Capítulo 21

7.5K 703 102
                                    

Justo cuando termino de colocarme la blusa que Mark me dió, entra uno de los hombres a verificar que estemos aquí; pero esta vez no es de ojos rojos, sino uno de los doctores.

Mi piel se eriza por el escalofrío que me recorre al verlo avanzar dentro de la habitación. Lo reconozco al instante, es el doctor que nos dió la "bienvenida" antes. Se detiene a unos pasos de nosotros y sonríe cínicamente.

—Buenas noches, espero que haya sido de su agrado esta humilde habitación.

—Uy si parece la suite de un hotel. —Digo con sarcasmo, a lo que él me ve divertido.

—Me alegra... Bien, pues a lo que venía, me llevaré a uno de ustedes. —Enseguida todos retrocedemos. Ava protege a su hermana detrás de ella, yo me coloco delante de la misma, y Mark, frente a mí.

—Ni lo pienses. —Gruñe Mark con el cuerpo completamente tenso.

—Me temo que no estás en posición de negar nada, ni tú, ni nadie. Me voy a llevar a uno de ustedes, quieran o no.

Mi corazón comienza a latir desbocado, tengo miedo, tanto por mí, como por ellos, no quiero que nadie pase por lo que leí en los documentos. Veo que Mark aprieta los puños y suspira.

—Yo iré. —Siento que mi corazón se detiene. Él camina unos pasos al frente y yo no puedo agarrarlo del brazo a tiempo.

—Admiro tu caballerosidad, pero me temo que no, ya tenemos muchos hombres, necesitamos a una mujer hoy. —Dice el hombre, y nos señala con la cabeza.

Mark lo agarra del cuello de su bata y lo levanta del suelo, pegándolo con fuerza contra la pared.

—Mira doctor de mierda, aquí ninguna de ellas se va contigo, no voy a permitir que les toques un solo pelo. —Me gusta que él nos defienda, pero en estos momentos tengo mucho miedo, aquí el que tiene las de ganar es el doctor, y Mark se la está jugando al agredirlo.

—Mark... —Mi voz es de advertencia. No me hace caso y sigue sin soltarlo.

—Escucha muchacho, no te conviene hacerte el rudo conmigo, nada más una sola señal y tendrás a todo el edificio encima de ti. Más te vale no cabrearme. —Habla con dificultad.

Mark lo suelta bruscamente y da unos pasos atrás, mientras intenta calmarse.

Me detengo a pensar un momento. Debemos ir alguna de nosotras tres, pero ninguna quiere, todas estamos muertas de miedo. ¿Qué hacer? No hay forma de evitarlo. Ana es muy joven, de ninguna manera voy a permitir que se la lleven, y sé que Ava tampoco lo hará. De igual forma no quiero ver sufrir a Ava, además de que todos ellos están aquí por mí, lo correcto es que sea yo quien vaya. Inhalo profundamente y doy un paso hacia adelante.

—Llévame a mí. —Trago saliva al decirlo. El hombre me mira satisfecho, pero una mano que me agarra el brazo, me detiene.

—Tú no vas a ningún lado Andrea. —El chico de los ojos verdes más hermosos del mundo habla, fuerte, seguro y muy enojado. Volteo a verlo, observo su mandíbula apretada y su ceño fruncido a más no poder.

—Mark... Es lo mejor, prefiero ser yo que ellas. Yo sé lo que hago, tú encárgate de protegerlas y seguir adelante. —Le digo señalando discretamente el conducto de ventilación, rezo por dentro para haya entendido mi indirecta.

Su mirada se suaviza un poco y veo dolor en ella. Su mano viaja a mi mejilla y me acaricia; pega su frente a la mía y yo cierro los ojos ante su gesto.

—Te prometo que iré a por ti, aguanta lo más que puedas. —Susurra para que solo yo escuche y luego me da un tierno beso en los labios, suave y húmedo... Exquisito.

Atrapada Con Mi Enemigo ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora