Capítulo 30

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Justo antes de salir de la sala de información, doy media vuelta y vuelvo a los ordenadores. Tomo una memoria USB que veo encima de la mesa y la conecto. Me aseguro de tomar copiar toda información sobre el proyecto; si vamos a salir de aquí, necesitamos evidencia para desenmascarar a los gobiernos cómplices y evitar que lo continúen en algún otro lugar.

Luego de guardar la USB en mi sujetador, salimos de la sala y avanzamos con sigilo por las escaleras hasta llegar al segundo piso. Nos detenemos de golpe al ver un par de hombres de ojos rojos, a unos metros de nosotros. Están de espaldas, justo delante de las escaleras que bajan al primer piso, así que debemos tomar otro camino. Aprovechamos que no nos pueden ver y atravesamos el salón hasta llegar a una de las puertas.

La abro rápidamente y maldigo por lo bajo al ver a nuestro alrededor. Las habitaciones con cristales transparentes dónde estaban encerrados los hombres de ojos rojos, ahora están abiertas de par en par. ¿Lo peor? Qué todos ellos siguen ahí dentro y con su atención puesta en nosotros.

Miro a Mark que está tan tenso como yo. Nuestras miradas transmiten todo lo que tenemos en la mente. Él asiente, haciéndome saber que está de acuerdo con lo que pienso, así que sin esperarlo más, toma mi mano y lo hacemos.

¡A correr!

Comenzamos a correr por todo el pasillo lo más rápido que podemos, mientras escuchamos cómo a medida que avanzamos, se suman más y más hombres a perseguirnos. Llegamos a la puerta del fondo y salimos a otro salón, qué para peor suerte, también está repleta de esos hombres.

¿De dónde diablos salen tantos?

—No te detengas. Empújalos fuerte mientras los atravesamos. —Dice Mark con la voz entrecortada de correr.

Le hago caso y no me detengo por nada. Corremos por todo el salón empujando a los hombres que están en medio del camino. Es una suerte que no todos estén al tanto de nuestra presencia, de lo contrario sería mucho más difícil avanzar. Llegamos finalmente a las escaleras que bajan al primer piso, pero con la multitud de hombres detrás. Mi corazón late acelerado ante tanto temor y la adrenalina de la situación.

Solo espero que logremos salir de esta, sanos y salvos.

Llegamos al primer piso y recorremos la recepción hasta llegar a la puerta de entrada pero está bloqueada.

—¡Joder! —Grita Mark con frustración y rabia mientras agita con brusquedad las agarraderas de la gran puerta.

Miro hacia atrás y veo las sombras de los hombres por las escaleras. Tomo a Mark de la mano y lo halo conmigo rápidamente, hasta llegar detrás del mostrador de recepción y escondernos ahí.

Escuchamos unos pasos acercarse a nosotros, y de reojo noto una silueta a mis espaldas. Volteo de inmediato, lista para dar una buena patada, pero veo que es Adam.

—Chicos, aquí están, al fin los encuentro. —Se encuentra agitado, intenta calmar su respiración con las manos apoyadas en las rodillas.

En un movimiento rápido, lo halo del brazo para que se esconda con nosotros y no nos descubran.

—Adam ¿Qué haces aquí aún? ¿Dónde están el resto de los chicos? —Pregunto preocupada.

—Ellos están bien. Yo volví para avisarles que ya llegó un helicóptero a rescatarnos. —Apenas escucho sus palabras, mi corazón salta de alegría.

¡Ya están aquí!

Volteo a ver a Mark, y su cara denota la misma felicidad y emoción que yo siento. Le sonrío abiertamente y aprieto su mano. Un sonido nos hace mirar hacia abajo. En el pantalón de Mark se escucha la radio sonar. Él la saca y me la entrega; yo la sintonizo un poco para que logre escucharse bien.

Atrapada Con Mi Enemigo ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora