✨Cap. 11✨

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Semanas después... Su relación había mejorado desde que solo ustedes dos vivían juntos, las pelean se habían mermado y solo se la pasaban teniendo sexo, o viendo películas como el los viejos tiempos. Podría decirme que están perfectamente bien.

—¿Aun sigues con dolores? —Preguntó tu esposo tomando asiento al lado de la cama.

—Aun duele —Dijiste posando ambas manos en tu vientre, dolía demasiado —te dije que esa comida sabia raro.

—La culpa la tienes tu, que comiste dos platos amor —Te dijo al recordar que también habías comido de su plato.

—¿Vas a juzgarme? —Dijiste haciendo puchero.

—No, pero si quieres seguir entrando en ese vestido que tanto te gusta, debes de dejar de comer un poco —Te abrazo.

—Debes alimentar a la bebé —Besaste su cuello.

—¿Que? —Preguntó confuso.

—A mi —Sonreiste. Este se acerco más a ti para darte un beso en tus labios.

—¿Te hiciste la prueba? —Preguntó, tu negaste.

—Lo haré en la noche, lo prometo —Llevabas varios días cambiando de tema, al tener miedo de hacerte la prueba, no querías hacerte ilusiones.

[.....]

Aun no eran ni las 19 P.M pero estaban arreglando el departamento. Sweet Pea quiso hacerse cargo completamente de la renta, no te opuciste para no hacerlo sentir mal; tu esposo llego a sala, donde te encontrabas bebiendo un zumito.

—Encontré esto en la habitación —Dijo arrojando en la mesa un pequeño sobre, sabias perfectamente de quien era la carta, era la que Kurtz te había mandado hace bastante tiempo con tu padre, aun no habías tomado la confianza para leerla.

—¿Ahora revisas mis cosas?

—Es demasiado ridículo, ¿no crees?

—Ridículo es que revises mis cosas —Molesta —¿por que revisas mis cosas?

—No la leí —Afirmo.

—¿Dudas de mi?

—No, pero me dio curiosidad —Mencionó, había un pequeño corazón en la carta, pero no había un nombre en el —pero no me interesa lo que dice.

—¿No tenias curiosidad, amor? —Tomaste la carta para tratar de dársela. Tu estrategia era tratar de dársela, así se negara y no la volviera a buscar de nuevo.

—Si, pero si aceptó dejaras de hablarme, así que estoy bien, cariño.

—¿No fue suficiente revisar mi celular? —Cuestionaste —¿quieres mi laptop también?

—Espera amor... —Te detuvo, desde su punto de vista estabas siendo muy injusta —revice tu celular por que tu lo hiciste con el mio, tu empezaste. Pero quería invitarte a salir.

—Si fue mi error —Te quejaste —¿salir a donde?

—Una cita, amor.

—¿Crees que deberíamos invitar al dueño de esa carta? —Dijiste —¿no lo crees, cielo?

—Estaré en el bar, por si me necesitas —Dijo dándose por vencido, después de tanto tiempo juntos había aprendido que no era bueno tratar de discutir contigo cuando estabas enojada.

Tu esposo se fue dejándote completamente sola, miraste detenidamente aquella carta, pero no querías abrirla, no querías saber de que se tratara.
Tratabas de dejar a Kurtz en el pasado, pero muchas veces era imposible no recordarlo, más cuando guardabas el collar que una vez te había dado, era lo único que los unía hasta el momento. Fuiste a la habitación para esconder la carta junto al collar que tenias. Mientras movías cosas en la habitación, te topaste con la prueba de embarazado que le habías pedido a Sweet que comprara.

—Dame suerte, Luna —Dijiste tomando el test, para ir al baño y comenzar a realizar el procedimiento que decía detrás de caja. Habían sido los cinco minutos más largo de toda tu vida, tenias los mismos nervios cuando te habías hecho el test en Riverdale High enterándote de tu primera bebé. Fue un lindo recuerdo.

[.....]

Tu enojo se había pasado por el simple hecho de que estabas súper feliz. Pero era una emoción que por ahora debías mantener en secreto, fuiste a la tienda a comprar algo para envolverlo en una pequeña caja, que se la darías a tu esposo; al tener todo fuiste al bar en busca que tu hombre, apenas llegaste lo notaste ablando muy animadamente con una mujer, "Serie genial" fueron sus palabras, odiabas sentir celos.

—Lo pensare... —Dijo por ultima vez hasta ser interrumpido por ti.

—Hola, amor —Ambos voltearon a verte —lo siento por arruinar su animada conversación.

Aquella mujer te miro de pies a cabeza, para luego posar nuevamente su atención sobre tu esposo, tu paciencia no era la mejor cuando se trababan de celos y mujeres.

—Tienes dos segundos para largarte, bruja —Mencionaste.

—Te llamo luego, Sweet Pea.

—Llamalo y sera lo ultimo que hagas, lo prometo —La amenazaste sutilmente, la mujer te miro por ultima vez para irse, tu novio sonreía por tu actitud —no puedo dejarte ni dos segundos, ¿quien era ella?

—No lo sé, pero me hizo una buena oferta —Mencionó ~No juegues con fuego, cielo~ pensaste —¿tal vez deba aceptar, no lo crees?

—Creo que la pregunta seria, ¿vas a aceptar salir con esa bruja?

—Ajah —Respondió divertido tratando de sonar serio.

—¿Estas tratando de ponerme celosa?

—Por supuesto que si —Afirmo —y creo que funciono a la perfección. Todos año le llamaran loco, pero amo ver esa expresión en tu rostro —Te miro aun mejor, tenias su seño fruncido y brazos cruzados —te vez linda celosa, amor.

—¿Tu realmente quieres volverte soltero, verdad?

—Quería una cita con mi esposa, pero esta molesta conmigo —Mencionó.

—Bien... —Suspiraste —vamos a la cita, antes de que me arrepienta.

—Buena elección —Se acerco a ti por detrás, para abrazarte y besar tu cuello —¿donde quieres ir?

—Creí que todo estaba listo.

—Algo así —Salieron del bar, fueron hacia la moto de tu esposo para ir a aquella cita que tanto ansiaba tener.

Fueron primeramente al cine, Sweet Pea se encargo de ir a comprar algo, mientras tu comías tus gomitas de ositos que antes habías comprado. Tu novio apareció con dos cafés en la mano.

—Un café para la mujer más hermosa —Dijo dándote aquel café.

—Gracias, cariño —Recibiste el café, eras muy fanática, pero podía dañar al bebé.

—Primero veremos una película, y luego a comer —Menciono —y luego haremos lo que tu quieras, amor.

—Solo hay un problema —Le trataste de devolver el café —no puedo beber café.

—Lo se —Dijo recordando los millones de libros que le hiciste leer sobre embarazo y cuidado de bebes, el aun no sabia sobre el bebé a bordo, pero sabia que debías cuidar tu cuerpo cuando pensabas quedarte embarazada —pero yo si puedo beberlo por ti —Choco vasos —Dentro te comprare tu malteada favorita, sera mejor que nos apresuremos.

—Quiero dos malteadas, ya que tu tienes dos cafés —Dijiste siguiendo sus pasos, el acepto tu propuesta. Pero más que dos malteadas, termino comprando palomitas y dulces varios.

🐍Sweet Pea y Tu🐍 | ObsesiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora