My first love ( + 18 ) Tn & Jungkook

19

TN

Escondidos de los demás vivíamos nuestros encuentros y nuestro amor, solo lo sabían Jin y Eung-ji que eran nuestros cómplices.

—Sal nena, no hay nadie —salí corriendo hacia mi habitación con el corazón acelerado, subía las escaleras con miedo de que Jimin me encontrase saliendo del cuarto de Jungkook.

Me tendi en la cama de golpe y rode de un lado a otro siendo la mujer más feliz del mundo.

Las noches con Jungkook eran de un nivel superior, y sus besos y caricias eran mi debilidad.

—¡Vamos mocosa que llegamos tarde! —mi hermano me llamó cómo todos los días.

Llegamos a la clase especial de arte, entramos Jungkook y yo juntos.

Seung se acercó a nosotros.

—Hola TN, estás muy guapa hoy —me dió una de sus mejores sonrisas.

Jungkook se tensó ante el comentario, pero no podía decir ni hacer nada, todo lo nuestro era un secreto y mi hermano no debía enterarse por nuestro bien, y es que no lo entendería.

Éramos dos personas que estaban viviendo una historia de amor a escondidas. Jungkook debía entenderlo .

—Gracias Seung —respondí todo lo normal que pude para no molestar a quién cuando miré de reojo tenía los puños apretados.

—¿Podemos salir ésta noche a tomar algo? —Jungkook soltó el aire molesto.

Se separó de nosotros y se fue a su asiento bastante cabreado.

—Lo siento, pero es que estoy saliendo con alguien, de todas formas muchas gracias por la invitación, eres un chico estupendo Seung —me despedí y fui a sentarme junto al que miraba su teléfono con el ceño fruncido.

—No te enfades, solo quiero estar contigo, eso ya debes saberlo —toqué su mano y la bajamos debajo de la mesa para acariciarnos. Rodaba su dedo nervioso.

—No estoy enfadado porque quieran estar contigo, bueno...si por eso también, joder estoy celoso —apreté mis labios para no reir al ver su cara de celos—. Pero lo que me duele es no poder ir por ahí cogido de tu mano o besarte delante de todos y dejar claro que somos novios.

Se me aceleró el corazón y sonreí sin poder esconder la sensación que estaba sintiendo.

—¿Somos novios? ¿De verdad?

—Nena, yo nunca he tenido novia ni sé lo que esa palabra significa, pero lo que yo siento por tí tampoco lo he sentido por nadie, así que...¿quieres ser mi novia? —puso su mano en mi pierna y su sonrisa quedaría grabada para siempre en mi mente. La pintaría algún día. La plasmaría en un lienzo y la colgaría en la parte más iluminada de mi futura casa, en esa donde los dos estaríamos casados y felices. Porque conseguiría que se sintiera seguro a mi lado.

—¿Me das unos días para pensarlo? —su expresión de incredulidad me mató, no llegué a reírme porque no podía ser tan cruel con él.

Me puse dubitativa por un momento y luego lo miré fijamente.

—Ya lo pensé, sí quiero ser tu novia —me dió una palmada fuerte en mi nalga.

Se acercó para hablarme al oído.

—Lo dicho, he creado un monstruo —apretó mi nalga y subió un poco hacia arriba—. No me provoques que estamos en un lugar público.

Cerré los ojos un instante por la sensación caliente que me provocó.

El profesor entró en ese momento y nos separamos, se puso delante de la clase para hablarnos.

—Dentro de tres días es la fecha límite de entrega del trabajo que os dije que debíais hacer. Quién no entregue el paisaje silvestre quedará fuera de esta clase, son las normas de dirección.