Capítulo XX

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Después de hablar con Aoi, quien se marchó para continuar con sus deberes, y finalmente estar en buenos términos, solo me quedaba platicar con Tanjiro

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Después de hablar con Aoi, quien se marchó para continuar con sus deberes, y finalmente estar en buenos términos, solo me quedaba platicar con Tanjiro.

—Fuyuka-san, ¿qué le pasó después de separarnos?

—Mientras ustedes estaban con la falsa adivina, yo estaba con la verdadera.

— ¡¿Qué?! ¿De verdad?

—Sí, la causa de mi comportamiento fue porque no me gustan las adivinaciones y de seguro te preguntarás: «¿Por qué a Fuyuka no le gustan?» —Tanjiro se sorprendió—. La razón por la que no me gustan es porque hace cuatro años la misma adivina predijo la forma en la que morirían mi maestro y mis dos mejores amigos.

—Lo siento. No debí haberle preguntado por algo tan personal —me pidió perdón.

—No te disculpes, fui yo quien decidió contártelo —le sonreí para calmarlo.

—Por cierto, Fuyuka-san, ¿por qué cuando buscábamos a Zenitsu no pudo encontrar su aura?

—Bueno, yo siempre debo de permanecer calmada para lograr ver las distintas auras de las personas, pero si en algún momento llegó a sentir enojó, tristeza o cualquier otro sentimiento; esa será el aura que yo veré en todos los demás.

—Ahora entiendo mejor su habilidad, debe ser difícil manejarla.

—Deja las formalidades, puedes llamarme Fuyuka nada más, no tengo ningún problema. Y ahora, ¿por qué mejor no hablamos sobre el Aliento que utilizaste contra dos de las Lunas Menguantes? —le pregunté curiosa.

—Claro, pero ¿cómo sabe sobre mi Aliento?

—Un agradable búho me lo contó.

Tanjiro asintió confuso ante mi respuesta y me contó que el Aliento que usaba es una danza transmitida con una exactitud sorprendente de generación en generación.

Después de platicar con Tanjiro, me fui a mi residencia, encontrándome con Hinatsuru, Makio y Suma, las esposas de Uzui; las cuales al verme corrieron a saludarme y abrazarme

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Después de platicar con Tanjiro, me fui a mi residencia, encontrándome con Hinatsuru, Makio y Suma, las esposas de Uzui; las cuales al verme corrieron a saludarme y abrazarme.

Me llevó muy bien con ellas.

Las invité a pasar y a sentarse mientras preparaba té y al estar listo, les serví y hablamos un rato, hasta que finalmente me dijeron por qué habían venido.

—Por favor, Fuyuka-sama, ¿podría enseñarnos a ser unas cortesanas? —pidieron las tres al mismo tiempo.

— ¡Ah! Ahora entiendo por qué Tengen me pidió que investigará todo sobre el Distrito rojo.

—Con mucho gusto las ayudaré y, por cierto, ya les dije que solo me llamarán Fuyuka. 

—Claro, Fuyuka-sama —Hinatsuru inclinó la cabeza.

—Está bien, Fuyuka-san —dijo algo apenada Makio.

—Lo que tú digas, Fuyuka-chan —cuando Suma había terminado de decir mi nombre alegremente, Makio la golpeó.

— ¡Tampoco la llames tan familiarmente!

— ¡Waaa! ¡Makio-san me pegó! —lloró Suma.

— ¡Cállate, eres muy ruidosa! Molestas a Fuyuka-san —gritó molesta Makio.

— ¡Ustedes dos, compórtense! Estamos en la casa de Fuyuka-sama— Hinatsuru trató de calmarlas, pero fue inútil.

Al ver las intenciones de Makio de golpear otra vez a Suma porque no se callaba, me puse enfrente de Suma.

—Tranquila Makio, no me molesta en lo absoluto que me llamen, así —noté como su cuerpo se relajó y dejó en paz a Suma; la cual me estaba agradeciendo—. Bueno, empecemos.

Comencé a explicarles a las chicas, ¿cómo se dividía el distrito rojo?, las jerarquías, ¿cómo se llegaba a cada una?, la vestimenta y el maquillaje.

—¡Vaya, parece fácil! No lo creen Hinatsuru-san y Makio-san —comentó Suma.

—Por supuesto que esto es fácil, solo se lo tienen que aprender. Lo difícil será aprender el arte del baile, la música, la caligrafía, la poesía y la conversación. Esta última necesita de cierto nivel intelectual para una conversación sofisticada —le expliqué a Suma, quien se desanimó de inmediato—. No se preocupen, yo les enseñaré una manera más fácil de aprenderse todo eso.

Durante la primera semana les enseñé danza y música.

— ¡Wow! No sabía que podía tocar así de bien el shamisen Fuyuka-san —me elogió Makio—. ¿Quién la enseño a tocarlo?

—Mi madre lo sabía tocar, aunque nunca me enseñó a tocarlo, pero aprendí a hacerlo solo observándola —dije nostálgica—. Bueno, te enseñaré a tocarlo Makio —le entregué el shamisen.

En la segunda semana, tocaba caligrafía y poesía.

—Lo siento Hinatsuru, la oración está mal escrita, el kanji que utilizaste es el equivocado —le mostré su error—. Mira, te lo enseñaré otra vez.

Hinatsuru me pasó el pincel, el tintero, un pisapapeles y un pliego de papel mientras se acercaba a mí. Traté de explicarle de una manera más sencilla y fácil los dos silabarios hiragana y katakana, así como los caracteres kanji.

Y finalmente en la tercera semana sería la conversación.

Frente a ellas puse varios libros de matemáticas, biología, astronomía, física, historia y sociología.

—Bien, chicas, ¿por cuál quieren comenzar primero? —les pregunté mientras ellas tomaban y observaban los libros.

—Fuyuka-chan, ¿acaso usted sabe todo sobre estos libros? —inquirió Suma.

—Si no lo supiera, no se los estaría enseñando —caminé hacia Suma y tome el libro que tenía—. Entonces, empezamos con física —comenté con entusiasmo, ya que me gustaba mucho.

— ¡Historia, por favor! —exclamaron rápidamente las tres.

—De acuerdo —acepté algo desanimada.

No es tan difícil la física.

—Muchas gracias por su ayuda, Fuyuka —Hinatsuru, Makio y Suma, hicieron una reverencia.

—No fue nada, fue un gusto tenerlas en mi casa.

Estaba a punto de despedirme de ellas cuando de la nada recordé la adivinación: «El hielo revivirá tu dolor sin que puedas evitarlo».

—Hinatsuru, Makio y Suma —las llamé algo preocupada.

— ¿Sucede algo, Fuyuka-chan? —preguntó Suma.

—Por favor, tengan mucho cuidado en la misión.

—Tendremos cuidado —me aseguró Makio mientras Suma e Hinatsuru asintieron ante su respuesta.

— ¡Nos vemos, Fuyuka, adiós! —se despidió Hinatsuru por las tres y se fueron.

—Le aviso a Masaru que ya puede regresar-me indicó Yuki.

Y es que durante todo el tiempo que estuve con Hinatsuru, Makio y Suma, Masaru tuvo que irse porque no tenía habitaciones suficientes.

—Sí, dile que ya pude regresar.

Yuki se fue, mientras tanto yo iba a mi habitación por dinero para comprar el regalo de Muichiro y varias cosas para su cumpleaños, que sería mañana.

Masaru no tardó en llegar y le dije lo que iba a hacer.

—Pero, sensei tengo algo que decirle —me suplicó Masaru.

—Es de vida o muerte.

—No.

—Es sobre Oyakata-sama.

—No.

—Entonces, dímelo después del cumpleaños de Muichiro —fue lo último que le dije para después irme.

—Entonces, dímelo después del cumpleaños de Muichiro —fue lo último que le dije para después irme

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— ¿Qué te parecen estos, Fuyuka? —Shinobu me mostró unos banderines de color menta.

—Muy buena elección Shinobu, son perfectos —los tomé para ver cómo los acomodaría en el jardín de la Mansión Ubuyashiki.

—Fuyuka-chan —Mitsuri corría hacia mí con cesto—. Aquí están los ingredientes para el pastel de Muichiro-kun y los ingredientes para el daikon (rábano) con salsa de miso los trae Iguro-san. Iré ahora mismo a la cocina a preparar el pastel.

—Sí, Mitsuri-chan, iré en un rato más para preparar el daikon con salsa de miso —mientras acomodaba la decoración, Obanai e Himejima habían llegado.

— ¿Dónde está Kanroji? —preguntó Obanai.

—Fue a la cocina a preparar el pastel —le respondí—. Himejima-san, ¿podría ayudarme a colocar estos banderines en ese árbol, y yo lo colocó en el otro?

—Claro —al escuchar su respuesta le di el banderín mientras yo iba al otro extremo.

Coloqué un banquillo de madera debajo del otro árbol para subirme y atar el otro extremo del banderín.

—Fuyuka ¿tienes que subirlo un poco más? —me dijo Shinobu.

—Eso estoy tratando de hacer —le contesté y me puse de puntillas, pero aun así no alcanzaba mientras oía la risa de Shinobu.

— ¡No te rías! Soy más alta que tú por siete centímetros —cuando terminé de decirle eso, sentí dos manos en mi cintura y me levantaban.

—No te asustes, Fuyuka. ¡El gran Tengen vino al rescate! —anuncio.

— ¡Eso es genial! — terminé de atarlo y luego me bajo— Entonces, ayuda a Himejima-san a colocar los demás banderines —fui por ellos y se los di.

Mientras Tengen y Gyomei decoraban con la asesoría de Shinobu, llegaron Kyojuro y Giyu.

—Aún hay algo con lo que podamos ayudar —exclamó entusiasmada Kyojuro.

— ¡Por supuesto, Kyojuro! —le afirmé—. Tú y Tomioka-san podrían ayudarme a poner las dos mesas y las sillas que están en esa habitación— les señalé la habitación.

—Claro, vamos Tomioka.

Bueno, ya casi todo está listo, solo me falta preparar la comida y que llegue Sanemi, pero de todas está obligado a venir por ser un pedido de Oyakata-sama.

Entre los Pilares, Tokito Muichiro, es el más joven entre ellos, convirtiéndose en Pilar a los trece años, superando a la pelirroja que en su momento fue la más joven

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Entre los Pilares, Tokito Muichiro, es el más joven entre ellos, convirtiéndose en Pilar a los trece años, superando a la pelirroja que en su momento fue la más joven.

A Fuyuka no le molestaba organizar la fiesta de Muichiro, al contrario, estaba muy contenta por hacerla, aparte de ser un pedido de Oyakata-sama debido a la amnesia de Muichiro él no tiene ni idea de cómo relacionarse con los demás; por la cual todos los Pilares vendrían a festejarlo.

Fuyuka siempre tendía a mostrar preocupación por Muichiro desde antes que él se convirtiera en Pilar y para sorpresa de todos e incluso de Oyakata-sama, Muichiro siempre que estaba con ella, este llegaba a mostrar signos de su verdadera personalidad, por eso Oyakata-sama había decidido que Fuyuka se hiciera cargo del festejo, porque es la única persona que sabía sus gustos.

Ella siempre se preocupaba por sus compañeros, pero todos sabían que con Muichiro era especial.
Y la triste verdad de eso, es porque si su hermano menor siguiera vivo, tendría la edad de Muichiro.

Y la triste verdad de eso, es porque si su hermano menor siguiera vivo, tendría la edad de Muichiro

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Nota de la autora:
Feliz Año Nuevo, espero que cumplan todos sus propósitos.
El mío será terminar la historia en este año.

|Reescribiendo| El Pilar de la Nieve ❄️ (KNY X Oc)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora