Katsuki estaba caminando por las oscuras calles de la ciudad rumbo a su casa a las 3:48 a.m.
Deambulaba perdido, estaba muy ebrio para recordar su dirección. No había ni una alma quien se ofreciera ayudarle, si es que alguien lo haría. Bajo el efecto del alcohol recordó un lugar. El lugar más concurrido y frecuentado por él en el pasado. Iba directo hacia ese lugar lleno de recuerdos vivos.
Y se quedó frente a ese columpio, observando los pequeños garabatos y rayones hechos con un clavo. Quedando así completamente marcado en el aluminio ya viejo y marchito. Y leyó...
"K x I"
El bilis quería salir por su garganta, y él no hizo nada para evitarlo. Terminó vomitando todo el alcohol consumido y ahora desechado. Observo aquella casa llena de flores ahora marchitas, secas y destruidas. Sonrió con tristeza. No había un final feliz para ninguno de los dos. Izuku no le pertenecía, y se lo recalcaba a diario, pero hoy más que nunca lo entendía.
- Y-Yo también soy tuyo, tonto... Tonto D-Deku...- su voz salió más rasposa y rota.
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Ya había amanecido. El día estaba frío y las gruesas nubes color grises estaban llenas de aguas, a punto de desparramarse en la seca tierra del suelo.Izuku se removió incomodo cuando un frío electrizante tocó la punta de sus dedos en los pies. Ahogo un gemido doloroso. Y reaccionó de inmediato, debía ir a la universidad.
Tomó una semi-ducha, y voló directo a un taxi después de estar vestido. Solo pudo darle un afectuoso y rápido beso en el hombro a su madre, dejando por primera vez su desayuno servido.
Iba tarde. Tarde, no. Tardísimo.
Llegó al cabo de 15 minutos. Aún había tiempo para entrar. Estaba despeinado, su uniforme desencajado y los cordones de sus zapatos desaliñados.
Ochaco vio a lo lejos a su novio. Fue corriendo en dirección a él.
- IZUUUUU!!!.- Se le abalanzó encima como si de un koala se tratase y le besó fugazmente en la mejilla pecosa.
- Ochaco. - el rostro pálido de Izuku cambió a uno lleno de colores y una coqueta sonrisa se hizo presente. Beso la frente de la menor con suavidad.- te extrañé tanto ayer. ¿Dónde te habías metido?
- Ehm..- la castaña rió nerviosa y rascó su nuca lentamente.- estaba haciendo un trabajo con unos amigos de la empresa de papá. Ya sabes, él no tenía empleo y ahora le han dado un buen puesto ahí. Veras, Izu, extrañaba mucho estar contigo.- besó sus labios suavemente.
- Oi, oi, oi.- Bakugo iba pasando con la peor cara que podía tener.- Este lugar no es para que anden con sus tonterías calenturientas. Busquense un maldito hotel o no sé qué mierda, pero el plantel se respeta, escorias.
Izuku y Ochaco sintieron miedo y se separaron de inmediato.
Por segunda vez, Bakugo sonrió victorioso.
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Katsuki bebía un fuerte café sobrecargado, según él, era fascinante su sabor. Sobretodo con hielo. Pensaba en la madrugada, en su niño pecoso, que tanto quería pero no podía tenerlo. Ya era un joven casi adulto después de todo. Izuku podía elegir lo que mejor le pareciera y pues, es obvio que él no lo sería, porque Bakugo sabía que el otro chico lo odiaba, por eso quería ganarse su perdón.
De cualquiera modo.
...
Eran las 5:30pm, hora de salida. Había sonado el timbre, y ya casi todos estaban listos para irse. Todo estaba bien, hasta que el peliverde salió al portón y vio el aguacero presente ante sus ojos. No tenía ni un maldito paraguas. Esperaría a su novia. Pero al cabo de 15 minutos Ochaco no apareció por ningún lado, y el pecoso quedó triste. No sabía como volver a casa sin estar mojado y con una obvia gripe y resfriado.
...
Eran ya las 6:04 pm y la lluvia. Estaban otros 5 estudiantes esperando a sus padres. A excepción de él.
Hasta que llegó un carro color vino posando justo al frente del pecoso.
- ¿No piensas entrar o tengo que insistir también?.- Era Bakugo, su profesor.
- ¿Ehhhh?, no pienso montarme, gracias. Estoy bien.- suavemente levantó su mano con desdén.
- Sube de una vez idiota.- Todos sabían muy bien que ese "explosivo" profesor no se le daba para nada bien con la paciencia, ni con las palabras.
Izuku subió, indignado y con su corazón latiendo desesperado.
En serio, espero no tener covi. Besos
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[MI AMOR PLATÓNICO ES UN PROFESOR. | BAKUDEKU ⚘]
Teen FictionIzuku Midoriya es un estudiante universitario de 19 años de edad. Cuando pensaba que su vida estaba resuelta y perfecta, su antiguo amor de infancia (Katsuki Bakugo) llega para ponerle el mundo de cabeza. Los personajes no me pertenecen, son propios...