✨Cap. 14✨

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—Creo que escuchaste perfectamente —Dijo molesta, una de las cosas que más odiabas era que terceras personas te dijeran que hacer —No se lo que intentas hacer, pero detente. Y ahora, antes de que sea tarde.

—¿Intentas pretender que conoces a Jones, más que yo? —Te cruzaste de brazos —¿es eso?

—Jughead es un buen hombre, y tu solo interfieres en su vida —Agrego —no debo ser adivina, para saber que no eres buena.

—Creo pensar que esto va más allá de querer su bien, ¿te gusta, cierto?

—Jughead estaba perfecto antes de que llegaras —Se quejó —¿sabes lo difícil que es para el, todo esto? Trata de olvidarte, y tu no lo ayudas a hacerlo, te pido que dejes de acercarte a el.

—Gracias... —Sonreiste levemente —tal vez lo tome en cuenta para la próxima.

—Eres una mujer casada, supongo que no quieres que se entere de lo que haces mientras el trabaja.

—Este es tu método de convencimiento, ¿amenazándo?

—¿Debería hablar con Sweet Pea? —"Te estas en metiendo en el terreno equivocado " pensante al escuchar su amenaza.

—No hay nada que no se pueda solucionar con sexo —Mencionaste —te doy mi permiso para que hables con el, dile cada detalle.

Al parecer la morena quería una enemiga, y tu no eras la indicada para ser lo, aveces lucías tranquila, pero eres lo opuesto a lo que aparentas ser.

—No creó que me quieras de enemiga.

—Solo deja a Jones, tranquilo —Volvió a repetir sus palabras.

—¿Tranquilo? —Arqueaste una ceja —no creó que el quiera eso.

—Solo no lo lastimes.

—No tenia planeado hacerlo, pero al parecer esto se pone más divertido —Dijiste divertida —veremos que tan buena eres con el, después de que le diga sobre tus amenazas.

—Cuando escuche hablar de ti, de la boca de Jones siempre te pone como la buena de la historia, y eres la peor —Dijo mirándote con odio —no entiendo lo que ve en ti.

—¿Ese es el problema? —Miraste hacia la parte de la barra, Jugh no tardaría en llegar a la mesa —si Jughead no se fija en ti, no es mi problema.

—Tu sándwich con extra de aderezos —Anuncio Jugh llegando a la mesa —y tu batido de chocolate.

—Me conoces perfectamente —Le sonreiste —¿te sientas conmigo?

—Claro —Sonrió —Tabitha...

—Si, adelante —Dijo molesta, tu sonreírte victoriosa al haber ganado.

—Tabitha —Dijiste llamándola, ella se dio vuelta para mirarte con cara de pocos amigos —¿le traes una malteada a Jugh?

—Yo pued...

—De vainilla —Dijiste interfiriendo al hombre —y asegurate de ponerle chispas de chocolate.

—En un segundo la traigo —Respondió mordiendo su labio de la bronca que le había dado, para luego prestarle atención a Jugh.

—Espero que aun siga siendo tu favorita.

—Lo es —Afirmo.

[......]

—Si no llegó temprano a casa, Sweet Pea se molestara conmigo —Le dijiste viendo la hora —Debo irme.

—T/n —Te detuvo, tu le prestaste atención —¿saldrias conmigo uno de estos días?

—Por supuesto —Te acercaste para depositar un beso en su mejilla —yo te diré el día.

Y así fue como fuiste a casa, mantener tu mente fría no era nada fácil cuando tenias a medio pueblo en contra de ti, ¿debías ser la víctima después de todo? Esa era una buena pregunta; entraste al apartamento, Sweet Pea se encontraba en el sofá bebiendo una cerveza mientras veía el partido.

—23 Pm —Dijo mirando el reloj —¿donde estabas?

—Te compre un postre con fresas —Le dijiste dejando la caja en la mesa de la cocina, y luego quitar tu abrigo.

—Suena bien —Respondió poniéndose de pie para ir junto a ti —pero aun no haz respondido mi pregunta.

—Tengo una idea —Te acercaste a el, para ponerte de puntitas y besarlo. Un beso que se volvió algo intenso.

—¿No responderás? —Indagó separándose un poco del beso.

—Solo callate y follame —Le dijiste mordiendo tu labio inferior, el sonrió pícaro para subirte en la barra de la cocina y comenzar con el juego que habías comenzado.

Comenzaron a quitarse su ropa, el tacto de sus cuerpos era demasiado adictivo y no querían dejar de sentirse mutuamente. Se decidieron de toda su ropa hasta quedar en ropa interior. Bajaste tu mano hasta llegar a su miembro y acariciar sobre la tela, Sweet Pea dio un leve jadeo.

—¿Me extrañaste, amor? —Le dijiste viendo sus labios.

—Como no tienes idea —Respondió, quito tu brasier y comenzó a besar, morder y pellizcar tus pezones mientras tu seguías con tu mano en su miembro, masturbandolo —nunca lo hemos eso en la cocina, ¿o si?

—¿Deberíamos recordar? —Le dijiste. Quitaron todas sus prendas hasta quedar completamente desnudos, Sweet Pea roso su miembro en tu entrada.

—Dime que lo quieres, dime que quieres que te folle —Beso tu cuello.

—Follame, Sweet Pea —Dijiste entre gemidos, como buen esposo que es correspondió a tu suplica. Entro en ti de una forma brusca haciéndote gemir de placer y de dolor a la vez.

[........]

Al día siguiente te levantaste al sentir el perfume de tu esposo por toda la habitación, dándote a entender que pronto se iría al trabajo. Abriste lentamente tus ojos para ver a Sweet arreglando su ropa.

—Lo siento, me olvide de planchar la camisa —Le dijiste.

—Buenos días —Sonrió —¿dormiste bien?

—Me duele la cadera —Te quejaste.

—Creo conocer el motivo —Sonrió pícaro —por cierto, hoy volveré tarde a casa.

—No me gusta estar sola —Le dijiste.

—Lo se, llamare a Cheryl para que te haga compañía —Agrego —¿de acuerdo?

—Bien —Dijiste no muy convencida —después de todos, necesito ropa nueva.

—¿Que paso con la que tienes? —Pregunto dándote un beso en la frente para tomar sus llaves.

—Creo que subí de peso —Le dijiste, obviamente era por el bebé pero el aun no lo sabia —comer pizza engorda.

—Te comprare algo nutritivo, entonces —Tomo su chaqueta de serpiente —nos vemos en la noche, amor.

Cuando el se fue, solo te dedicaste a ver unos libros de bebes y escuchar canciones que al parecer relajaban al pequeño dentro de la panza, aunque fuera muy pequeño, apenas ibas a cumplir un mes y era desesperante saber que aun debía estar allí por mucho tiempo. Limpiaste un poco la casa, respondiste unos correos de tu padre, quien estaba pendiente de tu vida, aunque el no sabia que habías ido a Riverdale, para luego ver tu celular que no dejaba de sonar.

—¿Hola?

—T/n, necesito que me escuches atentamente —Dijo Cheryl en un tono alterado.

—¿Paso algo malo?

—La lunática de mi madre escapo de prisión —Dijo, al principió no le tomaste importancia al recordar lo loca que era la madre de Cheryl, pero al seguir escuchándola tu expresión cambio —Lo que quiere decir, que Kurtz tal vez hizo lo mismo. Cierra las puertas, y quedate en casa, voy para allá.

Tus manos por alguna razón comenzaron a temblar, fuiste a tratar de cerrar la puerta de apartamento pero al darte vuelta...

🐍Sweet Pea y Tu🐍 | ObsesiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora