¿Recuerdas de tu canción favorita? ¿La que cantamos esa noche...?
Si te veo de nuevo,
Te miraré a los ojos y
diré que te extrañé.
En un recuerdo extasiado
está lloviendo cuando baile sólo
Pero cuando esta niebla se despeje
estaré corriendo con mis...
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—Oye no seas mentiroso, Namjoon. Yo soy consciente de lo que hice anoche... —habló el rubio, fingiendo completa seguridad en sus palabras, fiel creyente a sus recuerdos inventados.
El mayor se reía de la completa estúpida respuesta del rubio, Jimin estaba más que perdido cuando lo rescató de ser un hombre muerto por culpa de dos varones que eran el triple de lo que era.
—Te lo juro, apenas podías ponerte de pies. Tocabas el suelo apenas lo hacías, era chistoso. —la sonrisa burlona de Namjoon tenían la atención completa del rubio. Él le tiró una bola de papel que tenía encima del escritorio, el mayor se quejó sin exageración. Ambos se mantuvieron callados por segundos, uno miraba hacía la ventana y el otro lo miraba, analizando nuevamente los sucesos de la noche anterior, en especial esas dos palabras que el chico que estaba totalmente ebrio, había dicho. No es que le perturbara porque hasta pudo haber oído mal, pero tenía una sensación que no lo dejaba tranquilo, algo que no sabía como "explicar", pero a la vez, sentía que podía dejarlo pasar, el rubio no lo recordaba porque si así fuera, tal vez, hubiera empezado a "explicar" si la frase "me gustas" era dirigida para él o era porque mientras dormía sobre su espalda, soñaba o anhelaba a alguien más.
Recordando muy bien sus palabras, había mencionado sin querer, que sí había alguien que le interesaba, así que lo más probable era su teoría de que pudo haber estado pensando en alguien más.
—Mamá y Wheein me van a matar apenas me vean. —murmuró el rubio volviendo a mirar al castaño. Su rostro tenía esa expresión de preocupación porque no tenía una mentira a la que pudiera aferrarse y hacerla llegar hasta el final.
Y si la ideaba, y resultaba mal, no quería imaginarse el regañón de su madre y Wheein.
Ya se las imaginaba, una a una, con sus rostros enojados, sus brazos cruzados sobre su pecho y esa vena que se les brotaba en la frente, de imaginarlo ya le aterraba.
—Te van a matar el doble si ven tu rostro hecho mierda. —mencionó Namjoon. Se había olvidado ese detalle, así que eso era peor aún.
—No sé qué voy a hacer. —Jimin respiró profundo y dejó escapar sonoramente su exhalación.
—Yo tampoco sé que harás, no tienes que decirle a tu mamá que yo te fui a recoger porque me dirá que fui tu solapador por no haberla llamado apenas te encontré. —
—Eso, exclúyete de esto. Tú también tienes la culpa.
—¿Yo te dije anda a beber como loco? ¿Te dije quédate a dormir en ese local de comida? ¿Te dije que te peleares con esos tipos? ¿no verdad? —Namjoon cruzó sus brazos encima de su pecho y acomodó sus lentes por el puente de sus anteojos. Jimin miró hacía otro lado, evitando el contacto visual con el mayor.
No era para nada cómodo, ver como ese hombre tenía las piernas una encima de la otra, sus brazos cruzados que se veían tan marcados sobre la tela del cárdigan que traía puesto más esas gafas sin borde que le daban un toque tan... ¿sexy? Jimin se golpeó discretamente su pierna, tratando de cuidar su mente de esos pensamientos que no debían pasar en ningún momento. Tenía que buscar ayuda para deshacer sentimientos y pensamientos con el novio de su mamá.
