XXXV

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Daban las seis de la tarde desde que Jimin llegó a casa, Yoongi y Wheein habían vuelta a sus casas después de haberse quedado un par de horas allí

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Daban las seis de la tarde desde que Jimin llegó a casa, Yoongi y Wheein habían vuelta a sus casas después de haberse quedado un par de horas allí. Conversaron sobre cosas triviales y hasta tomaron levemente el tema del "porque" lastimaba a Jimin.

Ella le confesó que su persona le caía mal, por todas las acciones que había cometido, pero en realidad no era nadie para poder juzgarlo, ella realmenete estaba agradecida por haberlo ayudado.

Heejin quedó en la sala de estar, bebía de una taza de té caliente, había pasado toda la tarde suspirando, soltando ligeros quejidos de frustración, de enojo y de no saber como reaccionar. Wheein le confesó de quien fue la cabecilla de todo el acto sucedido en la universidad, se sintió tan molesta y decepcionada al saber que la persona que le proporciono ese daño a su hijo fue Taehyung.

Le contó lo sucedido con Namjoon en la Isla, el cual ella estuvo al tanto, pero no pensó en que "la despedida" fuera cruel; sobre la mesita central de los muebles, estaba una carta de despedida que dejó para Jimin...

Suspiró nuevamente, se pasó la mano sobre su cabello mientras miraba el sobre sellado.

Se oían pasos, supuso que Jimin estaba bajando, entonces lo llamó:

—Cariño... ¿puedes venir? —dijo Heejin. Se hizo a un lado del mueble grande, dándole el espacio a su hijo. El rubio tardó minutos en llegar, y cuando estuvo en la sala, evitó la mirada de su madre, fingiendo que nada pasaba, como si él pensara que ella ni siquiera sabía lo que pasaba.

Cuano él se sentó, tomó las manos de su hijo, y a su vez, tomó el mentón del rubio y logró que el la miraba.

Tenía su rostro hecho lío, rastros de lagrimas sobre sus mejillas, sus ojitos amarillos cubiertos por el brillo que le daban las lagrimas acumuladas, sus parpados hinchados y leves ojeras por debajos de sus ojos.

Realmente se había el Jimin que sanó después de largos años de depreseión, y nuevamente apareció el Jimin por el que luchó tanto para que desapareciera.

—Lo sé todo... —dijo Heejin suavemente. Jimin abrió sus ojos llenos de sorpresa, y se tornaron un poco oscuros, llenos de preocupaciones, miedos y asinsiosos. —... Sé desde el porqué estas así, sé del porqu...-

—Y-yo lo siento mucho, mamá.... lo siento tanto, realemente no quería.... yo fue mi culpa, si tan solo hubidra hecho algo desde el inciio.... haré todo lo que me pidas, pero p-porfavor n-no me dejes.... n-no me o-odies... y-yo... no s-se que haré si me d-dejas... lo siento mucho, mamá... de verdad lo siento... T-te decepcioné demasiado, l-lo sé... puedes decirme que me v-vaya de aquí, p-pero no me odies por comple-pleto por favor... —su voz nerviosa, sus lagrimas saliendo de desespero, le rompieron aun más el corazón a Heejin.

—Sé que no lo hiciste intencionalmente, cariño... sé que no harías absolutamente nada para lastimarme... eres mi dulce Jimin... no te odiaría... no lo haré... —ella limpió las lagrimas que caían sobre las mejillas de Jim. —No llores mi amor, mamá está aquí para ti, eso no será suficiente para romper el amor que te tengo... así que no llores... ¿sí? —ella le brindó una pequeña sonrisa de apoyo y Jimin no pudo evitr sentirse mal.

NAMMIN || EL NOVIO DE MAMÁ 💋Donde viven las historias. Descúbrelo ahora