Leila se despertó sobresaltada. El sudor frío al que ya estaba acostumbrada le impregnaba cada centímetro de su cuerpo, pegándole las sábanas retorcidas a su humedecida piel, y la garganta le dolía a causa de aquellos gritos desgarradores que no recordaba haber proferido. No había sido más que una pesadilla, simplemente una más de tantas, y sin embargo no encontraba la manera de explicarle a su corazón desbocado, a sus manos temblorosas o sus ojos llorosos. No podía evitar recordar la pérdida, sentirla como un dolor.
Cada noche los sueños revivían sus mayores temores vueltos realidad, y Leila comenzaba a preguntarse si acaso recordaba lo que se sentía ser feliz; solo que la respuesta era incluso peor, porque con aquellos recuerdos que aún conservaba llegaba el conocimiento de lo que nunca más podría tener, de lo que se le había arrebatado cruelmente.
Y al igual que la luz del sol cayó sobre ella, anunciándole el comienzo de un nuevo día, la realidad se cernía sobre su vida, una vida que se hallaba lejos de ser una fantasía, y la obligó a despertarse a un mundo donde sentía cada tortuoso día el miedo y el dolor de seguir adelante sin él.
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Sobrevivir sin ti [#2]
General FictionSegunda parte de "Sobrevivir de tu mano" "Y el dolor que sentía, como si un cuchillo se estuviera enterrando en mi corazón agotado, prácticamente gritaba aquello que no quería escuchar. Que él no volvería." Cuando fuiste parte de la pesadilla, ¿Cómo...