san, entendemos que estaban ocupados y tardarán en llegar —opinó Makio.

—Como sea, ¿en qué estabas pensando, al perder tu brazo y ojo izquierdo? —Obanai le preguntó molestó—. ¿Cuánto tiempo tardarás en recuperarte? ¿Quién tomará tu lugar mientras lo haces?

—Me estoy retirando, hombre. Simplemente, no puedo luchar más —suspiro Tengen—. Oyakata-sama me permitirá hacerlo.

—Bueno, al diablo con eso. No te lo permitiré —reclamó.

—Obanai, déjalo es su decisión. Además, cualquiera de nosotros hubiera muerto por ese veneno —opiné a su lado.

—Fuyuka en otras circunstancias lo hubiera aceptado, pero en estos momentos, demasiados jóvenes están muriendo sin mostrar signos de crecimiento —me mencionó.

—¡Oh, no! Los jóvenes definitivamente están creciendo —contestó contento—. El chico que desprecias, absolutamente está creciendo.

Miré alrededor mío y noté las auras de Tanjiro, Nezuko, Zenitsu e Inosuke. Todos ellos estaban heridos, pero vivos.

—¡Wow! Estás bromeando. ¿Sobrevivo... a esta pelea? —dijo sorprendido.

—No es broma, de verdad sobrevivieron y... salvaron bastantes personas —susurré abatida—a su edad, hicieron algo que ni yo pude hacer.

 salvaron bastantes personas —susurré abatida—a su edad, hicieron algo que ni yo pude hacer

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—Entiendo, vencieron a una Luna Creciente... —se levantó del futón Kagaya Ubuyashiki, quien estaba totalmente grave por la maldición—. Sorprendente trabajo Tengen, Tanjiro, Nezuko, Zenitsu e Inosuke.

Cuando Kagaya nombró al último niño, comenzó a toser sangre.

—¡Cien años! ¡Una situación que no ha cambiado durante cien años, ahora cambio! —Amane se acercó a ayudarlo—Amane —la llamó jadeante.

—Sí —contestó, limpiando la sangre de su boca.

—¿Entiendes? Esto es un presagio, que mi hija Fuyuka se haya encontrado con la Segunda Luna Creciente no fue casualidad. El destino está empezando a cambiar a lo grande —anunció—. Las ondas se extienden, probablemente se está apoderando de sus alrededores y causando una gran sacudida y finalmente llegarán a los pies de ese hombre —hizo una pausa—. Kibutsuji Muzan, definitivamente te derrotaremos dentro de nuestra generación. ¡Eres la única mancha en toda nuestra familia! —se desplomó en el futón.

—¡Padre! —gritaron sus hijos.

—Niños, calienten un poco de agua —ordenó Amane sosteniendo a su esposo—. Luego traigan la medicina y una toalla.

|Reescribiendo| El Pilar de la Nieve ❄️ (KNY X Oc)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora