golden | Kakashi Hatake

capítulo dieciocho.

—Deberías comer antes de que se enfríe, voy a voltearme —Kaede se sentó en la silla después de servirle comida a Kiniro.

Kakashi tomó los palillos y removió la comida en el plato hasta dar con la pasta. Sujetó el borde de su máscara y Kaede se dio la vuelta con su propio plato en la mano.

—¿De verdad no te molesta hacer esto todo el tiempo? —preguntó Kakashi, luego comenzó a comer.

—No tanto como a ti te molesta mostrarme la cara, ¿por qué te la cubres?

—No hay una razón, solo lo hago.

—¿Eres tan feo? —preguntó. Kakashi soltó una risita.

—No lo creo.

—Lo sabría si pudiera ver tu rostro —canturreó, más no se movió con otra intención.

—Puedes pensar que soy feo si eso te hace feliz.

—Tsk, bien —Kaede se rindió y siguió comiendo. Kakashi volvió a reír—. Oye, si todo el tiempo llevas eso, ¿cómo besas a las mujeres?

Kakashi escupió un poco de caldo que se había llevado a la boca e inmediatamente se limpió con una servilleta.

—¿Estás bien? —Kaede se mantenía volteada pero se reía de Kakashi tan solo con imaginarse su reacción.

—¿Qué clase de preguntas haces?

—Sólo es una duda.

—No beso mujeres porque eso implicaría mostrar mi rostro, ¿bien?

—Pero, ¿lo has hecho? —la Inuzuka sorbió caldo desde su plato mientras esperaba la respuesta.

Kakashi pensó en qué decir, se sentía apenado porque nunca hablaba de eso. Sabía que no estaba obligado a responder pero una parte de él le decía que no tenía nada de malo.

—Un par de veces —contestó en voz baja pero Kaede pudo escucharlo.

—¿A quiénes? —preguntó.

—Por Dios, Kaede no las conoces —puso los ojos en blanco aunque ella no podía verlo—. Además, no sería apropiado decir eso.

—Todo un caballero, señor Hokage —dejó el plato vacío en la mesa—. Entonces, ¿a cuántas personas les has mostrado la cara?

—A un par de personas.

—Kakashi, sólo dices un par y un par. ¿Acaso solo las que te besan te ven el rostro?

—Terminé —contestó rápidamente, dejó los cubiertos en la mesa, se limpió los labios y volvió a cubrirse el rostro.

En ese momento, Kaede se giró, esperaba poder ver a Kakashi pero no lo logró. Suspiró por la decepción.

—¿Te gustó? —preguntó, esperaba ansiosa su respuesta mientras apretaba los labios y se rascaba los nudillos.

—Estuvo muy buena, Kaede, muchas gracias.

—¿La mejor sopa de miso con berenjena que has probado?

—No creo que sea la mejor, probé una en un restaurante hace unos meses...

—Que idiota —Kaede giró los ojos y arrojó su servilleta hecha bolita al pecho de Kakashi. Este comenzó a reírse.

—Estoy jugando, en verdad estuvo increíble. No te lo había dicho, pero es mi comida favorita...

—¡Oh por Dios! ¡Preparé la comida favorita del Hokage y le encantó! —expresó exageradamente. Kakashi relajó los hombros y su mirada cambió a una de pez muerto.