22

1.7K 160 302
                                    

¿A quién le gusta el Todomomo?

¿POR QUÉ SÍ?












Era ya domingo, mediodía.

Izuku apenas abría los ojos, se sentó en la cama frotando sus ojos delicadamente y notó que estaba sólo en esa gran habitación. Bostezó somnoliento aún, no queriendo levantarse de la cómoda cama. Observó que Katsuki no estaba presente ahí, tenía vergüenza de salir de ahí sin su consentimiento, así que solo optó por ir al baño a tomar una ducha y cepillar sus dientes. Mientras tanto, el rubio estaba preparando el almuerzo. Preparaba katsudon picante y estaba muy pendiente de ello. Subió a la habitación a ver a su chico pero no lo vio así que supuso que estaba bañándose. Katsuki en tanto tiempo no se había sentido tan bien. Regresó a la cocina esperando pacientemente.

...

Estaban sentados comiendo en silencio, el menor hacía ruiditos con cada bocado de su comida. Le gustaba muchísimo. Katsuki le admiraba, era todo un àngel. Suspiraba con cada gesto que hacía, pensaba en cómo un crío tan adorable podía hacerlo venir tan rico y pedía que su polla le llenara. Era simplemente increíble.

Terminaron de comer y limpiaron todo. Ambos fueron y tomaron un baño juntos. Katsuki lavaba pausadamente la espalda del contrario, tocaba con cuidado y pasaba su mano enjabonando su torso. El pecoso se dejaba hacer y suspiraba encantado. Este mismo pidió permiso para ayudar al mayor a lavarse. Ambos estaban en su momento íntimo y aseo. Salieron al rato, se vistieron y después se tumbaron a la cama a ver una película. Comían helado y fresas con crema batida, degustaban de un manjar de coco y también, el menor se antojó de comer pudin. Era mucho dulce para ambos, sabrían que iban a morir de diabetes si no se controlaban.






Ochaco había estado llorando toda la madrugada, estaba deprimida pensando en Shoto e Izuku. Quería acabar con todo ese infierno que no la dejaba continuar. Seguía vomitando y su rostro se volvía cada vez más pálido. Llamó a Shoto pero no contestaba la llamada. Se sintió más abrumada y sola, pues, el bicolor no hablaba con ella desde el día anterior. Se preocupó. Pensó en seriamente en seguir insistiendo hasta que respondiera. Y así hizo, llamó incontables veces. Hasta que contestó. Suspiró tranquila.

- Sho-chan? Estas ahí? Necesito hab..

- ¿Quién eres?.- la voz contraria era de una chica, muy educada por cierto.- "Sho-chan" no está justo ahora, pero puedo decir que le llamaste. ¿Algún recado pendiente que quieras dejar, señorita?

- ¿Ehhh?, ah, bueno.. ve-verás.. quiero hablar con Shoto, dile que me llame cuando pueda, por favor...- su voz salió en susurros.

- Está bien, lo haré.

Ochaco se echó a llorar otra vez, realmente se sentía una vez más sola. No sabía quién era la mujer a través de la llamada, no sabía si ahora confiar en su novio. Lloraba mientras sentía un hueco en su pecho, se sentía traicionada. Pensaba que le estaba siendo infiel.












Al otro día, ya era día escolar. Todos estaban en el aula estudiando un tema difícil, no sabían que tratar con las enfermedades pulmonares y respiratorias no era un juego. Casi se tiran por la ventana por los 4 capítulos de cada 48 y 57 páginas cada uno. Querían llorar. Estaban frustrados. Necesitaban una revelación divina para salir de esta.

Por otro lado, estaba Shoto. Estaba enojado, muy enojado. El día anterior se había encontrado con una muy "amiga" o en dado caso, ex novia. Momo Yaoyorozu. Sabía las intenciones claras de su ahora ex, sabía que su anterior pareja quería solo arruinar su felicidad. Llegó a su casa con "buenas intenciones", saludando y hablando inocentemente de sus planes malévolos.

- Oh, Shoto. Mi querido amor, te he extrañado tanto. Realmente me duele saber que ya estás acompañado, que me desechaste después de haberte sacado de ese podrido lugar. Después que me esforcé tanto por ti, y así es como me pagas. Me duele, TODOROKI!

- CÁLLATE, Yaoyorozu. Esto no tiene nada a ver con lo pasado, tú hiciste todo esto para ayudarme después de acusarme sin pruebas, era lo menos que podías hacer. Me arrepiento mil veces de haber estado contigo, de pensar en que realmente me amabas. Yo confiaba en ti!

- Tú no entiendes nada. Yo te ayudé a salir de ahí, te salvé.- la pelinegra había empezado a llorar.- ¿de que me valió tanto esfuerzo si a la final volvías a ella siempre?. ¿De qué me valió arriesgar mi vida, integridad y casi la de mi familia por ti?, ¿así es como me pagas? Me siento tan decepcionada de ti, yo realmente te amo Shoto.

- Ya basta, no te creo nada. No entiendo. Tú misma me hundiste en esa maldita celda, me quitaste mi libertad, mi vida. Me ensuciaste el expediente, me encerraste tras unos barrotes, me dejaste sin escapatoria como un rato esperando ser comido por un León. Me acusaste de mentiras y falsos testimonios, usaste personas en mi contra, tomaste mis huellas sin mi consentimiento. Eso no es amor, maldición!

- No lo entiendes, yo no pude hacer más nada.. si tan sólo no te hubieras enamorado de ella.- su voz cada vez era más baja.- yo no quise lastimarte porque te amo, eso no va a cambiar.

La pelinegra se sentó en la cama del contrario, tomando aire. Shoto tras el enojo se fue al baño a lavarse la cara y pensar las cosas. En ese momento llegó la inesperada llamada de "Mochi ♡". Momo quería llorar de impotencia, pero se contuvo. Tenía que hacerlo. Después de todo, era su compañera de escuela. Su voz salió como la voz de una mujer adulta, esperaba que Ochaco se creyera esa vil mentira.









ALTAS GANAS DE CHAPEAR

[MI AMOR PLATÓNICO ES UN PROFESOR. | BAKUDEKU ⚘]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora