—Fuyuka, explícame de nuevo, ¿por qué vamos a visitar específicamente esa casa de Glicinas? —me preguntó Iguro mientras señalaba dicha casa.
—Ya te lo dije —lo miré algo molesta porque ya se lo había explicado muchas veces—, Himejima-san había venido a verme para preguntarme si conocía a una chica llamada Reiko, a lo cual le contesté que sí y me dijo que él había salvado a una chica con el mismo nombre cuando me rescataron.
Y por una obvia razón no pude preguntarle como lucia, pero me contó que ella, en forma de agradecimiento, decidió trabajar en una casa de Glicinas.
—Eso lo entiendo perfectamente —exclamó con cierto fastidio—, mi única duda es, ¿por qué también vengo yo?
Al escuchar sus palabras, inmediatamente detuve mi paso y me perdí en mis pensamientos.
¿Qué se supone que debería responderte?
Fácilmente, podría decirte que tengo miedo de lo que me pueda pasar o más bien, de qué forma voy a reaccionar si resulta no ser la Reiko que yo conozco; te traje porque necesitaré de tu apoyo como amigo y que evites cualquier tontería que haga para no preocupar a nuestros compañeros, como lo hice anteriormente.
Pero por alguna razón, las palabras no salían de mi boca.
En ese momento Obanai se me quedó viendo seriamente y me dijo:
—¡Ay, olvídalo! Ya avancé demasiado como para regresarme —y continúo caminando hacia la casa de Glicinas y le seguí el paso.Cuando finalmente llegamos, una chica de cabello castaño nos recibió con una leve reverencia:
—Buenas tardes, son cazadores de demonios, ¿cierto?
La chica levantó la cabeza y me miró sorprendida con sus ojos rosas.
—Reiko —pronuncié algo nerviosa su nombre.
—¡Fuyuka-sama! —gritó mi nombre mientras corría a abrazarme —. ¡Me alegró tanto que estés viva!
—Yo... también estoy feliz de que estés viva —le susurre aliviada.
Después de un cálido abrazo, Reiko nos invitó a pasar.
—¡Por favor, síganme! —nos iba guiando por un bonito jardín.
—Reiko, si no es indiscreción, ¿cómo es que terminaste ayudando en una Casa de Glicinas? —le pregunté con intriga.
—Pues verás, mientras estaba huyendo de los muñecos de hielo, uno de ellos llegó a atacarme y lastimarme, haciendo que gritara del dolor —hizo una pequeña pausa y continuó—. Ese día pensé que sería mi fin, pero gracias al ruido que hice, Himejima-san pudo oírme y salvarme —en aquellas últimas palabras noté su felicidad—. Y al no tener un lugar a donde ir, Oyakata-sama me ofreció vivir en una Casa de Glicinas.
Luego de contarnos su historia, deslizó la puerta de una habitación para que entráramos.
—Iré por comida, volveré lo más rápido que pueda —nos comentó y se fue.
—Supongo que te debes de sentir mejor al saber que está viva —opinó el azabache, mientras yo solo me limitaba a sonreírle.
La verdad es que no existían palabras para demostrar la felicidad que sentía.
Debido a eso no me percaté de que Reiko se había acercado a Iguro para ofrecerle uno de los bocadillos que había traído y como este no reaccionaba, Reiko se acercaba más logrando que Kaburamaru saliera a su rescate.
—¡AHHHH! —gritó asustada la castaña, cayéndose en el acto y rápidamente fui a ayudarla.
—Fuyuka, nos vemos después, tengo algo que hacer —me comunicó rápidamente Iguro y salió de la habitación, literalmente huyendo.
Perdóname.
—Lo siento, Reiko —me disculpé a la vez que la ayudaba a levantarse—, pero Obanai no es bueno con las mujeres.
—¡Oh! No tienes por qué disculparte, fue mi culpa por haberme acercado demasiado —dijo apenada.
Tu tranquila y yo nerviosa porque se va a quejar conmigo todo el camino de regreso por esto.
—Fuyuka-sama, te parece bien si nos sentamos y platicamos un poco —sugirió.
—Claro, ¿sobre qué quieres hablar?
—¿Hace cuánto tiempo recuperaste la memoria?
—Hace cuatro años. Espera, tú ¿sabías sobre mi pérdida de memoria? —la cuestioné sorprendida.
—Sí, porque yo también cuide de ti cuando estuviste inconsciente —me respondió con cierta tristeza—. Solo que le pedí a Oyakata-sama y a Himejima-san que no te hablarán de mí.
—¿Por qué harías eso?
—Porque... no quería que recordarás a ese monstruo y el sufrimiento que te causó, fue lo mejor que pude hacer para no afectar más tu salud, incluso si eso significaba olvidarte de mí —exclamó al borde del llanto—. Yo... solo quería que tuvieras una vida feliz, libre de demonios como mi hermana lo hubiera deseado. Sin embargo, tomaste un camino distinto y eres feliz de todas formas, ¿verdad? —dijo con lágrimas en los ojos.
—Sinceramente, no lo sé —le respondí con sinceridad—. Hay cosas que me hacen feliz y otras que me ponen triste o peor.
—Ya veo, pues a mi parecer eres feliz.
—¿Cómo puedes saberlo, cuando ni siquiera yo lo sé?
—Por tu mirada —se limpió las lágrimas de sus ojos—, mucha gente dice que los ojos son las ventanas del alma y nadie en el mundo es la excepción —y al decir esto me tomo de los hombros y me miró fijamente—. Dime, ¿quién te hace tan feliz?
—¡¿EH?! ¡No sé dé que me estás hablando, Reiko! —exclamé confundida.
—No te hagas la tonta, tus ojos lo dicen, definitivamente hay alguien que te hace sentir mariposas en el estómago o hacer latir tu corazón más rápido cada vez que lo ves —me sonreía coqueta.
Al oírla fue inevitable que no pensara en él.
—Estás equivocada, no hay nadie así —traté de sonar lo más indiferente posible e inconscientemente desvié la mirada hacia otra parte.
—Mentirosa.
—No lo soy.
—Si lo eres.
—Que no lo soy.
—Entonces, mírame a los ojos y dime que no estás enamorada —me retó.
—Bien —la miré a los ojos—, yo n-no es-es-estoy en-ena— ¡AGH! —es imposible, no puedo negar algo que es verdad.
—Lo sabía —sonrió triunfante y siguió aferrándose a mí.
Trataba de apartarla sin hacerle daño, pero era muy difícil para mí hacerlo porque Reiko era más alta que yo; me estaba desesperando.
—Vamos, dime, ¿cómo se llama?
Repitió tantas veces esa pregunta, que ya harta finalmente se lo dije:
—¡Sanemi! El chico que me gusta se llama Sanemi, contenta.
Un silencio se hizo presente en la habitación y Reiko me soltó completamente feliz y algo pensativa, y en un solo segundo la voz de Iguro hizo acto de presencia.
—¿Te gusta, Shinazugawa? —preguntó sorprendido.
—No.
—Fuyuka, literalmente lo gritaste hace unos segundos.
Ya sé que lo grité, pero aún no quiero aceptar mis propias palabras.
—¡Oh! Entonces, si tú también lo conoces, quiere decir que mi suposición es correcta, es un cazador, pero, no cualquier cazador, sino que es un Pilar; la categoría más alta entre los cazadores —opinó en voz alta y me tomo de la mano—. Tienes totalmente mi bendición para casarte con él.
—Reiko —la llamé—, no digas cosas que jamás pasarán —aparte su mano de la mía—. Ya vámonos, fue un gusto verte.
Había un silencio incómodo, no me gustaría despedirme de ella de esta manera.
Y antes de pasar la puerta para irnos, decidí contarles la verdad a los dos o los tres contando a Kaburamaru.
—Reiko, en serio me alegro verte, así que no pienses mal por lo último que dije, es solo que —sentía un nudo en la garganta, pero tenía que decirlo y junte todas mis fuerzas para poder continuar—, mis sentimientos nunca iban a ser correspondidos porque a él le gustaba alguien más.El camino de regreso fue silencioso y para mí era agradable, lastimosamente, no duro mucho.
—La chica que le gustaba a Shinazugawa era la hermana mayor de Kocho —comentó sin temor y lo golpeé en la cabeza.
—Mil maneras de iniciar esta conversación y elegiste la peor —espeté—. Entonces, también llegaste a escuchar los rumores
—Sí, pero solo trataba de asegurarme de quién era, aunque me alegra que no haya sido Kanroji —susurro, pero alcancé a oírlo.
—Obanai —lo agarré del cuello del uniforme —, en serio te estás ganando a que te golpee de más —lo mire amenazante—. Podrías dejar de pensar un momento en ti y enfocarte en mí con este problema o también me dirás qué fue mi culpa que Kanae muriera.
—Fuyuka, cálmate, en ningún momento he dicho eso —trató de tranquilizarme junto a Kaburamaru.
—Lo siento —lo solté y me senté en el césped —. Por actuar tan a la defensiva, es solo que no es un tema de mi agrado por varias cosas.
Acto seguido, él también se sentó a mi lado junto a Kaburamaru que se acercó a mí. Y en cuanto vi que él quería decir algo, lo interrumpí.
—Sé lo que vas a decir, que, si fue Sanemi el que me culpo por la muerte de Kanae, lo cual es cierto, pero te contaré como llegó a pasar todo esto.Nota de la autora:
Ya volvimos con la historia y les quiero ¿Que les parece la historia hasta el momento?Me interesa saber su opinión porque no quisiera aburrirlos con los personajes que aparecen o las relaciones en el pasado de Fuyuka, aunque yo siento que es importante.
Rumor de la era Taishō:
Fuyuka: La escritora en realidad ya sabe como va acabar la historia y según ella ya vamos a la mitad, también dice qué hay un final original con su epílogo, cuatro finales alternativos, cinco especiales (son capítulos narrados por otros personajes) y una sección de curiosidades.
Escritora: Exacto, todo eso ya está planeado, solo falta lo más difícil que es escribirlo 🥹 es que la inspiración vine y se va mucho tiempo.
Fuyuka: Tal vez sino procrastinara tanto ya hubiera acabado, pero bueno que se le puede hacer, con que la acabe sus lectores serán felices... o no.
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|Reescribiendo| El Pilar de la Nieve ❄️ (KNY X Oc)
Fanfic"Todo lo qué hay en este mundo existe para acorralarte" ~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~ 💠Publicación: Abril del 2021 💠Finalización: 8 de junio del 2023 ⚠️La historia entrará en un estado de edición⚠️ 💠Los personajes d...