capítulo cuarenta y uno.

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Sasuke deslizó la puerta de la habitación y se acercó a Sakura y Kaede, se sentó junto a su esposa en el suelo de tatami y extendió un mapa sobre la mesa. La Inuzuka agachó la cabeza y le echó un vistazo a las marcas sobre ciertas zonas, luego volvió a mirar a Sasuke y esperó las indicaciones.

—Los círculos rojos son las zonas de aparente peligro —comenzó—, como ves, sucede solo en las fronteras, sobre todo en la del País del Viento. Tú tienes que moverte por estos lugares, sin el perro.

—Imposible, Kiniro debe ir conmigo.

—No. Llamarás la atención, tienes que usar un disfraz y, por supuesto, cualquier acción que delate que eres un ninja está prohibida.

Kaede mordió sus mejillas, eso suponía un problema.

—Bien —accedió—, pero deben prometer que estarán cerca, incluso si intentara defenderme, no tendría ninguna oportunidad sin Kiniro.

—Nosotros no vamos a dejarte sola —dijo Sakura—, trabajaremos en equipo.

—Necesito que te transformes en una civil —agregó Sasuke.

—Eso no va a ser necesario, no luzco como una Inuzuka, además, ninguno de ellos me conoce.

Sasuke se mantuvo inexpresivo, pero deseaba replicar y expresar el enojo que sentía ante tal rebeldía. No veía la hora en la que todo acabara y Kakashi hiciera acto de presencia.

—Sé lo que piensan, pero soy capaz de actuar como una persona normal, incluso si voy con Kiniro.

—No llevarás al perro.

Kaede frunció el ceño, pero Sasuke la ignoró.

—Shikamaru y Naruto estarán aquí en la madrugada y los refuerzos llegarán en la mañana, hasta entonces, podremos actuar sin llamar demasiado la atención.

—¿Cómo sabré en dónde tengo que estar?

—Un shinobi irá contigo, camuflajeado, claro, ambos lucirán como una pareja y estarán cargados de equipaje, incluso si no es valioso, si los ven con muchas cosas serán un blanco más fácil.

—Tal como pasó con mi padre —murmuró. Sakura apretó la boca y Sasuke volvió a ignorarla.

—Ambos estarán equipados con micrófonos y auriculares, nos avisarán de cualquier cosa que vean o si necesitan ayuda con algo. Tienen que seguir este camino —El Uchiha señaló con el índice una línea azul previamente trazada y Kaede siguió el movimiento—, como seguramente ya lo sabes, estos malvivientes viajan por el suelo, la arena parece facilitar el viaje, por lo que tenemos mayor certeza de que estarán aquí.

—¿Hay otros Inuzuka en la zona?

—Por precaución decidimos que ellos se mantendrían a una distancia considerable. Si llegaran a verte... o bien, si los ladrones llegaran a detectar algún shinobi, es muy probable que no hagan acto de presencia.

Kaede arrugó las cejas, nuevamente.

—Lo dudo, ellos atacaron antes a otros equipos de ninja, el de mi hermana es un ejemplo.

—Precisamente por eso es que debemos ir con cuidado, el perro de tu hermana fue capaz de encontrarlos bajo tierra, los ninken siguen siendo mucho más sensibles que los usuarios, por eso es que Suna ha enviado a muchos Inuzuka a servir en esta misión —dijo—, además, esto solo ocurrió en la Arena, no sabemos por qué, pero en tierras no áridas, ni los perros pueden detectarlos. Es lo que sabemos. Por lo tanto, tendremos que atacar en un campo dónde ellos tengan menos ventaja.

—¿Qué? Sasuke, ¿estás escuchando lo que dices? ¡Kiniro es perfecto para esto! ¿Por qué no puede ir conmigo? Él...

—¡No! Tú eres la que no escucha, Kiniro es un ninken, incluso si lo haces pasar por un perro faldero, si los enemigos son capaces de reconocer su chakra, la misión se irá a la mierda.

golden | Kakashi HatakeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora