Segunda Temporada.
-Obsesion-
El inició de una vida mejor, era lo que todo el mundo esperaba de esta realidad.
En algún punto de nuestra existencia, ¿Alguien puede amar sin llegar a la obsesión?
La mente es tan poderosa que te hace dudar demasiado...
—¡Sueltame! —Habías logrado soltarte del agarre de aquel chico, este te miro con desaprobación pero en ningún momento hizo un intento de querer lastimarte, jamás lo habías visto.
—Supongo que no quieres dejar sin madre a una niña pequeña.
—¿Quien rayos eres tu? —Le cuestionaste molesta, no entendías lo que estaba pasando o si debías salir corriendo por tu vida, o si corrías y iba a sacar un arma para acabar contigo.
—Lo único que debes hacer es estar callada y seguirme.
—No voy a seguirte a ningún lado, idiota.
—No me lo hagas repetir, linda.
—¡Vete al diablo! —Exclamaste tratando de seguir tu camino ya que no detenia tu paso.
—No creo que a tu novio le quede mucho tiempo, si no quieres que el tiempo se acabe para el, solo haz silencio y sígueme.
—¿De quien hablas?
—Un hombre un poco alto, cabello ondulado vestía de negro ojos cafés, demasiado... Amable —Dio su descripción —Le mencionaron tu nombre y el muy idiota prefirió quedarse callado.
—Si voy contigo, ¿Que pasara?
—¿Que quieres que pase? —Cuestiono y no sabías que responder, podría ser una mentira pero a estas alturas todo podía ser posible — camina.
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Aquel chico te había llevado a una enorme casa alejada, casi en medio del bosque. No viste a Kurtz y solo comenzaste a forcejear y el castaño te cargo para que no trataras de escapar, subieron una escalera y otros sujetos abrieron una puerta.
—No trataría de escapar si fuera tu, hermosa —Te empujó dentro de la habitación haciendo que cayeras en la cama seguido al piso por el rebote, te levantaste de inmediato para comenzar a golpear la puerta.
—¡Abran la maldita puerta!
—T/n... —Escuchaste decir, te diste vuelta lentamente para encontrarte con Kurtz —Princess.
—Oh Dios... —Te acercaste a el para abrazarlo con todas tus fuerzas, te sentías aliviada de saber que estaba bien —estas bien... Gracias al cielo que estás bien.
—¿Te lastimaron?
—Tuve miedo de perderte.
—Eso jamás pasará.
—Puedo vivir sin muchas cosas, pero no sin ti —Tomaste de su mano para sentirlo más cerca.
—Eso jamás pasará —Recalco nuevamente — Lo prometo.
—Debemos salir de aquí —Soltaste de su mano para ir hacia la ventana en busca de una salida, estaban corriendo peligro y debian escapar inmediatamente.
—No podemos hacer eso.
—Debe haber una salida —Seguiste revisando la ventana tratando de abrirla.
