Atrapada Con Mi Enemigo ✔️

Capítulo 36

—¿Qué sucede con ellos? ¿Les pasó algo malo? —Pregunto preocupada.

Por favor, que estén bien.

—Pues resulta que ambos son agentes de la CIA... Y forman parte del proyecto. —Me congelo en el lugar. No puedo creer lo que escucho, eso no puede ser verdad.

—Eso no puede ser, es imposible... Emma venía con nosotros en el vuelo, era la azafata; debe haber alguna equivocación. —Me niego a creer que nos traicionó. De Noah lo podría esperar quizás porque no sé de dónde salió, pero Emma no.

—Ya lo he comprobado, sus rostros coinciden con nuestro personal encubierto. —Responde. Todos mis sentidos se nublan por un momento y la rabia me carcome.

Traición.

Nos engañaron de la manera más rastrera, se burlaron en nuestras narices. Malditos bastardos, son igual o peor que los científicos que hicieron las pruebas.

—¿Dónde están? —Pregunto cortante con la vista fija en los chicos, que están conversando entre ellos a unos metros delante de nosotros.

—Ahora los tienen en la sala de interrogatorios de la central.

—Llévame hacia allá.

—Andrea, no puedo llevarte, no puedes estar ahí, no está permitido. —Intenta persuadirme.

—He dicho que me lleves. —Fijo la mirada en sus ojos azules, retándolo. —Tampoco podía entrar a este edificio y mírame aquí; así que como mismo lograste darnos acceso para entrar a este lugar, me lo darás para entrar a la central.

Él resopla frustrado y luego de unos segundos, asiente derrotado.

—De acuerdo, pero sólo puedes venir tú.

—Perfecto. —Respondo satisfecha.

No me gusta hablarle así a mi tío y actuar como caprichosa, pero necesito ver a Emma y que me diga en mi propia cara que es cómplice de todo esto, de todo lo que nos sucedió.

Camino hacia los chicos, que ahora están frente a una ambulancia dónde algunas enfermeras revisan a las chicas y a Adam. Veo que Mark intenta curar las heridas de Luke, pero este le gruñe y no deja que lo toque. Llego a su lado y tomo el algodón de las manos de Mark para acercarme a Luke y curar sus heridas; él deja que lo atienda sin protestar y esta vez es a Mark a quién escucho gruñir por lo bajo.

—Mark, ahora debo irme con mi tío hacia la central donde trabaja, adelántate con los chicos y en vez de ir a tu casa o la mía, ve a la mansión qué hay más espacio. —Digo mientras curo las heridas de la espalda de Luke.

—¿Sucedió algo? —Trago saliva; me cuesta decir lo que me ha informado mi tío.

—Emma y Noah... Trabajaban en el proyecto. —No lo miro, simplemente intento concentrarme en lo que estoy haciendo. Siento su mano en mi hombro y una leve caricia en él.

—Lo siento mucho; sé lo preocupada que estabas por ellos. —Me limito a asentir. Me siento estupida de haberles creído. Los envié literalmente a que buscaran a nuestros captores.

—Andrea, ya el auto está listo para irnos. —Dice mi tío que llega a nuestro lado. Yo asiento y le digo que me espere allá.

—Necesito que te saques un poco de sangre. —Hablo en dirección a Mark y él me ve extrañado.

—¿Para qué? —Pregunta mientras busca una jeringa en la ambulancia.

—Para unas pruebas, necesitamos saber cómo ayudarte, y para eso debemos descubrir que te inyectaron. —Explico mientras aprieto la liga que me pasa, en su brazo. Él se canaliza la vena y comienza a extraer sangre con la jeringa.