Tn cree que Jungkook es perfecto para su vagina y para perder con él su virginidad, pero ella es la hermana de Jimin su mejor amigo... está prohibido mirar, tocar y menos tener sexo con ella.
❎. No está permitida ni la copia ni la adaptación de ésta...
Al ver que Rebeca entraba en el aula me separé de Jungkook rápidamente. ¿En qué estaba pensando?
En sus labios, en que te llevase contra la pared desesperado. ¡Mierda! TN, entra en razón de una puta vez ya...
—Hola, ¿que hacéis? —dijo finolis.
—Nada —me adelanté a decir— que Jungkook me pidió que mirase su pintura para pedirme opinión, solo eso.
—Ah...cielo haberlo dicho antes, sabes que tengo el primer premio del concurso de paisajes de la región. Te puedo dar mejor opinión que ella.
A que le digo que estuvo a punto de besarme su novio...
Solo es para chincharla y que se le quite esa cara de prepotente que tiene.
—TN también es buena en ésto —me defendió serio Jungkook.
—¿Sí? —me miró—. ¿Has ganado algún premio?
¿Para que me preguntó si no me dejó contestar. Rápidamente dijo:
—Yo he ganado tanto en estatales como en regionales.
Pues para tí idiota. Vas y te los comes.
—Me alegro por tí —le puse una sonrisa falsa.
—Kookie —miró ahora a Jungkook —mi madre dice que para tu cumple te tiene preparado un pastel de los que tanto te gustan, y que lo comeremos con tu abuela todos juntos —se lo decía agarrada a su brazo.
Jungkook me miró para ver mi expresión, dentro de mí luché para que no se notara mi desilusión. Recordé cuando me llevó por primera vez a la casa de su abuela para luego declararme su amor para siempre. Pero las circunstancias eran otras ahora. Por lo que pude ver Rebeca también iba por allí.
—Me voy, adiós, tengo cosas que hacer —los dejé sin mediar una palabra más.
Por los pasillos iba yo bastante afectada por el imbécil de Jungkook, no sabía cómo iba a quitarme de la cabeza sus labios, su actitud pecaminosa y todo lo que me arrancaba cada vez que me sentía desilusionada.
—!UH! —me dijo de pronto Yoongi.
Yo me cogí el pecho.
—¿Qué haces? —me sonreía con su magnífica sonrisa.
—Primero asustarme y luego nada importante —le dije sonriendo también.
—Quería pedirte que vinieras conmigo a la fiesta que organizan los del último curso —¿otro con la fiesta?
Yoongi era un chico que vestía como si estuviera en una banda callejera pero de las buenas, de esas que sus ropas son de mafiosos pero de importación. De los de billete.
—No pasa nada si no quieres, seguiré dando la lata a tu lado en la clase no te preocupes —me guiñó un ojo.
No era por mí, era por Jimin. Tal vez su apariencia no le gustara aunque yo sabía que nada tenía que ver con su forma de ser.
De los peligrosos pero no tanto, así parecía.
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