Como ya se lo esperaba, Naruto no asistió a la cena que había preparado Sakura. Kakashi no lo admitió en voz alta pero se sintió algo decepcionado por ello. Aun así, disfrutó de la compañía de sus dos alumnos restantes. La pelirosa era encantadora, demasiado, su casa estaba impecable y sabía cocinar muy bien, se esforzaba demasiado porque su maestro estaba ahí y quería hacerlo sentir bien; por otro lado, Sasuke, otro hombre incapaz de demostrar lo que sentía, observaba desde el comedor los tratos excesivamente amables de parte de su futura esposa hacia el Sexto Hokage. Los engañaba con facilidad con su semblante indiferente, pero por dentro algo quemaba en su pecho ligeramente con cada sonrisita de Sakura.
La cena estuvo bien para Kakashi, no tuvo que pasar demasiado tiempo con ellos para verse envuelto en otro rollo de comparaciones entre su vida y la de sus dos alumnos. No se tocó el tema de la boda pero Kakashi pensó en eso un par de veces.
Innumerables personas le habían dicho en el pasado que se buscara una mujer que le hiciera compañía, una mujer como Sakura o como Hinata, alguien que lo complementara. Kakashi pensaba que ya estaba completo y que no necesitaba nada de eso, así que, con el paso del tiempo, se acostumbró a esos comentarios y los dejó pasar.
Su alumna incluso, había tomado la decisión de no hablar más del tema, al menos durante ese momento, para no arruinar la felicidad que podía ver en el rostro de Kakashi una vez que se quitó la máscara para probar bocado.
Eran las diez de la noche cuando Sasuke acompañó a la puerta a Kakashi. Este tenía un favor que pedirle, aunque para entonces todavía dudaba si sería lo correcto.
La mujer de mal olor tenía un parecido con la mujer que siguió aquella noche hasta el hospital, lo dedujo cuando llegó a la vivienda de la futura pareja Uchiha. Pudo pedirle a Sakura que le diera información de su estadía pero su ex alumna era demasiado chismosa, Ino y Shizune seguramente también comentarían cómo el Hokage estaba curioseando en los archivos médicos de una ninja así de repente; Shikamaru no lo juzgaría pero, ¿realmente podría ser discreto? Toda la gente de Konoha era de desconfianza en este caso, todos menos Sasuke.
El último Uchiha estaba tan indiferente a todo siempre, este tema no sería una excepción. Kakashi podría pedirle que la investigara y le tendría todo listo temprano por la mañana, no pediría nada a cambio y definitivamente no le pediría explicaciones porque ni siquiera le importaba. Era perfecto. Así que, ¿por qué seguía dudando?
Kakashi supuso que simplemente se sentía avergonzado, incluso si a Sasuke le diera completamente igual, no podía abrirse de esa forma ni siquiera con él.
Sin más, se despidió del hombre y dejó el jardín de aquella casa.
¿Por qué de pronto se sentía tan deprimido? ¿Qué había sido de ese hombre inteligente y fuerte? Por algo él era el Hokage. ¿En verdad necesita la ayuda de su alumno para tener información de una mujer?
—¡No! ¡No los necesito! —alzó la voz en medio del camino.
Después de eso, un arbusto cercano se movió. Kakashi se puso alerta, ¿alguien lo estaba siguiendo?
Su cuerpo se relajó cuando de entre las ramas emergió un gran perro de pelaje dorado, suspiró con alivio cuando lo reconoció, era el ninken de aquella chica.
Era el niken de aquella chica.
El perro se abalanzó sobre él con rapidez, su fuerza fue tan grande que pudo tumbar al Hokage... aunque, a decir verdad, él ni siquiera se resistió.
Kaede se sorprendió, no era la actitud que esperaba del líder de la aldea, pensó que podría ver al Sexto en acción y sobre todo, contra ella. Ella sabía que no estaba en condiciones para tener un combate, pero, aun así quería tenerlo.
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golden | Kakashi Hatake
FanfictionKakashi no podía recordar cuándo fue la última vez que pensó en él antes que en otra persona. De pronto, la soledad que tanto disfrutaba comenzaba a abrumarlo y lo lento que pasaban los días estaba deprimiéndolo. Kaede había perdido lo más importan...