¿Recuerdas de tu canción favorita? ¿La que cantamos esa noche...?
Si te veo de nuevo,
Te miraré a los ojos y
diré que te extrañé.
En un recuerdo extasiado
está lloviendo cuando baile sólo
Pero cuando esta niebla se despeje
estaré corriendo con mis...
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Pasaban las diez de la mañana, Park Jimin dormía en una cama completamente ajena a la suya mientras un rostro casi enojado de Namjoon lo observaba desde una esquina de su habitación. Había tenido la peor mala noche de todas las noches en las que se había quedado estudiando para algún examen al día siguiente o una tarea que tenía poco tiempo para ser recibida. Se la había pasado cuidando del hijo de su novia.
Estaba frustrado, enojado y con mucho sueño, Jimin parecía disfrutarlo y ya estaba hasta decidido en levantarse del lugar donde se sentaba para buscar agua helada en la nevera para tirárselo al bello durmiente en su cama. El celular del rubio, sonaba como un aparato desquiciado cada cinco minutos, el mayor no tenía derecho a responder la llamada, pero si se atrevió a revisar quien llamaba desde muy temprano. En el nombre decía, Mom Wheeincita.
Lo dejó sonar una y otra vez, ya hasta se estaba aburriendo de la canción de Jungkook como tono de llamada, así que optó por ir a buscar el agua helada. Se levantó del lugar, dirigiéndose a la cocina con pasos largos y rápidos, abrió el electrodoméstica y sacó un envase de agua si gas y que estaba completamente helada; era su primera vez haciendo tal crueldad, pero es que estaba demasiado, muy cansado y estresado. Una sonrisa malvada se instaló en sus labios y abrió la puerta de su habitación y se encontró con el rubio ya despierto y con una de sus peores fachas del momento, Namjoon resopló, lastima que su travesura no fuera realizada. Le lanzó la botella en la cama a Jimin y este se quejó de inmediato el frio de la botella palpó en su piel.
—¡Eso está demasiado frío! Agh. —murmuró enojado. — ¿Por qué estoy en tu casa y con ropa interior y una camisa fina de talla XXXXXXXXXXXXL? — preguntó lanzándose a la cama nuevamente, su cabeza dando vueltas, las nauseas de la secuela de una borrachera de ultimo grado, hasta el punto de perder su "conducta" y volverse un bebé llorón que no podía ni siquiera ir hasta el baño solito porque se caía hasta con sus propios pasos. —
—Tú mamá te va a matar apenas toques el suelo de tu casa. —Habló Namjoon mirando sus uñas impecables y casi largas. —
—¡¿Mi mamá lo sabe?! Soy hombre muerto. —Exclamó el rubio, levantándose de golpe de la cama y mareándose al instante. De repente, el dolor en su rostro inundó su ser en lo más profundo, el dolor era grande hasta el punto de que se olvidó que su madre lo mataría apenas lo viera ingresar a casa. — Me duele la cara... —se quejó Jim. Caminó hasta el espejo del baño en el cuarto del novio de su madre y se miró al rostro. Nariz enrojecida y con hinchases en la punta, labios partidos y un leve moretón en su frente y en el arco de cupido de sus labios. —¡Namjoon! — salió furioso del baño hasta llegar al mayor que lo miraba con una ceja alzado y sus labios hechos una línea recta. —
—¿Ahora qué? —
—¿me golpeaste anoche? Ya sé que estaba muy borracho, pero, ¿enserio? ¿Tenía que golpearme? —preguntó enojado Jimin, sus manos hechas puños en los laterales de sus caderas.
