Tal como pactaron, Hiroshi llegó a la entrada de la Aldea cinco minutos antes de las siete de la mañana, comenzó el trámite de su misión mientras esperaba a Kaede y, por supuesto, no fue sorpresa para él verla llegar con el Hokage.
Observó desde lejos cómo se hablaban, cómo se tomaban las manos, la forma en que se abrazaban una y otra vez y las caricias melosas que se hacían mutuamente.
Kakashi no le dirigió ni una palabra, en su lugar, le dedicó un asentimiento de cabeza a la distancia y Hiroshi respondió de la misma forma.
El camino comenzó en silencio, ni Kaede ni Hiroshi decían algo todavía. Después de ser testigo de la despedida entre ella y el Hokage, Hiroshi se sentía fuera de lugar. Estaba ahí para cumplir una misión de alto valor monetario pero no fue el motivo principal por el que aceptó.
Kaede comenzó a llorar en silencio, mientras caminaba a su lado. Se aferraba a las asas de su mochila y mantenía la cabeza abajo, de vez en cuando, Hiroshi la veía limpiarse la cara con las mangas de su abrigo.
—¿No vas a preguntar? —le cuestionó de repente con la voz congestionada.
Hiroshi carraspeó.
—No.
—No te importa una mierda, ¿cierto?
—Si no me importara, te lo diría.
La Inuzuka se quedó callada y continuaron su camino en silencio, al menos por una media hora. Había tanto que decir pero ninguno sabía cómo comenzar. Incluso, una especie de incomodidad le provocaron a Kaede ganas de darse la vuelva y regresar, sin embargo, pensó que posiblemente nunca tendría una oportunidad así jamás.
—¿Por qué eres así?
—¿"Así" cómo? —la miró por un momento, ella se estaba recogiendo el cabello, notó que tenía la nariz y los ojos rojos.
—Tan alejado, reservado, indiferente...
—No soy indiferente, acabo de decírtelo, estoy escuchando lo que dices con atención. Admito que suelo fingir que no me importa, pero eso es solo un gaje de este oficio.
—Pff, ni que lo digas, tu falsa indiferencia fue lo que me hizo confiar en ti esa vez.
—¿Es por eso que estás molesta?
—No estoy molesta.
—Estás mintiendo.
—No.
—Sí.
—De acuerdo, sí estoy molesta pero no puedes culparme por eso.
—No lo hago —se encogió de hombros—. Y ya que trajiste de vuelta el tema, quiero disculparme.
—Ya lo habías hecho.
—Quiero hacerlo otra vez —suspiró—. Aunque, a decir verdad, no estoy arrepentido de haberle contado a tu novio el Hokage la mierda de plan que querías hacer. Porque, para que conste, me pareció una estupidez tan grande como una casa. Era una mierda, la peor idea que jamás se te pudo haber ocurrido.
—¡Bien! ¡Ya entendí! —lo interrumpió con coraje.
Hiroshi no respondió a eso por un largo momento. Aprovechó para sacar su cajetilla de cigarros y su encendedor.
—¿Desde cuándo fumas? —preguntó.
—No lo sé —se llevó un cigarro a la boca y lo encendió—. Después de que me ascendieron a Jonin, creo. El tabaco es bueno para la ansiedad, me ayuda a relajarme en momentos críticos.
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golden | Kakashi Hatake
FanfictionKakashi no podía recordar cuándo fue la última vez que pensó en él antes que en otra persona. De pronto, la soledad que tanto disfrutaba comenzaba a abrumarlo y lo lento que pasaban los días estaba deprimiéndolo. Kaede había perdido lo más importan...