Los miembros del clan Inuzuka estaban reunidos en la plaza principal del distrito, su mayoría estaban acompañados de sus respectivos ninken y uno que otro niño se encontraba jugando mientras los ninjas adultos aguardaban por su líder.
Ikki conversaba con el Hokage en la sala de su casa mientras esperaba que todos los Inuzuka que estuvieran en la aldea llegaran para escuchar lo que tenía que decir. Kakashi preparaba su propio discurso en su mente y se planteaba estrategias de intervención dependiendo de cada escenario posible.
Estaba por ocurrir un suceso importante en la historia de la aldea, todo un clan era candidato a dejar Konoha, su aldea natal, y Kakashi tenía que conservar la mente fría para enfrentarse a tremenda circunstancia.
—Entonces, ¿va a decirle al clan que van a trasladarse? —preguntó el Hokage—, creí que todos estaban enterados.
—Verá, señor Hokage, los shinobi más poderosos de mi clan y yo estuvimos de acuerdo con esto, el resto tal vez escuchó rumores o lo supo por las familias de mis subordinados —argumentó Ikki mientras picaba con un palillo el espacio entre sus dientes y colmillos, sacando los restos de comida que de vez en cuando sentía.
—¿Por qué no dijo esto antes?
—Tsk, ¿cuál es el problema? Sólo voy a hacerlo oficial.
—Creí que todos los miembros estaban enterados, ¿qué sucede con las personas que no quieren moverse de Konoha?
—No se preocupe por eso, Sexto —Ikki arrojó el palillo mordisqueado y abandonó su asiento para caminar hasta el ventanal de la habitación—. Le seré franco —continuó mientras observaba como la multitud se iba acumulando afuera—, aunque pocos sabían nuestro plan para brindar nuestros servicios en otro país, los que se enteren en unos minutos estarán de acuerdo sin pensarlo.
—¿Cómo está tan seguro? —Kakashi arrugó la frente.
—Señor, ¿está seguro de que debe estar presente? Quiero decir, es mi gente y la gran mayoría está de acuerdo con esto... —el Inuzuka evitó la pregunta del Hokage abruptamente y Kakashi se molestó.
—Señor Ikki, no me mal entienda, pero aunque los consejeros y el señor feudal estuvieran de acuerdo con su mudanza, yo sigo siendo el Hokage y el clan Inuzuka no se ha movido de Konoha. Me imagino que entenderá que es mi deber formar parte de esto —Kakashi le miró con severidad y esperó que el tono sereno de su voz fuera suficiente para que Ikki no discutiera más.
—Le propongo algo —el hombre se alejó de su posición y se acercó al centro de la sala, quedando frente a frente con Kakashi—, daré la noticia de manera que suene como una propuesta solamente, si percibo una atmósfera de rechazo o indignación, someteré al clan a una votación. Total, ellos no tienen idea de que la solicitud ha sido aprobada por los altos mandos del país, si hay más votos a favor, tendremos la mitad del trabajo hecho...
—Y si la mayoría vota por quedarse, entonces ningún miembro atravesará esas puertas y tendrá que renunciar a esta idea —terminó Kakashi.
El Inuzuka sonrió de lado, mostrando sus colmillos.
—Señor Hokage, le aseguro que soy un hombre de palabra.
Ikki tendió su mano y Kakashi se levantó del sillón para tomarla, ambos se dieron un apretón fuerte y sellaron el pacto.
—Señor Ikki, Sexto Hokage, todos los Inuzuka disponibles en la aldea están reunidos —un hombre alto con marcas rojas en las mejillas y cabello despeinado, entró a la sala anunciándose, Kakashi e Ikki se soltaron y este último asintió.
ESTÁS LEYENDO
golden | Kakashi Hatake
FanficKakashi no podía recordar cuándo fue la última vez que pensó en él antes que en otra persona. De pronto, la soledad que tanto disfrutaba comenzaba a abrumarlo y lo lento que pasaban los días estaba deprimiéndolo. Kaede había perdido lo más importan...