Atrapada Con Mi Enemigo ✔️

Capítulo 26

IMPORTANTE LEER LA NOTA DEL FINAL😉
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Al entrar lo primero que vemos es una gran fila de ordenadores al fondo de la habitación. Algunos servidores donde se guarda toda la información del laboratorio. Agradezco internamente que no haya nadie aquí dentro, si no sería un gran problema.

Avanzo lo más rápido que puedo hasta llegar a uno de los ordenadores. Me siento en una de las sillas y Mark hace lo mismo a mi lado. Comienzo a teclear códigos y más códigos para desbloquear y hackear el sistema. Pasan los minutos y aún no logro entrar completamente, hasta que recuerdo uno de los trucos que mi padre me enseñó hace unos años antes de morir. Lo intento nuevamente y logro acceder instantáneamente.

Gracias papá, sin tus conocimientos no sé que me hubiera hecho en esta isla.

Intento apartar la tristeza que me causa pensar en que mi padre ya no está y me concentro en buscar la información que necesito. Entro en una de las carpetas que llama mi atención: "Proyecto Rojo". Varios documentos saltan a la vista. Entro al primero que veo. Y comienzo a leer la primera oración.

«Colaboración con la CIA, el gobierno de los Estados Unidos, Francia e Irlanda.»

Joder, esto es más grande de lo que pensé.

Continúo leyendo más abajo y a medida que avanzo todo tiene más sentido para mí.

«En la guerra civil contra Afganistán e Irak, muchos de nuestros soldados perdieron la batalla, con miles de muertos en un solo día. El gobierno de los Estados Unidos propuso un plan, un proyecto para que nuestros soldados sean más fuertes, casi invencibles, con mayor habilidad de supervivencia y sus sentidos más agudizados; uno que más tarde llamaríamos "Proyecto Rojo".

Logramos reunir a los mejores científicos de Norteamérica, y algunos países de Europa, con el objetivo de crear una sustancia capaz de lograr lo que tanto ansiamos: Soldados de acero.
Tres años de exhaustiva investigación nos llevaron a un proceso de inyecciones de nuestra primera sustancia creada, "Antégora", seguido por inducción eléctrica cerebral y radiaciones, para finalizar con nuestra sustancia más importante, el "Utrano".

Comenzamos a experimentar con simios y todo parecía ir en orden, por tanto, pasamos a la segunda fase de experimentos, que sería con humanos. Solo había un problema, nadie quería ser sujeto de prueba, por lo que tuvimos que recurrir a otros métodos. Descubrimos que en un punto específico del Océano Atlántico, hace muchos años atrás, muchos aviones y barcos se perdían por tormentas eléctricas feroces. Ningún vuelo o navegación cruzaba ese lado del océano los días de tormenta, tenían un sistema para controlar el clima y evitar más accidentes. Pero nosotros necesitábamos personas para poder avanzar en nuestro proyecto, así que decidimos trasladarnos a una isla desierta en medio del océano, justo dónde las tormentas se hacían presentes, que antes era utilizada por la CIA para sus interrogatorios. Pactamos con el gobierno de Estados Unidos, Francia e Irlanda, para programar vuelos los días de tormenta, y así cayeran en la isla.

Utilizamos métodos para que sobreviviera la mayor cantidad de personas posibles, y logramos usarlos como sujetos de prueba.
Pero llegaron complicaciones; las personas perdían la memoria, muchas no obedecían ordenes, y cientos de ellas no lograron llegar a la última fase. Como efecto secundario los ojos se volvían rojos, de ahí el nombre del proyecto; sus uñas y algunas partes de su aspecto cambiaban.

Todo ha sido un estrepitoso fracaso, aún no logramos encontrar otra sustancia o método para lograr nuestro objetivo. Estamos investigando con nuevas sustancias derivadas de productos encontrados en la isla qué tal vez podrían funcionar, pero hasta ahora no hay nada concretado.»