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Era ya muy tarde de noche cuando una pelinegra se mantenía aún en linea enviando y recibiendo mensajes.

- Sí, mi querida Momo. Ya está todo pago. A partir de mañana el chico será puesto en libertad sin ninguna condena encima y ni una mancha en su expediente. Fue un maravilloso placer hacer negocios con usted. Buenas noches.
22:36p.m

-Ah, qué cansancio!.- la chica hablaba entre bostezo.- al fin veré a mi amor platónico, al fin podré casarme con él!

Una sonrisa, o más bien, una aterradora mueca se hizo presente en su pálido rostro de porcelana.


Izuku ya había llegado a su aula cuando notó la clarísima ausencia de su novia. Estaba contrariado. Ella siempre le avisaba cuando iba a faltar o siempre enviaba mensajes informando su necesitada ayuda. Esta vez fue diferente. Tomó su celular, e hizo constantes llamadas al celular de la castaña pero todo sus tonos los enviaba al buzón de voz y mensaje. Izuku temió lo peor. Iba saliendo directo a dirección para pedir un permiso de salida pero para su mala suerte, tropezó con un profesor 20cm más alto que él. Por segunda vez en su día temió, no quería ser regañado ahora.

- Buenos días. Todos a sus lugares. Muevanse.- un tono de voz grueso y ronco hizo a Izuku respingar en el suelo.

El nuevo profesor veía atentamente al chico en el suelo, temblando y con ojos de cachorros.. Bakugo sonrió socarrón.

Y el mundo de Izuku se paralizó.

...

- Diré buenos días por segunda vez.- aclaró su garganta. - Seré su nuevo profesor guía, junto a 3 materias de grupo.- extendió su mano abierta al aire.- Humanidades, Computación, Educación y formación, y las dos de guías.- cerró su mano en un puño.- ¿Dudas?

Todos estaban en un silencio incómodo.

- ¿Su nombre?.- habló Mina con claro nerviosismo pero emocionada.

El adulto hizo un ademán de ignorarla, pero no lo hizo.- Bakugo.- respondió sin más.

El salón estaba totalmente apagado.



Ochaco intentaba contenerse, pero las ganas de llorar le inundaron todo su sistema. Estaba nostálgica. Extrañaba al amor de su vida. Y ahí estaba, su tan añorado bicolor.

- Sho... to....- la castaña había ido a ver a su ex novio. Después de esa extraña llamada el día anterior no pudo ni pegar un ojo de la emoción que sentía. Ella aún amaba a Shoto, aún quería estar con él. Aún sabiendo el daño que le podía provocar aquello. Aún así, estaba ahí. Frente a él. Llorando. Llorando como si su vida dependiera de ello.

- Ochaco.- el tono de voz tan gentil y calmado del heterocromatico hizo entrar a la menor en un estado de paz. Ese chico había sido su primer amor. Su ÚNICO y primer amor.- extrañaba verte. ¿Dónde te habías metido?.- su voz estaba temblando, reteniendo las ganas de llorar.- pensé que me habías olvidado .. y, abandonado...

- ¡NO!.- sus ojos se abrieron a la par.- No, amor, claro que no. Y-Yo... yo sólo me dediqué a estudiar.- una sonrisa tímida se hizo presente en sus hermosos labios cereza.

- Extrañaba oírte, Mochi.- a la castaña se le subieron los colores al rostro de golpe, y su corazón latía desenfrenado.

- Yo también extrañaba a Sho-chan.- ahogó un gemido lastimero antes de empezar a llorar como si de una niña sin mamá se tratase.

- Ven.- ella obedeció.- abrázame tan fuerte, que no pueda volver a irme.- y así lo hizo la de ojos chocolates.





Besos. 😘😘

[MI AMOR PLATÓNICO ES UN PROFESOR. | BAKUDEKU ⚘]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora