My first love ( + 18 ) Tn & Jungkook

2.18

TN

Me quedé allí de pie con mis sentimientos hechos mierda y mi corazón latiendo a toda velocidad. Respiré por fin y cerré mis puños por la rabia que sentía al ver que no estaba nada preocupado por no haber hablado conmigo. Al revés, se lo estaba pasando genial.

¿Cómo podía estar besando a otra?

Yo solo estaba enfadada por como se había comportado, pero eso no quería decir que él se pegara a una chica para comerle la boca cuando tuviera la oportunidad.

—¿TN? —Taehyung me vio allí parada de forma patética. Abrió la boca.

Sí Tae, soy yo y lo he visto todo.

Vi como Jungkook separó con fuerza a la chica de su cuerpo y me buscó con la mirada. Lo había pillado y no lo esperaba, por eso dió un paso precipitado hacia adelante cuando supo donde estaba.

—Nena no es lo que parece —dijo su frase preferida desde que lo conocí.

—¡Vete a la mierda! —le grité y corrí hacia el interior de la fiesta. Otra niñería de las mías. ¿Qué hacía corriendo con la edad que tenía? Si yo soy así, que le hago.

En mi camino choqué con una pareja que estaba echada en la pared tocándose hasta lo imposible.

—Perdón...perdón, seguid con lo vuestro —y salí a correr de nuevo.

No llegué muy lejos porque los malditos zapatos de tacón, y el vestido ajustado no daban para correr los cien metros lisos.

De pronto me cogieron por detrás de la cintura y se pegaron a mi cuerpo fuertemente, era Jungkook, no cabía ninguna duda.

Su aroma varonil, sus manos fuertes y su cuerpo duro eran inconfundibles, temblé...¡maldita sea! Siempre tenía esa reacción ante su proximidad.

—No huyas de mí por favor —decía con un susurro en mi oído, jadeé cuando su aliento cálido rozó mi cuello.

Me pasó la palma de la mano por la cara, yo cerré los ojos. Sabía como calmarme.

—Déjame Jungkook —mi voz era tan patética que decía lo contrario. No me dejes Jungkook.

—¿Qué has dicho? —volvió a susurrar en mi oído...¿quería dejar de hacer eso?

Me giró hacia él y me agarró de nuevo por la cintura. Quedó pegado a mí y yo a él, después de todo no tenía fuerzas para separarme. Tocó mi pelo y pasó un mechón por detrás de mi oreja. Me miró de forma que ya estaba perdida.

—Te crees muy irresistible para todas las chicas, ¿verdad?

—¿Estás celosa? —dijo con el ego más grande que la erección que tenía dando en mi estómago.

—No lo estoy —claro, y el coco se come con cascara—. Pero me da asco tu comportamiento de machito Alfa.

Baja a mi oído y pasa la punta de su nariz por detrás de mi oreja y mis bragas nadaban felices. Siento su respiración porque el aire caliente pasea mi cuello, luego pone sus labios en mi oído.

—No te asustes nena, creo que te he dejado claro que a la que quiero es sólo a tí, ¿no crees?

Me estremezco y creo que voy a desintegrarme.

Respiro de golpe porque no lo estaba haciendo, y me armo del poco valor que me ha dejado.

—P-pues a-ahora voy a besar al primero que vea y verás cómo se siente eso —le dije enfadada.

—No creo que lo hagas -- sonrió demasiado sexi —mis besos no los puede igualar nadie y sé lo que te hacen disfrutar —mordió su labio y se acercó lentamente para besarme.