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Ochaco despertó bajo la atenta mirada de un bicolor. Frotó sus ojos con suavidad y sintió unos brazos rodearle. Se sentía tan bien todo. Sintió besos en su espalda y cuello. Caricias en su abdomen y pecho. Amaba a Shoto, y ahora más que nunca.

- Mochi, buenos días. ¿Cómo amaneces?.

- Buenos días, estoy bien.- una hermosa sonrisa se posó en sus labios.- ¿Cómo estás tú?

- Feliz.- besó su frente y la apretó contra su cuerpo.- te extrañaba demasiado.

Así tuvieron una íntima y bonita mañana.






AY, NO.

Izuku no sabía que hacer. Estaba durmiendo de "cucharita" con su antiguo amor platónico y ahora profesor. Pero esa no era lo peor. Bakugo en su inconsciencia acariciaba al pecoso, restregaba su mejilla en las alborotadas hebras verdes de su cabello, y ronroneaba tal cual gato encaprichado. Por segunda vez, pedía que la tierra lo tragase. Se removió incómodo, pues, Bakugo lo tenía abrazado casi amarrado a él, y sintió un bulto restregarse en sus glúteos. Tragó grueso, y su cara se pintó de un rojo vivo. Tenia vergüenza y miedo. Sentía palpitaciones constantes en su parte baja, y el sudor se hizo presente en mínimo de segundos. Pensó en forcejear un poco, pero no quería despertar al rubio. Así que intentaba moverse suavemente para así salir de esos musculosos y tonificados brazos. Escuchó un gruñido proveniente de Katsuki, estaba restregando su hombría en la parte baja del menor. Este mismo se quedó quieto, rojo hasta las orejas esperando que el contrario reaccionara.
Y al cabo de 15 minutos, un rubio malhumorado despertó.

- Hey, Deku. Despierta.- su voz sonaba más ronca y gruesa. Izuku se estremeció en su lugar haciéndose el dormido.

- Uh.. H-Hola Kacchan.- Bakugo le miró con los ojos más abiertos en sorpresa e Izuku también sonrojandose hasta la médula.- D-Digo... Ehmmm.. Sen-

- ¿Con qué "Kacchan"?.- su sonrisa diabólica hizo que el pecoso se aferrara al polerón que el rubio usaba para el frío.- Tenía tiempo que no escuchaba ese tonto apodo.- su voz se escuchó de repente triste y baja.- Vamos, hay que ir a la Universidad, odiota.

- S-Sí, sensei.- sonrío auténtico. Estaba de buen humor.

Ninguno de los dos hablaría de esta mañana, era un secreto.





Izuku no pudo irse en el carro de Bakugo, pues, no quería meterse en problemas ni mucho menos a su profesor. El rubio terminó pagándole un taxi, pues, ya que el pecoso no le quedaba dinero del día anterior. Había llegado a la escuela, y recordó que esa mañana no le había pasado mensaje de buenos días a su novia, no quería que Ochaco se enojara con él. Y así lo hizo.

- Buenos días bebé, espero que hayas amanecido bien. Te espero en la Uni. Cuidado cuando estés en camino, te amo 🥰.

Izuku iba directo a una de las "cantinas" o "comedor" del lugar en busca de un sitio para esperar a la castaña ya que en la parte de afuera (según Bakugo) no podía estar con su novia. Y se encontró una vez más al rubio, esta vez desayunando.

- Pide lo que quieras, yo pago.- le había ofrecido comida, recordó que tampoco había desayunado y no tenía dinero. Izuku sonrió nervioso y antes de negar amablemente, Katsuki retomó la palabra.

- Dos sándwich sencillos y un jugo de naranja para este chico. Yo pago.- la señora atendente fue de inmediato a hacer el pedido.

- No tenía porque molestarse.- no podía mirarlo a los ojos, sentía que en cualquier momento iba a caer otra vez en el mismo pozo que tanto le había costado salir.

- No es como tú piensas, Deku. Me preocupo por mis alumnos.

Izuku entró en razón, se dio cuenta de que Bakugo nunca se interesaría en él ni lo miraría con otros ojos. Si no lo hizo antes, menos ahora. Asintió decaído. Agradeció cortésmente. Tomó su pedido, y se fue de ahí.












No les pasa q tienen un reverguero de tarea pero prefieren leer historias sexosas¿ 😈🙏

[MI AMOR PLATÓNICO ES UN PROFESOR. | BAKUDEKU ⚘]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora